Un 'thriller' en el barrio de 'Entrevías' es el nuevo pelotazo global tras 'La casa de papel'
La serie protagonizada por José Coronado y producida por Alea Media alcanzó la semana pasada el número 1 del 'ranking' mundial de Netflix de series más vistas de habla no inglesa
Desde Uruguay hasta Bruselas, buena parte del mundo está en ascuas con las aventuras y desventuras de una familia del barrio obrero madrileño de Entrevías, los Abantos. En Italia contienen el aliento ante sus andanzas, y lo mismo ocurre en Francia, en Grecia, en Argentina, en Uruguay, en Brasil, en Bolivia, en Marruecos… Hasta en la isla de Reunión —al este de Madagascar— y en Arabia Saudita hay quienes siguen con interés sus líos y vicisitudes varias.
Entrevías, la serie española ambientada en la barriada del mismo nombre del Puente de Vallecas y protagonizada por José Coronado, Nona Sobo, Luis Zahera y Felipe Londoño, lo está petando. Podría convertirse en la nueva La casa de papel…
Ahí están los datos. La tercera temporada de Entrevías consiguió alzarse la semana pasada con el primer puesto —el primer puesto, repetimos— en el ranking de Netflix de series de habla no inglesa más vistas en todo el mundo. Y, esta semana, las tres temporadas de Entrevías —las tres, subrayamos— están en el top 10 de Netflix de series con más espectadores a nivel global.
Y eso que Entrevías ni siquiera es una producción de Netflix, por lo que la plataforma no la está publicitando ni recomendando con especial énfasis a sus usuarios. Pero la serie es buena y está funcionando el boca a boca, en forma sobre todo de recomendaciones a través de las redes sociales.
Obra de Aitor Gabilondo y de David Bermejo, Entrevías es una especie de thriller de barrio, repleto de acción, pero también de problemas comunes, de pequeños dramas de esos que afectan a muchas personas normales y corrientes, aderezado todo ello con algunos toques de humor. La serie, una producción de Alea Media, cuenta las andanzas de Tirso Abantos (José Coronado), un taciturno militar retirado que estuvo en la guerra de los Balcanes, un hombre solitario, frío y calculador que probablemente sufre estrés postraumático a causa de los horrores que allí vio y que, tras abandonar el Ejército, regenta una ferretería en el barrio de Entrevías, la ferretería Abantos. Hasta que un día se ve obligado a hacerse cargo de su rebelde nieta, Irene Abantos (Nona Sobo), una joven que fue adoptada de niña en Vietnam por su hija, Jimena Abantos (María Molins), que vive en un lujoso chalé a las afueras de la ciudad, va a un colegio de colegios, tiene el mejor móvil del mercado y a la que nunca le ha faltado de nada… salvo amor. Un día que acude a Entrevías a visitar a su abuelo conoce por casualidad a Nelson (Felipe Londoño), un joven colombiano del que se enamora, y acaba frecuentando malas compañías. Tirso Abantos emprenderá entonces una cruzada contra los pandilleros del barrio para proteger a Irene.
Entrevías se estrenó en Telecinco el 1 de febrero de 2022 y desde el principio fue un éxito en España, cosechando un 19,7% de share al lograr 2.183.000 espectadores. Arrasó con sus dos primeras temporadas y se convirtió en una de las series españolas más vistas de los últimos tiempos.
Pero ni siquiera sus creadores se esperaban ese éxito. “Después de grabar las dos primeras temporadas derruimos el plató, con eso te lo digo todo. Tras el éxito de la primera temporada, lo tuvimos que volver a construir para grabar las temporadas tres y cuatro. Nadie contaba con ello porque, para cuando llegó el momento de la emisión, los decorados ya no existían y el público ya se había acostumbrado a ver las series sin anuncios y a demanda en las plataformas. Y, sin embargo, se obró el milagro. Las dos primeras temporadas funcionaron muy bien en abierto a pesar de cometer todos los pecados posibles: 70 minutos de duración, protagonistas talluditos, anuncios hasta la madrugada, emitida en Telecinco…, todo lo que cortocircuita el algoritmo. Nadie sabe qué va a funcionar ni por qué”, nos cuenta Aitor Gabilondo, CEO de Alea Media y creador de Entrevías junto a David Bermejo.
Tras varios meses de parón, el tozudo (pero de elevados principios éticos) Tirso Abantos volvió en 2023 a la carga y a enfrentarse a nuevos problemas en la tercera temporada de la serie, de la que Telecinco emitió el último capítulo el 27 de noviembre pasado.
La cuarta temporada de Entrevías ya está en marcha, en enero terminó de rodarse. Para entonces hacía ya tiempo que Telecinco había vendido los derechos de emisión de la serie a Netflix: la prueba es que en el primer semestre 2023 las dos primeras temporadas de Entrevías lograron colarse en el top 100 mundial (en todas las lenguas) de la plataforma. Y, a partir de ahí, las aventuras de los Abantos fueron poco a poco escalando posiciones hasta acabar convirtiéndose en la serie de habla no inglesa más vista a nivel global de todas las que hay en la famosa plataforma. Un fenómeno similar al que ocurrió con La casa de papel, producida en un primer momento por Atresmedia y que, tras estrenarse en Antena 3 y anotarse una importante cuota de pantalla de en torno al 25%, pegó el petardazo al adquirir Netflix los derechos para su emisión global.
Alea Media, la productora de Entrevías, se jacta de tener como seña de identidad el mostrar historias que emocionen e impacten. Ha reflejado el conflicto vasco en Patria, la salud mental de un joven en El Silencio (también top 100 mundial de Netflix del primer semestre de 2023) o el alzhéimer de un narco en Vivir sin permiso. Y este año estrenará Yo, adicto, la serie de Javier Giner basada en su propia historia de adicciones. ¿Cuál es la clave del éxito de esta productora?
“No siempre hemos tenido éxito en Alea Media”, asegura modesto Aitor Gabilondo. “Además, me da mucha vergüenza hablar en términos de éxito y de fracaso. Dos impostores, como dijo Kipling”.
Desde Uruguay hasta Bruselas, buena parte del mundo está en ascuas con las aventuras y desventuras de una familia del barrio obrero madrileño de Entrevías, los Abantos. En Italia contienen el aliento ante sus andanzas, y lo mismo ocurre en Francia, en Grecia, en Argentina, en Uruguay, en Brasil, en Bolivia, en Marruecos… Hasta en la isla de Reunión —al este de Madagascar— y en Arabia Saudita hay quienes siguen con interés sus líos y vicisitudes varias.