China también se acerca a España a través del arte: las maniobras de la diplomacia cultural

El arte siempre ha sido un arma diplomática —en el mejor sentido de la palabra—. Ahí están los regalos entre reyes, virreyes, sultanes y faraones que hoy tantos problemas dan para los museos. Durante siglos, además de por los casamientos, si en Europa no se mataban era porque llegaba alguna corona de oro, algún anillo o algún collar de Corte a Corte y ahí se acababan las rencillas o se tejían fuertes alianzas ya fuera de tipo político o comercial. Hoy, salvando toda esta cantidad de años, el arte sigue teniendo la misma fortaleza. Y los Gobiernos lo saben y la utilizan. Es lo que también se llamaba softpower.

Precisamente, Patrimonio Nacional, dependiente del Ministerio de Presidencia, acaba de inaugurar la exposición Más allá del realismo: arte figurativo de China y España en el Palacio Real, con medio centenar de lienzos de artistas españoles y otro medio centenar de artistas chinos. Lo ha hecho en colaboración con la Asociación de Promoción del Intercambio Artístico entre España y China (APIAEC) que fue quien hizo la propuesta a ambos Gobiernos hace ya dos años. Y se hace para conmemorar los 50 años de relaciones diplomáticas entre ambos países. Y, por supuesto, para reforzarlas, para abrir canales de turismo… En definitiva, un win-win para todos. No extraña que a la inauguración el pasado viernes fueran el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el embajador de China, Yao Jing.

"El objetivo [de la exposición] es dar visibilidad a la cantidad de temas compartidos que tenemos. Las relaciones entre España y China han cambiado mucho en estos años. Ha pasado de ser prácticamente inexistente… Cuando se abrió la embajada, la primera oficina comercial, las primeras empresas que empezaron a ir… Ahora la situación es totalmente distinta. Con el crecimiento económico de China se han generado muchísimos vínculos con empresas españolas y en el ámbito del arte, la inspiración de China, que antes era más de Rusia, ha ido evolucionando", comenta a este periódico Ana de la Cueva, directora de Patrimonio Nacional.

Por su parte, desde la APIAEC, las declaraciones son en términos muy parecidos, como señala su representante y director del proyecto expositivo, David Qiu: "Las relaciones entre España y China en el ámbito del arte están bastante bien. Ahora mismo China mira mucho a España, allí se aprecia mucho a los artistas. Pintores como Velázquez, el Greco encantan en China. Son maneras de pintar y expresarse que ellos admiran muchísimo. Y ya en cuanto a las relaciones diplomáticas, este año China ha abierto por primera vez la entrada en el país a los ciudadanos españoles sin necesidad de visado durante 15 días. Esto significa que hay muy buena relación". Y a la espera, con estas medidas, de que el intercambio turístico también aumente. Todo suma.

"Las relaciones entre España y China en el ámbito del arte están bastante bien. Ahora mismo China mira mucho a España"

De Antonio López a Carmen Laffón

Como cuenta Qiu, la muestra fue una idea de la APIAEC que surgió durante la pandemia: "Hicimos varias conferencias online entre artistas de aquí y de allí y en la última con Antonio López y la China Academy of Arts surgió esta idea de que con el aniversario de las relaciones diplomáticas intentar hacer algo para promover esta relación". El resultado fue esta exposición, muy apta para todo tipo de públicos —el arte figurativo entra bastante por los ojos— con artistas como el propio López, Isabel Quintanilla, Carmen Laffón, Julio López Hernández y Cristóbal Toral, entre otros, y Quan Shanghai, Jin Shangyi y Tuo Musi, entre otros también, y que en los dos últimos años ya ha girado por dos sedes chinas, el Teatro Nacional de China de Pekín y el Museo Quan Art Center de Hangzhou. Todos los cuadros fueron elegidos por artistas y la Academia de las artes de China y la APAIEC se encargó de gestionar los préstamos, todos ellos de particulares.

En el Palacio Real de Madrid la propuesta recaló a última hora. En concreto, pasadas las últimas Navidades. "Hemos hecho un esfuerzo enorme por movilizarnos, poner los medios… Los comisarios han ido haciendo la selección y solicitando los préstamos. Pero la exposición ya estaba definida y nosotros lo que hemos hecho es acogerla y diseñar la instalación en el palacio", manifiesta Ana de la Cueva.

De hecho, así se explicita en los términos del convenio de esta exposición que aparecen en el BOE del pasado 4 de marzo. Allí se señala que tendrá lugar en las Salas de Exposiciones Temporales Génova del Palacio Real de Madrid, que Patrimonio cederá el espacio y que gestionará también la venta de entradas "correspondiéndole la recaudación de los ingresos que se deriven de ella". El precio de la entrada es de 8 euros y también se puede ver con la entrada total al Palacio de 18 euros. No es de las más caras para una institución pública. Hace unos meses el Ayuntamiento de Madrid cobraba 16 euros por la exposición de Monet gestionada por la empresa privada Artemisia, que se llevaba buena parte de los ingresos. En este caso, en el BOE también se indica que "Patrimonio Nacional no asumirá obligaciones económicas de ningún tipo" con esta exposición. Los costes y beneficios para ambos países van, por otro lado.

El arte español crece en China

Esta muestra en el Palacio Real tiene lugar en un contexto muy particular. China quiere convertirse en una primera potencia en muchos ámbitos y eso incluye también el cultural, puesto que genera otros ingresos como los procedentes del turismo. De ahí que también busque colaboraciones con instituciones culturales como la que ha alcanzado recientemente con el Museo del Prado. El próximo 23 de abril se inaugurará en el Museo de Arte de Pudong en Shangay Ages of Splendor. A History of Spain in the Museo del Prado, la mayor exposición de la pinacoteca española realizada nunca en China y que incluye obras de El Greco, Sofonisba Anguissola, Rubens, Velázquez, Murillo, Zurbarán, Tiziano, Clara Peeters, Goya, Fortuny y Sorolla.

Es muy probable que no sea la última ni el único museo español que ponga sus pies en el país asiático. También es muy plausible que veamos más arte chino en España. Al menos mientras continúe este contexto político, económico y cultural. Antes se hacían regalos y ahora hacemos exposiciones.