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¿Qué significa 'woke'? Un repaso a todo lo que debes saber antes de usar la palabra de moda
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Significado y evolución del término

¿Qué significa 'woke'? Un repaso a todo lo que debes saber antes de usar la palabra de moda

El concepto 'woke' tradicionalmente asociado a las reivindicaciones de las minorías y a la justicia social, ha sido cuestionado en los últimos años. Estos son sus orígenes e historia

Foto: ¿Qué significa 'woke'? (Unsplash/Tito Texidor III)
¿Qué significa 'woke'? (Unsplash/Tito Texidor III)

Durante los últimos años, se ha extendido el término woke para referirse a una serie de valores y puntos de vista asociados a la izquierda y al progresismo, y más concretamente centrados en la defensa de las minorías étnicas y sociales, así como al feminismo. Sin embargo, hoy en día muchos de los que utilizan esta palabra, especialmente en redes sociales y foros de Internet, lo hacen con connotaciones negativas, como una especie de reacción a lo que consideran que son excesos culturales de los ideales progresistas.

Aunque el término woke se ha popularizado a gran escala durante la última década, lleva prácticamente un siglo empleándose en Estados Unidos. Su origen está estrechamente relacionado con las luchas sociales de los afroamericanos: después de que esta comunidad llevase ya un tiempo utilizando con fuerza el concepto wake up ("despierta" o "despertad") como llamamiento para reivindicar derechos, el legendario cantante y músico Lead Belly pronunció las palabras stay woke en 1938, tras interpretar una canción sobre unos afroamericanos que fueron falsamente acusados de violación.

En este caso, al decir stay woke, la intención de Lead Belly era alertar a la población negra de que andasen con cuidado y fuesen con los ojos bien abiertos, para así evitar que las autoridades les acusasen injustamente de cosas que no habían hecho por prejuicios racistas o actuasen de manera desproporcionada con ellos, como le había sucedido a los protagonistas de la canción y como ocurría a tantas otras personas por su color de piel (y que por desgracia ha seguido ocurriendo en Estados Unidos). En cualquier caso, la grabación fue muy influyente, y contribuyó a popularizar el término de manera general entre la comunidad afroamericana.

De hecho, woke proviene del dialecto del inglés afroestadounidense, y en un inglés estándar sería más correcto decir awake ("despierto"). Durante la segunda mitad del siglo XX, el término cada vez se utilizaba de manera más política y reivindicativa por parte de los ciudadanos negros, en el sentido de estar despiertos ante las injusticias raciales, y ya en 2008 la música volvió a darle un nuevo y definitivo impulso, esta vez por parte de la cantante de R&B y neo soul Erykah Badu.

La canción Master Teacher repite las palabras I stay woke, de manera más bien introspectiva y personal, pero fue crucial para establecerlas como un eslogan de justicia social para la comunidad afroamericana durante los siguientes años, en los que el hashtag #Staywoke ganó una presencia creciente en redes sociales para alertar contra las discriminaciones y las injusticias.

La expresión woke ganó aún más visibilidad a raíz de las movilizaciones de Black Lives Matter, desde 2014, cuando 'Stay woke' fue uno de los principales lemas para protestar contra los abusos policiales a personas negras en Estados Unidos, e incluso existe un documental sobre dicho movimiento con ese título. Durante los últimos años, se ha extendido más a otras causas para defender también otras minorías étnicas, la comunidad LGTBI y los derechos de las mujeres.

Críticas al 'woke' y a la cultura de la cancelación

En años más recientes, la palabra woke se ha utilizado de forma crítica, a menudo por personas de tendencia conservadora o descontentas con la izquierda, para arremeter como reacción contra lo que en ocasiones perciben como una imposición de ideas y elementos que les parecen artificiales y forzados. Por ejemplo, la creciente inclusión de personajes negros y LGTBI en películas o series, y de temáticas de justicia social en sus tramas. El mismísimo Elon Musk llegó a tuitear (o 'publicar', como él preferiría decir) de forma un tanto polémica que "el virus mental woke está haciendo que Netflix sea insoportable de ver".

Los críticos del woke también denuncian frecuentemente lo que llaman 'cultura de la cancelación': figuras públicas cuyas carreras profesionales y artísticas sufren (con la pérdida de contratos y de publicidad) tras haber protagonizado alguna polémica con tintes políticos o haber sido acusados por algún tipo de abuso o acoso, aunque su culpabilidad aún no haya sido confirmada judicialmente.

Muchos han cuestionado que el 'woke' supuestamente imponga unas ideas y exigencias

Por ejemplo, la actriz Gina Carano, que participaba en la serie The Mandalorian (del universo Star Wars), fue despedida por Disney después de que comparase en redes sociales el trato que reciben hoy en día los simpatizantes del conservador Partido Republicano con la persecución que sufrieron los judíos en la Alemania Nazi. Aunque muchos criticaron semejante comparación, hubo quienes responsabilizaron el clima político de la supuestamente predominante cultura woke de que la actriz perdiese su trabajo por el hecho de dar públicamente una opinión, más allá de lo afortunada que pudiese resultar.

Algo parecido ocurrió con músicos como Ariel Pink y John Maus, que vieron cómo les cancelaban muchos conciertos tras haber asistido a la concentración previa al asalto al Capitolio de 2021, pese a que no llegaron a formar parte del propio asalto. Eso sí, en el caso de Pink también hay que sumar las acusaciones de abuso sexual por parte de su expareja.

Foto: Viñeta de 'Tintín en el Congo'.

Tampoco podemos olvidarnos de las nuevas ediciones de libros de Roald Dahl que fueron lanzadas hace un año en Reino Unido, en las que reescribían numerosos pasajes de su obra para ajustarse más a la corrección política actual y eliminar palabras que consideraban ofensivas, integrando a su vez más elementos de inclusión y diversidad. Muchos vieron en ello también motivaciones y presiones woke.

Aunque la cultura de la cancelación no siempre está motivada por lo que se percibe como una imposición del woke o de presiones progresistas, y uno de los casos más sonados fue impulsado por sectores conservadores: el despido del director James Gunn por parte de Disney, por unos antiguos tuits en los que había hecho chistes sobre la pedofilia, aunque posteriormente se hubiese retractado y pedido disculpas. Finalmente, y ante la insistencia de compañeros y fans, Disney le volvió a contratar para que dirigiese Guardianes de la Galaxia Vol. 3.

Pero en general, existe un debate social entre los actuales valores woke a nivel cultural: algunos defienden que hoy en día no se permitan ya ciertos comentarios y chistes que puedan ser considerados racistas u homófobos, y lo ven como un avance necesario en la sociedad para exigir comportamientos más ejemplares; mientras que otros lo consideran una limitación a la libertad de expresión. Por supuesto, también hay quienes reclaman un término medio.

Críticas anticapitalistas al 'woke'

Por otra parte, también hay que señalar que cada vez más personas, incluyendo algunas de izquierda, critican algunas de las dinámicas sociales y empresariales que creen que se han generado en torno a los valores woke, y han llegado a decir que el capitalismo y el liberalismo los están absorbiendo de manera falaz, para representarlos artificialmente con motivos de imagen y marketing, pero sin atender a las verdaderas injusticias de manera honesta, las cuales blanquean con el simbolismo woke.

Foto: Protesta a la puerta del Congreso en Madrid contra la ley trans. (EFE) Opinión

Pero como en todo, hay opiniones para todos los gustos, y otros también valoran que incluso las grandes empresas se vean forzadas a dar estos pasos para visibilizar la inclusión y la igualdad desde la influencia que ostentan.

Durante los últimos años, se ha extendido el término woke para referirse a una serie de valores y puntos de vista asociados a la izquierda y al progresismo, y más concretamente centrados en la defensa de las minorías étnicas y sociales, así como al feminismo. Sin embargo, hoy en día muchos de los que utilizan esta palabra, especialmente en redes sociales y foros de Internet, lo hacen con connotaciones negativas, como una especie de reacción a lo que consideran que son excesos culturales de los ideales progresistas.

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