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El caso 'Egunkaria' sube a escena: "Fue un disparate jurídico bajo el paraguas de 'todo es ETA"
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El caso 'Egunkaria' sube a escena: "Fue un disparate jurídico bajo el paraguas de 'todo es ETA"

Se estrena en el María Guerrero de Madrid la obra 'Los papeles de Sísifo', escrita por Harkaitz Cano sobre el cierre del periódico vasco por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo en 2003

Foto: 'Los papeles de Sísifo', en el Teatro María Guerrero de Madrid. (Mikel Blasco)
'Los papeles de Sísifo', en el Teatro María Guerrero de Madrid. (Mikel Blasco)

El 20 de febrero de 2003, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo decretó la clausura del periódico ‘Egunkaria’, un diario que se editaba en euskera desde 1990 y que en aquella fecha tenía una tirada de 15.000 ejemplares. El motivo: su presunta vinculación con la banda terrorista ETA. Aquel día, fueron detenidas 10 personas, entre ellas, el director, Martxelo Otamendi, y demás miembros del equipo directivo. Aquella acción trajo numerosas protestas. Hubo una enorme manifestación en San Sebastián y se postularon en contra del cierre incluso periodistas como Luis María Anson. Siete años después, el 12 de abril de 2010, la Audiencia Nacional dictó una sentencia absolutoria para todos los acusados. Nunca se probó ningún vínculo con ETA. El periódico, sin embargo, no volvió jamás a las rotativas.

“O se está con la libertad de expresión o se está en contra”. Así se inicia ‘Los papeles de Sísifo’, la obra de teatro escrita por Harkaitz Cano —autor de novelas como ‘Twist’, sobre el asesinato de Lasa y Zabala— y dirigida por Fernando Bernués que se estrena este viernes en el teatro María Guerrero de Madrid (Centro Dramático Nacional) después de pasar por Vitoria, Bilbao y San Sebastián. En ella se recoge el llamado caso Egunkaria, pero como reconoce Bernués, es ante todo una obra sobre la libertad de expresión “y un homenaje al periodismo y a periodistas que tienen una ética profesional”. Una obra sobre una profesión que consiste en subir cada día una montaña —como Sísifo— para que todo empiece otra vez al día siguiente. Una obra que, insiste, huye del dogmatismo.

Es ante todo una obra sobre la libertad de expresión “y un homenaje al periodismo y a periodistas que tienen una ética profesional”

El montaje se desarrolla en dos planos. Uno de ellos sirve para la redacción y la comandancia de la Guardia Civil donde se llevan a cabo los interrogatorios. El otro muestra los momentos del proceso que los creadores pretenden destacar. “Se pueden ver los entresijos de una redacción a partir de la mirada de una periodista joven y, por otro lado, cómo se está cocinando el cierre judicial”, sostiene Bernués.

Para ahondar más en cómo se ha hecho esta obra, hemos hablado con su autor, Harkaitz Cano.

PREGUNTA. La obra se estrenó en el País Vasco a finales de 2020. ¿Cómo fue la recepción?

RESPUESTA. En efecto, al tratarse de una coproducción del CDN junto con los tres teatros de las capitales del País Vasco, se estrenó en el Principal de Vitoria y luego se ha podido ver en el Arriaga de Bilbao y en el Victoria Eugenia de San Sebastián. La recepción ha sido muy buena y a ello ha contribuido también la situación pandémica, que nos ha llevado a apreciar la fragilidad y el privilegio del acontecimiento escénico desde nuestra propia fragilidad. Noto un clima especial en los teatros.

placeholder La redacción en 'Los papeles de Sísifo'.
La redacción en 'Los papeles de Sísifo'.

P. El texto te lo encarga Fernando Bernués, ¿no es así? ¿Cómo fue?

R. Fernando vivió el cierre del diario 'Egunkaria' en unas circunstancias muy especiales: dirigía en ese momento la gala de los Premios de la Música y al salir a recoger su galardón Fermin Muguruza con una camiseta de apoyo al periódico fue abucheado por el público… Aquel abucheo, que venía desde el más profundo desconocimiento de lo que suponía el diario 'Egunkaria', fue muy doloroso. Yo publiqué mis primeros textos en aquel diario y viví el cierre como una mutilación. Empecé a escribir la obra allá por 2016 y al ser un proyecto ambicioso en cuanto a elenco, etc., ha llevado su tiempo.

P. ¿Por qué hubo una mayor protesta por el cierre de 'Egunkaria' que por el de 'Egin', que había sido en 1998? De hecho, a los pocos días hubo una manifestación enorme en San Sebastián.

R. No sabría decirte si hubo más o menos protestas… Del cierre de 'Egin' también habría mucho que contar (su director, Jabier Salutregi, pasó más de siete años en prisión). Pero hay un hecho añadido especialmente sangrante en el caso de 'Egunkaria', y es que era el único diario que se publicaba íntegramente en euskera y que trató de aunar desde su fundación diferentes sensibilidades. Puedes leer varios periódicos y tu grado de identificación con ellos puede variar, pero no sé si la gente de fuera del País Vasco es consciente de lo que supone tener un único diario en tu idioma materno, que diferentes ideologías converjan bajo una misma cabecera... y lo duro que fue quedarse sin nada de un día para otro. De ahí el estupor de la gente y aquel apoyo masivo.

"No sé si la gente de fuera del País Vasco es consciente de lo que supone tener un único diario en tu idioma materno"

P. ¿De qué crees que es/fue síntoma el cierre de 'Egunkaria'?

R. Para empezar, fue síntoma de un gran desconocimiento de lo que supone la cultura vasca, su raíz colaborativa y la tradición de sacar adelante los proyectos arrimando el hombro de forma totalmente altruista… Se desconfiaba del dinero que se utilizó para su fundación, cuando se trató de miles de pequeñas aportaciones populares. Aquí hace más de 50 años que inventamos el 'crowdfunding'. El caso 'Egunkaria' fue un disparate jurídico, un ejemplo de los atropellos que se hicieron bajo el paraguas del 'todo es ETA'.

P. La pregunta que muchos se hicieron entonces es ¿por qué no investigar antes a los posibles encausados y decretar el cierre si encuentras esa relación con ETA?

R. Eso mismo me pregunto. Pero la instrucción se hace al revés: primero están las conclusiones y los prejuicios, y luego se empieza a buscar las fuentes del Nilo.

P. Han pasado casi 20 años… ¿Cómo crees que estamos en este tema de la libertad de expresión y la libertad de prensa? A veces se dice que ahora estamos en el peor momento, pero viendo estos cierres… no parece que antes estuviéramos mejor [en este tema].

R. Mi sensación es que, visto lo visto, nos hemos ido domesticando y autocensurando. Pensárselo dos veces es saludable, pero pensárselo dos veces porque tus convicciones pueden acarrearte problemas con la Justicia es síntoma de una democracia defectuosa.

"Pensárselo dos veces porque tus convicciones pueden acarrearte problemas con la Justicia es síntoma de una democracia defectuosa"

P. Por otro lado, la obra es un homenaje a los periódicos en papel y a la prensa de aquellos años y de los noventa. ¿Cómo lees tú ahora la prensa? ¿Cómo la ves?

R. Yo sigo compatibilizando la lectura 'online' con el papel. Como dice uno de los protagonistas de la obra, “un periódico es como ' Guerra y paz' en pequeñito”. Es una novela inacabable que se renueva cada día, de ahí la metáfora de Sísifo. Alguien ha trabajado para que haya un orden, una escala y un rango de lo importante y yo estoy formateado para procesar el mundo desde ahí. Siempre me han fascinado las redacciones de los periódicos, la lucha contra el reloj… Estoy especialmente orgulloso de las partes de la obra que reflejan la profesión, el idealismo de unos y el desengaño de otros, sus reflexiones en torno a la imposibilidad de reflejar con fidelidad los hechos, el arte de la entrevista y la entrevista pervertida que es el interrogatorio… Vivir para contarlo es lo que nos define como seres humanos, y los periodistas lo hacen de forma radical.

placeholder Escena de 'Los papeles de Sísifo'.
Escena de 'Los papeles de Sísifo'.

P. La obra reflexiona sobre la ética del periodismo. La verdad es que no sé si ahora estamos peor que hace 20 años. ¿Qué opinas?

R. Como decía Max Aub, “la verdad es una veleta y varía según los vientos y señala nortes distintos…”. Creo que se trata de sospechar de aquellos que dicen haberla encontrado y dejar claro cuándo hacemos una crónica y cuándo una valoración… El periodismo que más me gusta es el que predicaba Chéjov: unos buenos zapatos y un cuaderno de notas.

P. 'Los papeles de Sísifo' es una obra dramática, es ficción, es teatro, pero ¿cómo crees que nos interpela a la sociedad ante un hecho que fue real?

R. El teatro tiene la gran ventaja de la catarsis, permite revivir los hechos en tiempo real, y esa encarnación puede llegar a dejar un poso más duradero que una novela en el espectador: una escena de tortura, por ejemplo, es mucho más efectiva cuando sucede ante tus ojos… Las herramientas de la ficción se confunden a menudo con la fantasía, pero más importante que la invención es la síntesis, el orden, la elipsis… La ficción permite universalizar lo particular y, paradójicamente, dar con un relato más verosímil que la realidad misma: de ahí que todo el mundo se pelee por El Relato.

Después de Madrid, la obra girará por Pamplona, Irún y Andoain. La actriz Mireia Gabilondo, que interpreta a la jueza Natalia Ruiz Arcas, zanja: “Esta es una historia que había que contar”.

El 20 de febrero de 2003, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo decretó la clausura del periódico ‘Egunkaria’, un diario que se editaba en euskera desde 1990 y que en aquella fecha tenía una tirada de 15.000 ejemplares. El motivo: su presunta vinculación con la banda terrorista ETA. Aquel día, fueron detenidas 10 personas, entre ellas, el director, Martxelo Otamendi, y demás miembros del equipo directivo. Aquella acción trajo numerosas protestas. Hubo una enorme manifestación en San Sebastián y se postularon en contra del cierre incluso periodistas como Luis María Anson. Siete años después, el 12 de abril de 2010, la Audiencia Nacional dictó una sentencia absolutoria para todos los acusados. Nunca se probó ningún vínculo con ETA. El periódico, sin embargo, no volvió jamás a las rotativas.

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