Es noticia
Cuatro claves que explican el traspié del Primavera Sound en Madrid
  1. Cultura
¿Ante el fin de los macrofestivales?

Cuatro claves que explican el traspié del Primavera Sound en Madrid

El macrofestival ha cancelado su jornada de apertura por meteorología adversa, pero otros signos alertaban de varios problemas desde hacía semanas

Foto: Ambiente del concierto de Pet Shop Boys durante el Primavera Sound ayer en el Civitas Metropolitano Stadium, en Madrid, ayer, la jornada previa del Primavera Sound. (Getty/Redferns/Mariano Regidor)
Ambiente del concierto de Pet Shop Boys durante el Primavera Sound ayer en el Civitas Metropolitano Stadium, en Madrid, ayer, la jornada previa del Primavera Sound. (Getty/Redferns/Mariano Regidor)

Se esperaban 300.000 asistentes, 85.000 diarios en el complejo de Arganda del Rey y 60.000 en otros espacios. Así lo había anunciado la Comunidad de Madrid a finales de marzo de este año cuando el festival Primavera Sound se vendía como uno de los grandes eventos culturales y musicales del año. La gran marca barcelonesa aterrizaba por primera vez en suelo madrileño con todos los galones. De hecho, aunque sin subvenciones públicas, la comunidad había aportado 850.000 euros en patrocinio. La propia nota de prensa de marzo destacaba el enorme número de pernoctaciones —hasta 200.000— que generaría el macrofestival en la región.

Sin embargo, no se van a cumplir esas cifras. El miércoles por la tarde el propio festival anunciaba la cancelación de la jornada del jueves —dura hasta el domingo y de momento siguen los conciertos previstos— por “la adversa previsión meteorológica”, según el comunicado oficial de la organización. No obstante, también hay otros motivos que desde hace días ya daban cuenta de que el gran festival que iba a traer a Blur, Kendrick Lamarr, Depeche Mode o Rosalía como cabezas de cartel no estaba demasiado bien amarrado. Aquí van algunas claves:

1. Precio de las entradas

El coste del abono para todos los días es de 325 euros. La entrada de un día cuesta en torno a los 125 euros (y puede llegar a los 185 euros). En 2022, el abono estaba en 245 euros, por lo que el aumento es de casi 80 euros de un año para otro, es decir, más del 30%. No son pocas las quejas que ha habido por estos incrementos. A eso se suma que en Madrid se celebran en las próximas semanas otros macrofestivales como el Mad Cool o el Tomavistas (más pequeño), más baratos y más comerciales. Y a eso se añade también que el Primavera Sound Barcelona, con los mismos precios, se celebró la semana pasada. ¿Hay público para tanto macrofestival con estos precios? Un día le puede salir a cualquiera —entre entrada, comida y bebida e incluso alojamiento— por mucho más de 200 euros.

¿Hay público para tanto macrofestival con estos precios?

Que algo estaba ocurriendo con la venta de entradas lo resaltaba el hecho de que se estuvieran regalando en estas últimas semanas. En diferentes empresas ha habido regalos de lotes de entradas para el Primavera Sound.

2. El cartel

Los cabezas de cartel del Primavera Sound son Blur, Depeche Mode, Rosalía, Bad Gyal, Bad Religion y Kendrick Lamar. Excepto este último, como han resaltado asistentes habituales a otros festivales, las grandes apuestas no son grupos que apenas vienen a España. Es decir, igual no hace falta gastarse 200 euros para verlos un rato.

Un dato interesante, no obstante, es que los grupos suelen tener contratos de exclusividad con los festivales. Es decir, quienes venían al Primavera Sound, aunque se haya cancelado para hoy, no pueden actuar en otro concierto en Madrid que no esté organizado por el Primavera Sound.

3. El recinto

El recinto de Arganda del Rey, la llamada Ciudad del Rock, está maldito. Allí fue donde se celebró el Rock in Río entre 2008 y 2012 con ediciones bianuales y todo acabó fatal con enormes costes para el Consistorio y hasta con implicados en la trama Gürtel. Así se cuenta en este reportaje de Mario Escribano en el que se señala cómo se empezó con cabezas de cartel como Metallica, Bob Dylan y Neil Young y acabaron con Maná y La Oreja de Van Gogh. El Rock in Río fue una gestión que empezó un Gobierno del PP y continuó uno del PSOE con una recalificación de terrenos que todavía no se ve clara, fue una inversión nefasta que le ha seguido costando al municipio medio millón de euros al año.

Foto: Actual estado del recinto de Rock in Rio.

Y, una vez más, estaban detrás todos los males que ahora tocan a la puerta del Primavera Sound. Las entradas de aquel festival rondaban los 80 euros —variaba según el cartel—, y daban acceso a ver los conciertos, que no eran más de cinco y algunos de ellos solapados entre sí. No había posibilidad de comprar un abono que implicara algún descuento: si se quería ir tres días, se pagaban tres entradas.

Y seguía estando donde está hoy: a 30 kilómetros del centro de Madrid. Aunque Arganda tiene metro, el recinto está a ocho kilómetros de la ciudad. Para esta ocasión, únicamente se habían dispuesto autobuses desde el Civitas Metropolitano. Desde luego, no es el lugar más cómodo para ir cuando te has gastado 200 euros.

4. ¿Colapso generalizado?

El año pasado ya hubo problemas con varios macrofestivales, en muchos casos, debido a una organización deficiente. Este 2023, es el Primavera Sound el primero que se lleva el zarpazo —como se ha señalado en redes, hay muchos festivales en Reino Unido donde la lluvia monta tal barrizal que los asistentes tienen barro hasta las rodillas y no por eso se cancelan—, pero hay otros que están viendo las orejas al lobo.

En el Mad Cool, que este año cambió su ubicación para trasladarse a Villaverde, los terrenos están todavía sin terminar y se celebra del 6 al 8 de julio. Y en el Boombastic, del 16 al 17 de junio en Rivas, la empresa de hamburguesas El Salseo está regalando estos días hasta 3.000 abonos, lo cual no da muy buenas sensaciones.

¿Estamos ante el final de los macrofestivales? ¿Quedarán solamente los más pequeños, más cuidados y mucho más baratos? Este verano es clave.

Se esperaban 300.000 asistentes, 85.000 diarios en el complejo de Arganda del Rey y 60.000 en otros espacios. Así lo había anunciado la Comunidad de Madrid a finales de marzo de este año cuando el festival Primavera Sound se vendía como uno de los grandes eventos culturales y musicales del año. La gran marca barcelonesa aterrizaba por primera vez en suelo madrileño con todos los galones. De hecho, aunque sin subvenciones públicas, la comunidad había aportado 850.000 euros en patrocinio. La propia nota de prensa de marzo destacaba el enorme número de pernoctaciones —hasta 200.000— que generaría el macrofestival en la región.

Música Festivales Música