Cuando en el Banco de España había 'moza de retretes' (con un sueldo de 1 peseta al día)

"Moza del servicio de retretes". Esa era exactamente la denominación del trabajo que en 1901 desempeñaba en el Banco de España Carmen Esteban, una de las primeras mujeres empleadas en esa institución. Cobraba un sueldo de 1 peseta por día y ejerció esa labor durante 30 años, hasta su jubilación en 1931. Para entonces su salario ascendía a 7 pesetas diarias.

Como se ocupaba de limpiar el edificio, Carmen Esteban se lo conocía al dedillo. Y justo por ese motivo fue retratada por José Irigoyen Zabaleta, el primer fotógrafo en ingresar en 1903 en la plantilla del Banco de España y quien a partir de 1905 se dedicó a hacer fotos de todos aquellos empleados que realizaban tareas potencialmente ‘sensibles’. Retrató a todos los que trabajaban en la fábrica de billetes, pero también a todos los encargados de tareas relacionadas con la seguridad y el conocimiento del edificio: vigilantes, serenos, porteros, fogoneros… Y también a limpiadoras como Carmen Esteban o Engracia Herranz, ambas viudas, madres con hijos y con estrecheces económicas.

Sus retratos fueron incluidos en sus respectivos expedientes personales. La foto de Carmen llevaba debajo su firma, la de Engracia se archivó con la rúbrica de otra persona que hizo constar que la interesada no firmaba por ser analfabeta. Y ahora, por primera vez, esas imágenes abandonan sus respectivas carpetas y se muestran en público junto a otras 300 fotografías procedentes de los archivos del Banco de España.

27 kilómetros de documentos. Eso es lo que, apilado en línea recta, ocupa en total el archivo del Banco de España. Un archivo que en los últimos diez años ha sido objeto de un intenso trabajo, con el objetivo de identificar las fotografías que custodia. “Ha sido una década de intenso rastreo y búsqueda de imágenes, abriendo uno a uno expedientes y carpetas y analizando cuidadosamente su contenido”, en palabras Elena Serrano, responsable del archivo del Banco de España.

El resultado ha permitido clasificar unas 25.000 imágenes, realizadas desde 1869 hasta la actualidad por unos 600 fotógrafos identificados, que documentan a través de retratos de directivos y empleados, así como de fotografías de las sedes, los cambios en el Banco de España y en la sociedad en general y que ahora se encuentran a disposición de historiadores y estudiosos.

Una cuidada selección de unas 300 de esas imágenes, realizadas por un centenar de fotógrafos distintos, conforman la exposición que desde hoy y hasta el 20 de julio se puede contemplar en la sede central del Banco de España en la Plaza de Cibeles. La muestra lleva por título El Archivo fotográfico del Banco de España: de la albúmina al pixel y refleja la vida de esa institución (y por extensión de España) desde mediados del siglo XIX hasta hoy.

La exposición, de acceso gratuito, sigue un orden cronológico y se abre con los retratos que en 1869 el fotógrafo Leopoldo Rovira realizó de los miembros de la Asamblea Constituyente tras la sublevación militar conocida como La Gloriosa, que se llevó a cabo en 1868 y que supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II. Y se cierra con una foto del 8 de marzo de 2019 realizada por Daniel Santamaría, que muestra a Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, rodeada de las decenas y decenas de mujeres que en la actualidad trabajan en esa institución.

Pero, entre medias, la exposición permite tomarle el pulso a los numerosos cambios (tanto sociales como urbanísticos y arquitectónicos) que España ha registrado en ese periodo. Desde los estragos que la Guerra Civil causó en edificios y sucursales del Banco de España (como por ejemplo las oficinas de Teruel) hasta la las fotos de carné que durante la posguerra los empleados entregaban a la institución al incorporarse a trabajar a ella, unos retratos elegantes en los que a través de los gestos y la indumentaria se aprecia la influencia del cine americano: muchos de ellos llevan abrigos Bogart y ellas, rebecas a lo Hitchcock.

Hay también una asombrosa serie de fotografías de la década de los 50 que muestra el resultado de la inversión de un millón de pesetas en viviendas que el Banco de España realizó en el barrio madrileño de Vista Alegre, y que permitió a 78 familias abandonar las cuevas en las que hasta entonces residían y trasladarse en 1958 a viviendas dignas. Y de esa época, concretamente de 1955, es también la fotografía realizada por Carlos Pérez de Rozas de la inauguración de la sede del Banco de España en Barcelona, una fotografía en la que se ve de refilón a un coche de aspecto futurista y que enmarca a la sucursal en la modernidad.

No faltan tampoco las imágenes de la XIII Conferencia Internacional de la American Bankers Association, que en 1966 se realizó por primera vez en España. En los archivos del Banco de España hay alrededor de 300 imágenes de ese conferencia, lo que deja clara la importancia que se concedió al evento, y que inevitablemente exuda aires de Bienvenido Mr. Marshall: en las imágenes se ve a los asistentes llegando a España a abordo del Air Force One, disfrutando de una corrida de toros con Luis Miguel Dominguín, asistiendo a un espectáculo de flamenco en La Alhambra, junto a un vendedor de barquillos armado con la barquillera de rigor… Todo very typical.

Hay asimismo una proyección de imágenes que muestran la vida del Banco de España desde 1973 en adelante, la mayoría ya en color, y por las que desfilan Felipe González, Adolfo Suárez, un jovencísimo príncipe Felipe, el rey Juan Carlos, José María Aznar… Pero la exposición también ofrece interesantes imágenes de arquitectura y urbanismo. Ahí está por ejemplo la foto del cine Gong, histórica sala de Madrid a la que solía acudir Azorín, que echó el cierre en 1965 y fue demolida en 1970 para hacer sitio a una ampliación del Banco de España. Y tampoco faltan fotos de la ampliación realizada entre 2003 y 2006 por Rafael Moneo y que permitió a la institución monetaria ocupar completamente la manzana junto a la Plaza de Cibeles en la que se alza su cuartel general, junto a los otros proyectos que asimismo se presentaron a ese concurso, pero no lo ganaron…

Carmen Esteban y Engracia Herranz se frotarían hoy sin cesar los ojos, sorprendidas sin duda de lo mucho que ha cambiado el edificio que ellas limpiaban y el país en general. Una transformación de la que da buena cuenta la muestra del archivo fotográfico del Banco de España.