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El día que los indepes catalanes pervirtieron a Gandhi
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75 años del asesinato del líder indio

El día que los indepes catalanes pervirtieron a Gandhi

Se cumplen 75 años del asesinato del líder de la desobediencia civil, concepto que ha sido malinterpretado por los impulsores del 'procés'

Foto: Mahatma Gandhi en 1931. (Wikimedia Commons)
Mahatma Gandhi en 1931. (Wikimedia Commons)

Cuando el expresident Artur Mas visitó la India hace diez años y expresó que el líder hindú Mahatma Gandhi le inspiraba para su movimiento separatista, era ciertamente impensable que pudiera haber una posibilidad de referéndum en Cataluña. También lo era que Gandhi comenzase a ser rechazado en su propio país como el padre venerado de la patria, tal y como ocurre ahora en el 75 aniversario de su asesinato. Recuerden la fecha: 2013.

placeholder Un collage realizado en un colegio en India en honor de Mahatma Gandhi.
Un collage realizado en un colegio en India en honor de Mahatma Gandhi.

Tampoco era previsible que la desobediencia civil de los propios dirigentes de la Generalitat llegara a sedición, que fueran condenados y, en la práctica, perdonados después. Los tiempos han cambiado y coincidiendo con el 75 aniversario de la muerte de Gandhi, Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a manifestar esta semana las sospechas de un pacto entre el presidente Pedro Sánchez y sus socios de Cataluña para conseguir un referéndum. Lo más irónico es que precisamente en la India, la figura icónica del siglo XX que inspiraba a Artur Mas, el padre de la patria y referente hindú es cada vez menos venerada.

¿Qué ha pasado en esos 75 años en India o en los últimos 10 en España?

El papel del colonialismo

El 30 de enero de 1947, en el contexto de la partición de la India británica en dos estados, India y Pakistán, el fundamentalista y nacionalista hindú Nathuram Godse se acercó al venerado Gandhi durante uno de sus rezos en Nueva Delhi y le disparó a bocajarro tres veces acabando en el acto con la vida del padre de la India moderna, el hombre que desde los presupuestos de la no violencia y la desobediencia civil había doblegado al imperio británico para conseguir la independencia.

Es una de las lecturas. Aunque la lucha de Gandhi fuera absolutamente indispensable, no hay que olvidar tampoco la realidad sobre el colonialismo al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando los verdaderos vencedores, los Estados Unidos, maniobraron para hacer desaparecer esas colonias europeas propias del siglo anterior y cuando Gran Bretaña, arruinada tras la guerra, era incapaz de mantener un estado así desde la metrópoli.

En India, los herederos del RSS, la organización a la cual pertenecía Godse, el asesino de Gandhi, gobiernan desde 2014

Al final, los laboristas de Clement Atlee, contra el criterio de los tories de Winston Churchill, aceptaron la independencia y Lord Mountbatten, el virrey de la India Británica, presentó el plan de la partición de India y Pakistán bajo las presiones de los musulmanes y contra el criterio de Gandhi. Es decir: el nacionalismo fue la razón de su asesinato, como le ocurriría al propio Mountbatten después, asesinado de un bombazo por el IRA en 1979.

Los métodos de la no violencia y la mal llamada resistencia pasiva de Gandhi que emocionaron e inspiraron al mundo para hacer frente a las injusticias del poder se han malinterpretado con los años, cayendo en un pozo del que es difícil salir ahora. En India, los herederos del RSS, la organización fundamentalista y nacionalista hindú a la cual pertenecía Godse, el asesino de Gandhi, gobiernan desde 2014, un año después de que Artur Mas fuera a hacer ofrendas florales a su ídolo.

placeholder Artur Más, durante la ofrenda floral que en 2013 realizó en el Memorial a Gandhi.
Artur Más, durante la ofrenda floral que en 2013 realizó en el Memorial a Gandhi.

¿El resultado? La RSS —Rashtriya Swayamsevak Sangh— a la que pertenecía el asesino de Gandhi es la organización matriz del partido Bharatiya Janata, que gobierna la India desde mayo de 2014. De hecho, el primer ministro, Narendra Modi, se unió al RSS cuando era joven, al igual que muchos de sus ministros. Tal y como explica el historiador e intelectual indio Ramachandra Guha en el Financial Times: "Con el control del estado, de la educación y la propaganda, y con una maquinaria de redes sociales muy eficiente, el BJP y el RSS han intentado asiduamente reescribir la narrativa histórica. Los antiguos gobernantes musulmanes de la India son retratados como merodeadores crueles, y los musulmanes de hoy deben responder por sus (malas) acciones".

En definitiva, se niega el liderazgo de Gandhi y de su partido del Congreso en la lucha por la libertad, y se ensalza como verdaderos patriotas a quienes propugnaban la revolución armada contra los británicos. "Se ignora el papel formativo de la constitución progresista y laica de 1950 en la configuración de la república democrática. En cambio, a los indios se les dice que han sido una nación hindú desde tiempos inmemoriales", sostiene Ramachandra Guha en su artículo India against Gandhi.

Nacionalismo y fundamentalismo, mentiras históricas

La realidad es que Gandhi promulgaba una resistencia muy activa y que el recurso a la no violencia era más bien la formulación de conseguir cambios por la vía del reformismo frente a la de la revolución. Se trata de la visión contraria del marxismo, cuya esencia en la toma del poder es la ruptura y la violencia, en un contexto en el que comenzaba la Guerra Fría. De hecho, en contra del mito, Gandhi no promulgaba el precepto cristiano de poner la otra mejilla, ya que no evitó el hecho de defenderse, sino que rechazaba firmemente el recurso a una revolución armada. No en vano, fueron los marxistas los más críticos con el líder hindú.

Pero lo más importante es que Gandhi quería la unión por encima de las diferencias, de la religión y sí, también de los preceptos nacionalistas. Todo está cayendo en saco roto, alentado por las voces de la pureza, de la nación, la religión y la diferencia. Es lo que promulgaba Al Jinnah, el líder de los musulmanes de la India y de alguna forma el padre de la nación de Pakistán. Gandhi, a diferencia del musulmán y del RSS hindú, sostuvo firmemente que la India pertenecía por igual a todos sus ciudadanos, independientemente de su afiliación religiosa.

Gandhi quería la unión por encima de las diferencias, de la religión y sí, también de los preceptos nacionalistas

Las concomitancias con lo que comenzó a ocurrir en 2013 en Cataluña las sintetizó Eva Borreguero, profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense: "El sueño de una gran república catalana que se extienda por todas las áreas vinculadas lingüísticamente con Cataluña recuerda a la teoría de las dos naciones que dio lugar a la creación de Pakistán. No importa que en estas comunidades que reivindica, el apoyo a ERC históricamente haya sido marginal, ellos son sus hermanos: el mito nacionalista que se construye, una vez más, desgarrando un tejido social y cultural de coexistencia". La realidad es que la vía independentista, más que con Gandhi, tenía que ver con la visión de Al Jinnah, sin contar con que pretendía imponer la falsa idea de ser un pueblo sometido y colonizado por el Estado español.

Cambio de lealtad

Aunque la figura de Gandhi tenga que ser reinterpretada casi un siglo después para no caer en la idolatría, lo cierto es que el nacionalismo y fundamentalismo del RSS, amenaza un legado para imponer lo contrario a lo que significó la lucha contra el imperio británico. Mientras, en Cataluña, la desobediencia y la resistencia civil no parecen que hayan logrado lo necesario para el éxito político: la participación masiva, y más importante aún, el cambio de lealtad, es decir, el haber convencido mediante esa resistencia a quienes no estaban de acuerdo —Erica Chenoweth, Maria Stephan, Why Civil Resistance Works: The Strategic Logic of Nonviolent Conflict—. Y sin ese cambio de lealtad, una convocatoria para un referéndum solo generará más división.

Cuando se cumple el 80 aniversario del asesinato de Mahatma Gandhi en la India, en Reino Unido, el número 11 de Downing Street, lo ocupa Rishi Sunak, un inglés de Southampton de padres indios. En la India se intentan abrir las diferencias recurriendo a lo que el partido Bharatiya Janata en el poder o Nathuram Godse consideraban las esencias del hinduismo, de la tradición, mientras que en Inglaterra, el antiguo opresor británico, se intentan eliminar.

Cuando el expresident Artur Mas visitó la India hace diez años y expresó que el líder hindú Mahatma Gandhi le inspiraba para su movimiento separatista, era ciertamente impensable que pudiera haber una posibilidad de referéndum en Cataluña. También lo era que Gandhi comenzase a ser rechazado en su propio país como el padre venerado de la patria, tal y como ocurre ahora en el 75 aniversario de su asesinato. Recuerden la fecha: 2013.

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