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El pabellón de España en Venecia se convertirá en un museo contra el racismo español
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60ª Bienal de arte de venecia

El pabellón de España en Venecia se convertirá en un museo contra el racismo español

El proyecto 'Pinacoteca migrante' de la artista peruana Sandra Gamarra, elegida por España, propone una nueva mirada a los museos para cuestionar la jerarquía cultural occidental

Foto: Racismo Ilustrado III, Sandra Gamarra Heshiki, 2023. (Oak Taylor-Smith/AECID)
Racismo Ilustrado III, Sandra Gamarra Heshiki, 2023. (Oak Taylor-Smith/AECID)

“Ojalá haya críticas. El arte es un espacio seguro donde podemos dialogar y puede servir de ejercicio para otro tipo de cuestiones más complejas y urgentes. Si no nos podemos permitir el desencuentro en el arte no sé dónde va a ser. Así que sí me gustaría que fuera un lugar para el desencuentro”. Así ha respondido esta mañana la pintora peruana Sandra Gamarra (Lima, 1972) a las posibles repercusiones que su proyecto, Pinacoteca migrante, con el que representará a España en la 60ª Bienal de Arte de Venecia, pueda tener a partir del próximo 20 de abril. Su objetivo es claro: una nueva mirada a los museos para cuestionar el pasado colonial y racista de España y Europa en general y criticar la jerarquía cultural occidental. Desde luego, la conversación del momento.

Sin embargo, la controversia viene también porque Gamarra, que fue elegida mediante concurso por un jurado de expertos en arte que decide la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) -la institución responsable de la representación española en Venecia desde 1950 y que forma parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, junto a Acción Cultural Española (ACE)-, ya se tuvo que poner a resguardo de algunas críticas con su anterior proyecto, Buen Gobierno, que se pudo ver en la sede de la Comunidad de Madrid, Alcalá 31, en 2021, y que también cuestionaba el colonialismo español.

placeholder Máscaras mestizas V, de Sandra Gamarra que se expondrá en el pabellón de España en Venecia. (Oak Taylor-Smith/ AECID)
Máscaras mestizas V, de Sandra Gamarra que se expondrá en el pabellón de España en Venecia. (Oak Taylor-Smith/ AECID)

Entonces no sentaron bien algunas palabras como “racismo” o “restitución”, que aparecían en los textos y tuvieron que ser quitadas. Ahora, no obstante, el terreno que pisa en Venecia es mucho menos movedizo. Al contrario, precisamente de lo que va es de eso. El comisario de la Bienal es el brasileño Adriano Pedrosa que ha organizado una edición donde el extranjero, el migrante, el indígena, lo mestizo, lo queer, todo aquel que esté en los márgenes, es el protagonista. “El pabellón está totalmente alineado con la Bienal”, afirmó en este sentido el comisario del proyecto español, Agustín Pérez Rubio, que lleva trabajando varios años con Gamarra y que también fue responsable de la muestra Buen Gobierno. De hecho, en el pabellón de Holanda se va a exhibir la estatua de un soldado belga decapitado durante un levantamiento en el Congo en 1930 buscando remover también su pasado colonial. Y en Perú muchos artistas han puesto el grito en el cielo por todo lo contrario: el Gobierno ha elegido a un fotógrafo “demasiado” normativo.

Todo es migrante

En este contexto se instalará el proyecto Pinacoteca migrante que Gamarra y Pérez Rubio han concebido mediante cinco salas y un patio central llamado Jardín Migrante, donde también hay plantas migrantes. Pese a que no se ha exhibido un vídeo con imágenes a la prensa, la artista y el comisario sí han intentado explicar que se trata fundamentalmente de cuestionar cómo los museos han impuesto nuestra manera de ver occidental -”eurocéntrica”- y de asumir las consecuencias de esto.

La idea parte de algunas experiencias que Gamarra tuvo al llegar a España, hace ya más de veinte años para estudiar en la Universidad de Castilla La Mancha -”Me siento una pintora occidental y he crecido con que la jerarquía occidental sobre el resto de las culturas”, afirmó- al visitar lugares como el Museo de Antropología de Madrid y darse cuenta de que toda una serie de pinturas que eran importantes para Perú no estaban y que el museo ni siquiera tenía una sala dedicada a Europa.

A partir de ahí empezó a reflexionar sobre esas ausencias y cómo se transmitían en los museos, lo que ha ido conformando su manera artística,muy basada en el apropiacionismo cultural y la copia. Así hasta llegar a este proyecto que es toda una instalación convertida en un museo “donde la noción de migración será la protagonista” y donde se plantearán cuestiones relativas al racismo o el extractivismo.

placeholder Sandra Gamarra Heshiki y Agustín Pérez Rubio, 2023. (Carmela Garcia/AECID)
Sandra Gamarra Heshiki y Agustín Pérez Rubio, 2023. (Carmela Garcia/AECID)

El patio central será ese jardín, “una contranarrativa al museo histórico”, según la nota de la AECID, que estará compuesto por doce copias pintadas de monumentos que no están en España pero que remiten “a las excolonias” -”se trata de buscar siempre la presencia de las excolonias” en el arte- “y que recuerdan a personajes que sucumbieron a las migraciones”.

“Estarán acompañadas de plantas mal llamadas malas hierbas e invasoras, que vienen acompañando a otras traídas por extractivismo, y que acaban creando otros ecosistemas difíciles de controlar. Es otra manera de entender nuestro sistema económico y cultural como inercias que no se pueden controlar”, añadió la artista.

A su alrededor girarán las cinco salas llenas de pinturas clásicas - paisaje, bodegón, ilustración científica y el retrato-, pinturas reconocibles como un bodegón de Zurbarán o hasta Las Meninas de Velázquez, que remitirán, con algún detalle, dijo la artista, al colonialismo español.

La primera sala, Tierra virgen, tendrá pinturas de paisajes del actual territorio español, pero también de América Latina, Filipinas y el norte de África. Le seguirá Gabinete de la extinción, “que vinculará el colonialismo con el extractivismo al mostrar los tesoros de las expediciones botánicas europeas durante los siglos XVIII y XIX”. La tercera será el Gabinete del Racismo Ilustrado, “que relatará el modo en el que la antropología y la ciencia fueron utilizadas como herramientas de discriminación racial”. La cuarta, Máscaras mestizas, “se adentrará en las prácticas coloniales del retrato”. Y, por último, Retablo de la naturaleza moribunda “mostrará la pintura de bodegón como género que sintetiza los temas de las salas anteriores”. Todos estos entrecomillados proceden de la información facilitada por la AECID.

Descolonización

“Queremos empujar el concepto de museo que se irradió a la colonia hacia ese migrar”, resaltó Gamarra, quien reconoce que ya muchos museos están cambiando esa mirada eurocéntrica que han tenido durante décadas. Una visión “excluyente del arte en la forma y el fondo” que, por otra parte, esta artista tampoco cree que “haya habido una cuestión consciente sino que ha sido cultural a nivel europeo. Es una forma que tenemos de ver el mundo y de enfrentarnos al mundo”, añadió. Y que ahora, como se está viendo en muchas pinacotecas europeas, se está tambaleando.

placeholder Máscaras mestizas I, otra de las obras de Sandra Gamarra que se expondrán en el pabellón de Venecia. (Oak Taylor-Smith/ AECID)
Máscaras mestizas I, otra de las obras de Sandra Gamarra que se expondrán en el pabellón de Venecia. (Oak Taylor-Smith/ AECID)

Habrá que ver qué ocurre con esta propuesta española en Venecia que, aunque no hayamos podido ver más que con fotografías, en cualquier caso no desentona con el sentido de la propia Bienal. En total ha costado al erario público 400.000 euros -pagados por la AECID y ACE-, aunque desde las instituciones se ha advertido de que el próximo año costará más. “Desde la pandemia todo ha subido y los precios en Venecia se han disparado. Para el año que viene tendremos que subirlo porque nos hemos quedado desfasados con respecto a otros pabellones. Es que es un mes allí trabajando”, señalaron desde la AECID. Haya descolonización o no de los museos lo que sí es evidente es que está todo carísimo.

“Ojalá haya críticas. El arte es un espacio seguro donde podemos dialogar y puede servir de ejercicio para otro tipo de cuestiones más complejas y urgentes. Si no nos podemos permitir el desencuentro en el arte no sé dónde va a ser. Así que sí me gustaría que fuera un lugar para el desencuentro”. Así ha respondido esta mañana la pintora peruana Sandra Gamarra (Lima, 1972) a las posibles repercusiones que su proyecto, Pinacoteca migrante, con el que representará a España en la 60ª Bienal de Arte de Venecia, pueda tener a partir del próximo 20 de abril. Su objetivo es claro: una nueva mirada a los museos para cuestionar el pasado colonial y racista de España y Europa en general y criticar la jerarquía cultural occidental. Desde luego, la conversación del momento.

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