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Las canciones más emblemáticas de la historia del cine español
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MUERE LA VOZ DE 'BIENVENIDO MISTER MARSHALL'

Las canciones más emblemáticas de la historia del cine español

Al calor del fallecimiento de Lolita Sevilla, voz de la canción de 'Bienvenido Mister Marshall', repasamos los himnos más importantes de nuestro cine

Foto: Lolita Sevilla en 'Bienvenido Mister Marshall'
Lolita Sevilla en 'Bienvenido Mister Marshall'

Españoles: Lolita Sevilla ha muerto. Pocas cinematografías se resumen tan bien en sólo cinco palabras: "¡Americanos... os recibimos con alegría!", que cantó la actriz y cantante en Bienvenido Mister Marshall hace 61 años. Y pocos países se resumen tan bien en solo cinco palabras: "¡Americanos... os recibimos con alegría!". Arquetipo nacional que volvió a reproducirse hace unos días, en pleno 2013, con la volatización del espejismo Eurovegas. Paletillos con aires de grandeza, elpsicodrama nacional que no cesa, peroya que insistimos en tropezar una y otra vez con la misma piedra, al menos hagámoslo cantando. ¡Ole!

Cualquier lista de las canciones más emblemáticas del cine español arranca necesariamente con el himno de Lolita Sevilla en la película de Luis García Berlanga. O el estribillo que logró captar con humor las miserias de un país. Ayer y hoy.

Lolita Sevilla, nacida como Ángeles Moreno Gómez, nació en Sevilla en 1935. Lanzada como estrella en la era dorada de la copla, vivió uno de sus primeros momentos de gloria con Bienvenido Mister Marshall. Luego hubo muchas películas y galas, pero nada igualó aquello en capacidad icónica. He aquí otros iconos musicales de nuestro cine.

'Fumando espero', Sara Montiel en 'El último cuplé' (1957)

Se puede decir más alto, pero no más claro que como lo cantó Sara Montiel en El último cuplé (Juan de Orduña, 1957): "Fumando esperoal hombre a quien yo quiero / tras los cristales de alegres ventanales./Y mientras fumo,mi vida no consumo /porque flotando el humo/ me suelo adormecer...Tendida en la chaisse longue / fumar y amar".

El último cuplé es uno de los éxitos más extraños de la historia del cine español. "Un melodrama para porteras que nadie quería estrenar", según el historiador Román Gubern. Las canciones de Montiel encumbraron esta historia sobreuna cupletista venida a menosque rememora las proezas sentimentales y artísticas de su pasado. Todo un hito kitsch.

Por cierto, la versión de Montielno incluyó una estrofa de la canción original que aludía al cigarrillo de después. Atentos: "Tras la batalla en que el amor estalla,/ un cigarrillo es siempre un descansillo / y aunque parece que el cuerpo languidece,/ tras el cigarro crece su fuerza, su vigor".

'Apatrullando la ciudad', El Fary en 'Torrente' (1998)

Sí, amigos, Torrente, el Fary y 'Apatrullando la ciudad'. Que se dice pronto. En 1998 se estrenó la primera película de lo que se acabaría convirtiendo en la saga más exitosa de la historia del cine español. Una de las claves de su triunfo fue la contundencia con la que Segura presentaba a Torrente en cuatro martillazos y al ritmo de El Fary. No habían llegado los títulos de crédito y Torrente ya se había convertido en un mito ambiguo (¿celebración o parodia?) de la caspa española, que no es precisamente poco.

'Balada triste de trompeta', Raphael en 'Por un adiós' (1971) y 'Balada triste de trompeta' (2010)

Cuando el cine español dialoga consigo mismo y con su historia más conflictiva. En Balada triste de trompeta, incomprendido bombazo político de Álex de la Iglesia, el director vasco recuperó una de las interpretaciones cinematográficas/musicales más extrañas de Raphael, Sin un adiós (Vicente Escribá,1970), donde cantaba la canción Balada triste de trompeta de esta guisa:

Álex de la Iglesia revisóel tema de Raphael cuarenta años después para hacer su particular ajuste de cuentas con los felices setenta españoles. El país de Balada triste de trompeta es un país sólo apto para payasos armados hasta los dientes.

'Resistiré', El Dúo Dinámico en 'Átame' (1990)

La habilidad de Pedro Almodóvar para dar nuevos significados a clásicos del cancionero popular español y latinoamericano está fuera de toda duda. Átame no es su mejor película, pero la escena en la que sus protagonistas (Loles León, Antonio Banderas y Victoria Abril) cantan Resistiré, del Dúo Dinámico, quizás sea la escena más recordada del filme. O la música como catarsis sentimental contra viento y marea.

'La bien pagá', Miguel Molina en 'Canciones para después de una guerra' (1971)

Posiblemente el ejercicio de montaje más importante de la historia del cine español. Basilio Martín Patino mezcló los clásicos del cancionero popular cañícon imágenes de la posguerra. Logrando agitar y subvertir los significados tanto de las canciones como de las imágenes. Obra clavedel documental histórico europeo.

'Ay qué dolor', Los Chunguitos en 'Deprisa, deprisa' (1981)

Carlos Saura a la cámara y Los Chunguitos a la música. El resultado sólo podía ser un hito del cine quinqui. Deprisa, deprisa, estrenada en 1981, contaba en clave de thrillerla otra cara del cacareado éxito de la transición: la de las periferias del caballo, las apreturas económicas y la delincuencia juvenil. Un clásico a golpe de temazospese a quien pese.

'Tómbola', Marisol en 'Tómbola' (1962)

Marisol a la batería igual a juerga asegurada. Mito del cine infantil, icono erótico juvenil y mujer madura decidida a vivir a su manera (apartada de los focos y del mainstream más reaccionario), la popularidad de Marisol/Pepa Flores tocó techo en los años sesenta. Aquí nos deleitócon otro hit bailongo:

Españoles: Lolita Sevilla ha muerto. Pocas cinematografías se resumen tan bien en sólo cinco palabras: "¡Americanos... os recibimos con alegría!", que cantó la actriz y cantante en Bienvenido Mister Marshall hace 61 años. Y pocos países se resumen tan bien en solo cinco palabras: "¡Americanos... os recibimos con alegría!". Arquetipo nacional que volvió a reproducirse hace unos días, en pleno 2013, con la volatización del espejismo Eurovegas. Paletillos con aires de grandeza, elpsicodrama nacional que no cesa, peroya que insistimos en tropezar una y otra vez con la misma piedra, al menos hagámoslo cantando. ¡Ole!

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