Berlinale, año 1 d.C. (después de Carla Simón): una vasca busca el éxito de 'Alcarràs'

Apenas dos grados sobre cero aguardan en Berlín en el año 1 d.C, después de Carla (Simón). Los Goya del pasado sábado cerraron el ciclo del único Oso de Oro español del milenio, de la única mujer Oso de Oro española en la historia del cine, y a pesar de que Alcarràs no se llevó ningún cabezón, la bandera en el pico más alto en uno de los Tres grandes festivales de cine del mundo, junto al de Cannes y Venecia. Simón estará presente este año de otra manera, como miembro del jurado internacional que este año preside la actriz estadounidense Kristen Stewart, que ya ha dejado muy atrás su carrera como estrella juvenil en Crepúsculo para convertirse en musa del cine de autor más radical, como muestra su papel, por ejemplo, en Crímenes del futuro, de David Cronenberg.

La Berlinale celebra este año su 73 edición, que comienza este jueves 16 de febrero y se prolonga hasta el 26, volviendo a desplegar la alfombra roja en su Palast de cristal y metal frente a la Postdammer Platz, llenando la ciudad de gente del cine, gente que quiere ser del cine y gente que habla de cine. Este año, además, volverá a haber presencia española en la Sección Oficial con la ópera prima de la directora vasca Estíbaliz Urresola, 20.000 especies de abejas, un drama ambientado en el País Vasco protagonizado por Sofía Otero, en el que cuestiona los roles de género, la identidad sexual y el choque entre naturaleza y aprendizaje.

Pero no será la única cinta española que pasará por el programa: dos producciones gallegas, también óperas primas, participan en sendas secciones paralelas. La primera, Matria, de Álvaro Gago, competirá en Panorama. La prolongación del corto homónimo del director vigués, que consiguió en Gran Premio de Sundance en 2018 y que estuvo nominado al Goya, retoma la historia de Francisca Iglesias, la mujer que se encargaba de cuidar del abuelo de Gago y que más tarde trabajó en una fábrica de conservas en las Rias Baixas, en un relato que busca contestar el cliché del "supuesto matriarcado gallego".

Estíbaliz Urresola compite con su ópera prima '20.000 especies de abejas' en la Sección Oficial

Otra de las competidoras españolas es Sica, de Carla Subirana, que concurre en la sección Generation K-Plus, la misma en la que participó hace tres años Las niñas, de Pilar Palomero. Subirana, que estuvo nominada en 2012 a la Biznaga de Oro por Kanimambo, dirige ahora un drama de aprendizaje rodado en la Costa da Morte en la que la protagonista, una chica de catorce años, espera que el mar le devuelva el cuerpo de su padre, un marino ahogado en un naufragio. Precisamente otro gallego, Lois Patiño, participa con Samsara en la sección Encounters, otro trabajo que incide en la capacidad inmersiva de las imágenes, con reminiscencias de Apitchapong Weerasethakul, rodada en un templo budista de Laos.

Desde que en 2019 el festival anunció que tomarían las riendas Carlo Chatrian, antiguo director artístico del Festival de Locarno, y Mariëtte Rissenbeekla, antigua directora de German Films, ésta es la primera edición en la que la Berlinale vuelve a la normalidad prepandémica, sin restricciones de aforo ni mascarillas. Además, el certamen le dedica parte de su programación a la Guerra de Ucrania, con proyecciones de películas como Eastern Front, de Vitaly Mansky & Yevhen Titarenko -Mansky trabajó en el departamento de imagen durante la primera campaña electoral de Putin-, Superpower, el documental en el que Sean Penn retrata a Zelenski, un actor convertido en presidente y reconvertido en héroe del mundo libre durante la invasión de Rusia a Ucrania, o Iron Butterflies, de Roman Liubyi, que investiga el accidente del avión MH17 de Malaysia Airlines en 2014 y las teorías de que fue derribado por rebeldes prorrusos de la región del Donbás.

"Los festivales de cine son lugares que buscan reforzar la libertad de expresión y el diálogo pacífico", apunta un comunicado de la Berlinale. "Con la actual guerra de agresión contra Ucrania, las valientes protestas en Irán y en muchas otras partes del mundo, la Berlinale se pone en 2023 más firme si cabe en la defensa de estos valores democráticos y recuerda a las víctimas de la guerra, la destrucción y la opresión en todo el mundo".

En estos once días de certamen -del 16 al 26 de febrero- hasta 287 títulos pasarán por las 15 secciones que tienen su sede por los cines y teatros de toda la capital alemana. En El Confidencial hemos seleccionado algunas de las películas más prometedoras de la Sección Oficial.

20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola

"Cocó, de ocho años, no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane, (Patricia López Arnaiz), sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, donde reside su madre Lita (Itziar Lazkano) y su tía Lourdes (Ane Gabarain), estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. Este verano que cambiará sus vidas obligará a estas mujeres de tres generaciones muy distintas a enfrentarse a sus dudas y temores. Y sobre todo, a Ane a ser por fin honesta consigo misma".

Art College 1994, de Liu Jian

"China en la década de 1990: un grupo de jóvenes se prepara para enfrentarse a un mundo atrapado entre la tradición y la modernidad. El cineasta y pintor Liu Jian vuelve a la Competición de la Berlinale con una película de animación dedicada a la pasión por el arte y la vida".

Bai Tha Zhi Guang, de Zhang Lu

"El crítico gastronómico Gu Wentong descubre dónde vive ahora el padre con el que había perdido el contacto cuando era niño. Mientras tanto, comienza una relación con una colega más joven. La gente se acerca y se aleja, pero las imágenes y los sonidos quedan para atestiguarlo".

Hasta el final de la noche, de Christophe Hochhäusler

"El policía encubierto Robert se gana la confianza de un traficante de drogas en Internet fingiendo una relación con Leni. Pero el amor verdadero también está en juego en esta ingeniosa película. Una mezcla inteligente y sutil de género y cine de autor".

Blackberry, de Matt Johnson

"Adaptación del libro Losing the Signal, de Jacquie McNish, BlackBerry cuenta la historia del espectacular ascenso y la caída meteórica del primer teléfono inteligente del mundo. Una historia moderna llena de humor, pero implacable, sobre las grandes empresas y la necesidad enfermiza de mantenerse en la cima".

Disco Boy, de Giacomo Abbruzzese

"Tras un largo viaje por Europa, Aleksei llega a París para alistarse en la Legión Extranjera Francesa. En el delta del Níger, Jomo lucha contra las compañías petroleras que amenazan su pueblo. Más allá de las fronteras de la vida y la muerte, sus destinos se entrelazarán".

Ingeborg Bachmann, de Margarette von Trotta

Ingeborg Bauchmann fue una de las escritoras en lengua alemana más importantes del siglo XX. Interpretada por la luxemburguesa Vicky Kriepps, este biopic dirigido por Margarethe von Trotta cuenta cómo "Bachmann conoce a Max Frisch en 1958, se enamora, se separa, enferma y escapa primero al desierto y luego a Italia. Von Trotta no se centra en el final fatal de Bachmann, sino en sus aspiraciones de amor y respeto, en la literatura y en la vida".

Limbo, de Ivan Sen

"Travis Hurley reabre el caso de una mujer aborigen asesinada hace 20 años. La gente del pequeño pueblo del interior de la víctima y su familia guardan silencio porque el policía es blanco y la verdad es compleja. Una película de las Primeras Naciones como un “desierto negro” sombríamente nostálgico".