Es noticia
Los Red Hot Chili Peppers llenan el último día del Mad Cool, pero es Prodigy quien no defrauda
  1. Cultura
Tercer día

Los Red Hot Chili Peppers llenan el último día del Mad Cool, pero es Prodigy quien no defrauda

El tercer día del festival más importante de Madrid ha dejado sus luces y sus sombras. Liam Gallagher, M.I.A y The Prodigy consiguen dejar un buen sabor de boca a pesar de los 'Red Hot'.

Foto: Integrantes del grupo estadounidense Red Hot Chili Peppers durante el Mad Cool Festival. (EFE/Kiko Huesca)
Integrantes del grupo estadounidense Red Hot Chili Peppers durante el Mad Cool Festival. (EFE/Kiko Huesca)

El cierre del mayor festival de Madrid (aunque con una ventaja pequeña, dada la llegada este año del Primavera Sound a la Meseta) fue un lleno absoluto. Cualquier persona que pasase cerca de una boca de Metro de la línea 3 vio mareas de personas vistiendo camisetas con estrellas (no puntiagudas) de ocho puntas, el icono de los Red Hot Chili Peppers (RHCP a partir de ahora). En total, 70.000 asistentes se reunieron para ver al grupo de Los Ángeles interpretar sus icónicas canciones... y se quedaron con las ganas.

Los estadounidenses Sylvan Esso y los británicos Years & Years se encargaron de abrir el día y poner a la gente en situación gracias a su pop electrónico, que realmente poco tenía que ver con lo que estaba por llegar, pero que permitían un flujo de gente hacia los escenarios secundarios, donde el cuarteto de pop rock coreano The Rose o los vizcaínos Belako ofrecían una oferta más acorde con la primera gran estrella de la jornada: Liam Gallagher.

Todo el mundo esperaba unos 'greatest hits', pero se encontraron con la versión de los RHCP de la gira del St. Anger de Metallica

El ex de Oasis, fiel a su negativa de tocar la menor cantidad posible de temas de su hermano (y archienemigo) Noel, cumplió con creces (el primer día Robbie Williams rescató a los que no podían vivir sin escuchar 'Don't Look Back in Anger'). Alternó temas de sus discos en solitario (como Wall of Glass) con lo que de verdad va la gente a escuchar: Oasis. De hecho, más de la mitad de los las canciones interpretadas eran de su anterior gran proyecto, finalizando (como debería ser), con Wonderwall y Champagne Supernova. A pesar de que en el escenario principal (prácticamente gemelo al segundo, pero con un espacio para el público mucho mayor), dependiendo del área donde se situasen los asistentes, la calidad del sonido decaía considerablemente, no cabía un alfiler mientras el atardecer iluminaba al de Mánchester.

Al mismo tiempo, en el tercer escenario, Kurt Vile y su banda, The Violators (que vieron su asistencia al 'Mad Cool Sunset' el año pasado truncada por la lesión de Zack de la Rocha y las cancelaciones consiguentes de la gira de Rage Against the Machine y del festival de un día), veían 'calvas' por doquier entre el público. Liam se lo estaba comiendo todo, a pesar de que el cantante de folk fock (y sus claras influencias 'dylaniescas') estaba dando un auténtico espectáculo (menos por su tema más conocido, 'Pretty Pimpin', que decidió cambiar de arriba a abajo, desconcertando tanto a los fans como a los despistados que se habían perdido de camino al del ex de Oasis).

Foto: Isabel Díaz Ayuso, en una evento de campaña para el 23-J en Madrid. (EFE)

Todavía quedaban resquicios de luz en el cielo y, teniendo en cuenta que el espectáculo de los RHCP necesitaba la noche cerrada, la responsabilidad de mantener al público despierto y animado recayó sobre la británica M.I.A. (que era de los pocos 'cabeza de cartel' que no estaban de gira, sino que se trataba de un fichaje premeditado). Y ahí todo el mundo bailaba. Cierto es que, del mismo modo que ocurría con Sylvan Esso o Years & Years, su música poco tenía que ver con el 'antes' y el 'después' (en muchos sentidos, el Mad Cool sigue siendo un festival de 'rock'). Pero dio igual, M.I.A daría juego en cualquier lado, y en escenario 2 se sentía como en casa. No en vano, cuando sonaron los primeros compases de 'Paper Planes', la locura y el canto al unísono por parte del público la llevaron a lanzarse a 'surfear' al gentío (y a ser rescatada por parte del equipo de seguridad momentos después). Después de esto, solo quedaba el plato fuerte.

Si en la jornada del viernes la responsabilidad de animar al personal recayó en manos de Queens of the Stone Age (que cumplieron como si estuvieran tocando 'Menea el Bullarengue' de Siniestro Total), en la del sábado el grupo encabezado por Anthony Kiedis tenía a más de 50.000 personas dispuestas a darlo todo. Todo el mundo esperaba unos 'greatest hits', pero se encontraron con la versión de los RHCP de la gira del St. Anger de Metallica. No es que los que vayan a verlos en directo alberguen muchas esperanzas de escuchar temas del Mother's Milk o del One Hot Minute (vetado por el guitarrista, John Frusciante), pero tal vez esperan escuchar más cosas que la clásica dupla final Under the Bridge - Give it Away. Pues ni eso.

placeholder Liam Gallagher durante la tercera jornada del Mad Cool. (EFE/Kiko Huesca)
Liam Gallagher durante la tercera jornada del Mad Cool. (EFE/Kiko Huesca)

Cierto es que los RHCP tienen un repertorio inmenso y en directo cambian los temas de cada concierto, pero nos quedamos sin escuchar 'fijos' de esta gira como 'Cant' Stop', 'Otherside', 'Suck my Kiss', 'Soul to Squeeze', 'Dani California'... y la lista sigue; mucho último disco y muy poco tema anterior a 2002. A pesar de eso, los de Los Ángeles siguen siendo el 'grupo' más grupo de los que te puedes encontrar en cualquier festival del mundo. Las más que frecuentes 'jam sessions' entre Flea y Frusciante justificaban, por sí solas, la clasificación como 'estrellas del rock', con todas y cada una de las letras. Daba igual que no existiese la más mínima complicidad entre ellos y el público (daba la sensación de que no querían estar ahí), estaban haciendo su trabajo, mejor que nadie, tocando lo que ellos querían tocar, de maravilla (tanto, que hasta Anthony Kiedis afinó todas y cada una de las notas que cantó, cosa por la que no es famoso).

Pero el dolor de verdad llegó al final: tras el típico paripé de 'muchas gracias Madrid, adiós' y apagón de luces (dicho de otro modo, los bises hace mucho que se convirtieron en un teatro rutinario que no sirve para nada), los que le hubieran echado un ojo al 'setlist' de su gira sabían que de un momento a otro la guitarra de Frusciante, en solitario, empezaría a reproducir las primeras e icónicas) notas de Under the Bridge... Pues no, resultaron ser las de 'I Could Have Lied', otra balada del Blood Sugar Sex Magik, pero para nada con el mismo significado e importancia. Sí, después el cierre definitivo fue Give it Away (si no, se hubiese montado un tumulto), pero el daño estaba hecho.

placeholder M.I.A en el Mad Cool en Madrid, este sábado. (EFE/Kiko Huesca)
M.I.A en el Mad Cool en Madrid, este sábado. (EFE/Kiko Huesca)

Tal vez esto fuese la causa de que las salidas empezasen a abarrotarse. A fin de cuentas, gran parte del público estaba ahí por los RHCP, ¿por qué quedarse? Muy simple: porque The Prodigy estaba a punto de dar el mejor concierto del Mad Cool, de lejos.

Primeros segundos: láseres, espectáculo de luz y de color (no como en la Feria de Abril, pero casi) y los primeros compases de 'Breathe'. Menuda manera de empezar. Antes del concierto, en las cabezas de muchos rondaba la inevitable pregunta: ¿qué sentido puede tener The Prodigy sin el icónico vocalista Keith Flint, miembro fundador y cabeza visible de la banda, fallecido en 2019? Pues todo el del mundo. No se nota. De hecho, es posible (aunque esto pueda resultar controvertido) que sea mejor ahora. En el momento en el que Maxim Reality, (el otro vocalista) abrió la boca, el Mad Cool podría haberse convertido en el festival más 'eco' de España, porque con la energía que desprendía no habría hecho falta acceso a la red eléctrica. "Breathe the pressure; come play my game, I'll test you" y sí, todos jugamos a ese juego, encantados.

placeholder Tercera jornada del Mad Cool. (EFE/Kiko Huesca)
Tercera jornada del Mad Cool. (EFE/Kiko Huesca)

Prodigy eliminó cualquier duda acerca de su 'validez' como cabeza de cartel en tan solo 20 segundos y el hecho de que 'Omen' siguiese, sin tiempo para respirar, a Breathe ya consiguió meter en el bote a todos los que quedaban en los terrenos de Villaverde. Pocos minutos después, en un concierto que empezó al 100% y que, inexplicablemente, solo iba hacia arriba, todo el mundo saltaba, bailaba y un 'pogo' gigantesco (motivado, eso sí, por Maxim Reality) se había formado delante del escenario. A todas estas buenas noticias hay que sumar que, a pesar de que The Prodigy, al menos en sus discos, se trata de un grupo 'electrónico', en directo, al menos ahora, recuerda en muchos momentos a un rock-metal electrónico, 'cercano' a Nine Inch Nails.

Ellos fueron los encargados de cerrar el festival y mantuvieron al público atento hasta el último momento (y eso que en todas las barras cercanas, no quedaba ni cerveza ni camareros). Hace falta ser muy bueno para que no se te vaya un público sobrio por momentos... Como es clásico con The Prodigy, Out of Space fue la encargada de cerrar, no solo su concierto, sino esta edición del Mad Cool, de la mejor forma posible: dejando a la gente con ganas de más.

2023, luces y sombras

Esta edición del más importante festival de la capital de España ha tenido cosas muy buenas... y alguna que otra a mejorar. Cierto es que después de tres ediciones en Valdebebas, puedes perder cosas que das por hecho con un cambio de localización (Villaverde Alto en este caso). En su anterior emplazamiento, casi sin quererlo, los asistentes ya tenían más o menos claro cómo moverse, hacia dónde ir, dónde estaban los escenarios y la comida, etc... Ahora, por desgracia, ha tocado empezar de cero.

Esto, sumado a un emplazamiento con una superficie similar (185.000 m2) pero con una distribución mucho más cuadrada en vez de rectangular, y la colocación de (todos) los baños en un solo bloque en mitad del recinto (y solo con una entrada y una salida) han propiciado momentos comprometidos, de miles de personas confluyendo en un mismo espacio y dirigiéndose todos en sentidos opuestos. También se ha notado un ligero descenso de 'barra' (aunque nadie ha tenido que esperar más de un minuto para pedir su bebida favorita). Fluidez es la palabra que define todos los servicios en la edición de 2023 (aunque en el caso de los baños, hay que añadirle un 'agobiante').

Foto: Ambiente del concierto de Pet Shop Boys durante el Primavera Sound ayer en el Civitas Metropolitano Stadium, en Madrid, ayer, la jornada previa del Primavera Sound. (Getty/Redferns/Mariano Regidor)

En el terreno musical, las noticias han sido muy positivas. Tal vez las alternativas de los escenarios más pequeños no han tenido la misma fuerza que otros años, pero The Offspring (hasta que Dexter Holland perdiera la voz en 'Pretty Fly'), el 'remember' que supone un concierto de Robbie Williams y (sobre todo) Lizzo el jueves; Puscifer (el otro-otro grupo de Maynard James Keenan, diseñado como su 'juguete' cómico-musical); Queens of the Stone Age (y la capacidad que tiene Josh Homme para darte lo que él quiere, y que acabes encantadísimo, dándole las gracias) el viernes y Liam Gallagher (dejando ver que es el mejor de los Gallagher) y Prodigy (reivindicando que todavía les queda muchísima guerra que dar) el sábado han sido fundamentales a la hora de dejar claro que al Mad Cool le queda futuro por delante.

En el otro lado del espectro, nos encontramos a los RHCP y su falta de interés; a los Black Keys y su falta de ¿ensayo? (el material estaba ahí, pero la ejecución dejaba mucho que desear) o Men I Trust, y su falta de todo. En general, por suerte para todos, muchas mejores buenas noticias que malas.

El cierre del mayor festival de Madrid (aunque con una ventaja pequeña, dada la llegada este año del Primavera Sound a la Meseta) fue un lleno absoluto. Cualquier persona que pasase cerca de una boca de Metro de la línea 3 vio mareas de personas vistiendo camisetas con estrellas (no puntiagudas) de ocho puntas, el icono de los Red Hot Chili Peppers (RHCP a partir de ahora). En total, 70.000 asistentes se reunieron para ver al grupo de Los Ángeles interpretar sus icónicas canciones... y se quedaron con las ganas.

Festivales Música
El redactor recomienda