‘Robots’: la tercera obra de teatro (que también es cine) del directivo del Ibex

Fernando Ramírez ya tiene interiorizado que tarda al menos cinco años en trasladar lo que es apenas una idea de ficción teatral al estreno para disfrute en un patio de butacas. “Ciclos de paciencia infinita”, los denomina. Por eso, cuando llega el momento de enseñar la obra al público, es un continuo tiempo de celebración.

Para ningún autor es fácil enfrentarse al tópico — real — de la hoja en blanco, pero parece que para Ramírez (Málaga, 1974) es más complicado todavía: tiene un trabajo que se sitúa en las antípodas creativas de su obra como dramaturgo. Su responsabilidad como director de Merlin Properties, la mayor compañía inmobiliaria de España y Portugal y que cotiza en el Ibex 35, solo le deja hueco por las noches y horas del fin de semana para escribir sus producciones teatrales. Robots es la tercera, tras Subprime (2012) y Faraday (2018).

¿Qué pasaría si se persigue un fin lo más noble posible y altruista y al final se utiliza con ideas equivocadas? Es el punto de partida de la obra que se estrena este miércoles en el Palacio de Festivales de Santander y que luego recalará en el Festival de Teatro de Málaga (26 de enero), en los Teatros del Canal de Madrid (del 26 de marzo al 18 de abril) y en al menos media docena más de ciudades. Se trata de un thriller de una hora y cuarenta minutos de duración inspirado en hechos reales, sobre intrigas políticas y económicas para intentar producir test PCR en tiempo récord.

En pleno confinamiento

La acción transcurre en esos meses aciagos, tan oscuros, de la primavera de 2020. En pleno confinamiento. Los robots están en China, el mundo está parado, es un gran desafío su instalación y hace falta dinero y permisos. Los protagonistas son la presidenta de un gran banco (Ana Turpin), el director de marketing de una multinacional (Iker Lastra) “y un político de medio pelo” del Ministerio de Sanidad al que el público le ve actuar con verdades desnudas que resultan mentiras.

El ridículo de Maldonado se convierte en obsceno. “Es un Rubiales del Ministerio de Sanidad”

La obra abunda en el suspense de acción sin fin donde también hay hueco para algún elemento cómico. El político se llama Maldonado y lo interpreta Juanjo Artero. El ridículo de Maldonado se convierte en obsceno. “Es un Rubiales del Ministerio de Sanidad”, sentencia el dramaturgo.

¿Y cómo interactúan los personajes si están confinados? Ese fue uno de los grandes desafíos de la puesta en escena. Hablan detrás de una pantalla y si se cruzan una mirada en realidad no se están viendo. Ahí la dirección de Gabriel Olivares es decisiva. Olivares ha trasladado el concepto de obra que había escrito Ramírez: una acción que fuera al mismo tiempo teatro, cine y televisión.

De hecho, no hay decorado y se monta escena sobre escena. “Yo creo que la propuesta es sorprendente y dinámica. Es lo que lo hace especial y único”, cuenta Ramírez. Robots ha tenido ocho semanas de ensayos de los que solo un mes se ha dedicado a la parte coreográfica para reforzar la propuesta visual de la obra. “Ante todo es un entretenimiento fabuloso”, subraya el dramaturgo con no poco entusiasmo. Se trata de un proyecto que nace con mucha más visibilidad que los otros dos anteriores porque ya no es un autor novato y por el prestigio de Gabriel Olivares.

Fernando Ramírez admite que, al igual que en el cine y la televisión, el teatro no es ajeno a la dictadura de la audiencia. Cada vez hay menos paciencia en el público que acude a los teatros. “El boca-oreja tiene que funcionar a la velocidad del rayo. En la cartelera actual hay mucho riesgo. El 90% es comedia, lo que funciona son los monólogos y los personajes televisivos que aparecen en programas de televisión o en musicales”, remata.

‘Castellana’, la película

Por su parte Subprime, la primera obra de teatro de Fernando Ramírez, se ha trasladado al tiempo actual para una película que se llamará Castellana. Producida por Omza, responsable de series como ‘El Ministerio del Tiempo’ o ‘Parot’, ha sido guionizada por Alonso Aporta y el propio Ramírez. “Es un ‘thriller’ a lo bestia”, destaca. La cinta pretende enseñar la estructura del poder madrileño a través de una empresa del Ibex al borde del colapso y contará con persecuciones por el Paseo de la Castellana. Se encuentra en fase de preproducción y la intención es rodarla en 2025.