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El coronavirus de Twitter y la joya del humor español: "La estupidez nos va de perlas"
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entrevista al humano tras @CoronaVid19

El coronavirus de Twitter y la joya del humor español: "La estupidez nos va de perlas"

Es el primer virus Twitter, y en menos de un año tiene su propia vacuna (varias, de hecho) y casi un millón de seguidores. @CoronaVid19 considera que incluso en momentos difíciles la conducta humana es graciosa

Foto: 'Cómo acabar sigilosamente con la humanidad', el libro que ha escrito el @CoronaVid19 de Twitter
'Cómo acabar sigilosamente con la humanidad', el libro que ha escrito el @CoronaVid19 de Twitter

Enero de 2020, Wuhan (China): desconcierto en la inmensa ciudad asiática, con más de once millones de habitantes, donde semanas antes había ingresado un joven con una neumonía vírica de origen desconocido. Pocos se esperaban que aquello fuera a acabar en lo que aún no ha acabado: una pandemia de un coronavirus hasta la fecha desconocido que ha afectado a todo el planeta, sin excepción. España caminaba por la tradicional 'cuesta' posvacacional del inicio de año, mirando de reojo hacia el este a la espera de información que explicara por qué uno de los eventos tecnológicos más importantes del año, el Mobile World Congress, decía adiós y bajaba la persiana alegando que la situación derivada del nuevo virus cambiaba "muy rápidamente". En febrero Italia empezaba a ser un caso preocupante, pero en España aún no cundía el pánico. Y fue ahí donde Mario de Diego, un madrileño afincado en Barcelona, decidió convertirse en @CoronaVid19.

Poco más de un año después, y con casi un millón de seguidores en Twitter, el álter ego tuitero de Mario reconoce que no se esperaba tanto éxito, pero su creatividad en las redes sociales ha acabado por llevarle a adaptar el guion de una pandemia en forma de libro. ' Cómo acabar sigilosamente con la humanidad' (Ed. Arpa) es la historia de las pandemias más letales contada en primera persona por el último virus que ha provocado el caos en el mundo, en un claro intento por tratar de relativizar un momento claramente duro. "Creo que mi avatar humano, Mario, es una persona con mucho sentido del humor, con tendencia a desdramatizar los problemas y a ubicarlos donde toca y es ese álter ego el que le ha permitido relativizar la pandemia, sin llegar a tomárselo a guasa", explica en videollamada (no vaya a ser que provoque un nuevo brote) a El Confidencial. "Hasta en nomentos difíciles la conducta humana es graciosa".

Lo cierto es que no es el primero en hacerlo y, con mucha humildad, habla de otros antecedentes, mucho mejores que él, en el arte de paordiar el comportamiento de hombres y mujeres en contextos muy dramáticos. "Miguel Gila hablaba de la guerra, pero lo hacía desde el punto de la conducta humana. No se reía de la guerra, ni del drama que ésta genera, sino de la actitud del ser humano en estas circunstancias. "La conducta humana siempre es parodiable". La editorial que está detrás de su libro, recién salido del horno, lo define como un personaje imposible, y el propio Mario lo reconoce, aunque más bien como "complejo", sobre todo debido al momento. "El 15 de marzo habría sido imposible crearlo, nadie lo habría permitido. Y esto habla de los límites del humor, que los pone la sociedad", señala.

placeholder Ilustración de 'Cómo acabar sigilosamente con la humanidad' (ed. Arpa)
Ilustración de 'Cómo acabar sigilosamente con la humanidad' (ed. Arpa)

"El personaje es imposible porque ser el propio enemigo es complicado, pero aunque la gente no lo sepa el enemigo se convierte en amigo", apunta, y lo cierto es que, sin preguntarle, surge el debate acerca de la intencionalidad que había tras la creación de ese personaje. "La intencionalidad era reforzar las medidas sanitarias, y aunque muchos no lo sepan, el avatar humano [tras @CoronaVid19] consultaba con expertos", asegura. En este punto coinciden los investigadores Antoni Roig y Sandra Martorell, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que tras recopilar datos durante un año de esta cuenta en el marco de un proyecto para comprender el papel de las historias digitales en la sociedad contemporánea, concluyeron que el Coronavirus de Twitter había aprovechado su influencia para "reforzar las recomendaciones oficiales de contención durante la pandemia". La persona detrás de este personaje es plenamente consciente de la responsabilidad social que tiene, indican desde este estudio, y hace que @CoronaVid19 acabe "resultando entrañable".

"Si en Twitter dices 'Feliz lunes' te sale una asociación de afectados por los lunes"

Estos dos investigadores ven claramente una "mezcla de humor con conciencia social", la contribución que el Coronavirus de Twitter hace "para ayudarnos a sobrellevar la situación". Ya lo dice el periodista Pedro Vallín en el prólogo de su libro, que "solo el jolgorio nos salva de entrar en pánico". "Es capital emanciparse de la posición paralizante que producen el miedo a lo ignoto o al poderoso caricaturizándolos. No hay nada más democrático, nada más radicalmente popular, que la chanza irreverente", escribe el periodista y escritor. El propio @CoronaVid19 es consciente de que nació en un momento en el que todos coincidíamos en que nos podíamos permitir el humor, pero cuando la cosa empezó a empeorar aclaró un poco más el tono. Aun así, apunta, "es fácil que alguien se tome las cosas sin humor en Twitter": "Si en Twitter dices 'Feliz lunes, buenos días' te sale una asociación de afectados por los lunes".

"Como virus prefiero que gobierne un hombre"

El libro es toda una oda a la estupidez humana, un cántico contra el capitalismo feroz, contra las crisis climáticas, contra el liberalismo e incluso contra el machismo, y es que resulta que "países que están gobernados por mujeres" (siendo los menos) "respondieron mejor al desafío" que supuso la pandemia del coronavirus. El álter ego tuitero de Mario menciona una serie de cualidades, extraídas de un informe de la ONU, que apuntan a las razones por las que la pandemia ha estado mejor gestionada en países donde gobiernan mujeres. "Las pruebas evidencian que así ha sido y yo, como virus, prefiero que gobierne un hombre, estadísticamente me ha ido mucho mejor", explica a El Confidencial, aunque reconoce que "hay excepciones, como en toda regla". Y ante esta afirmación, siempre hay quien pueda señalar que la muestra es menor, ya que el número de mujeres que lideran un país es mucho menor que el de hombres, pero el humano que hay tras @CoronaVid19 lo tiene claro: "Que dejen gobernar a más y hagamos un ensayo de ciencia, con más mujeres gobernando podríamos comprobarlo".

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Ilustración de 'Cómo acabar sigilosamente con la humanidad' (ed. Arpa)

Con alguien como el propio Coronavirus no se puede olvidar una pregunta clave: ¿serán los virus los que acaben con la humanidad? "Realmente cuando ves cuando tienen lugar las pandemias, cómo hemos vivido... te das cuenta de que la ciencia siempre gana", asegura, sabiendo que resta mérito a él y al resto de personajes víricos que han puesto sus obstáculos a la humanidad a lo largo de la historia. "Pero si hay una pandemia que puede acabar con el ser humano es la estupidez humana. Hay algunos elementos destacados de la estupidez humana que a los virus nos llaman la atención: las guerras, el negacionismo...", apunta, y como dice en el propio libro, la estupidez humana "a los virus nos va de perlas".

No obstante, algo habrá positivo de todo esto. "Si yo fuera un ser humano diría que la pandemia ha demostrado muchas cosas buenas: solidaridad, adaptación, resiliencia... aunque habría estado bien consolidar algunos comportamientos para mejorar", asegura, poniendo como ejemplo el teletrabajo y el 'respiro' que se le ha dado al planeta, frenando la contaminación durante los confinamientos. "Parte de la estupidez del ser humano está definida en el trato que se le da al planeta. ¿Y quién sabe si los virus estamos enfadados con los humanos precisamente por eso?". Como virus, otro gallo es el que canta: "A mí como virus me viene genial que siga habiendo negacionistas".

No solo reconoce eso, sino que considera que no es el peor virus que circula por Twitter (y por la vida). "No sé si ahora mismo la política podría serlo, con la polarización que existe. Si yo fuera un ser humano vería que la sociedad está en un momento crítico en cuanto a ética y moral", señala. Y aun siendo virus, está atento a la actualidad y en ella reconoce esas "pequeñas anécdotas" que van definiendo el comportamiento humano. "Lo que ha pasado en el Congreso, con el comentario a Íñigo Errejón cuando hablaba de salud mental, es anecdótico pero muestra la bajeza absoluta y la falta de respeto que existe", lamenta, asegurando que "hace años teníamos la sensación de que los políticos eran respetuosos entre ellos, al margen de sus ideas. Igual la política es hoy un virus más dañino, más aún en un año con tres elecciones en plena pandemia".

"No tenemos ideología, ni nos centramos en el dolor"

@CoronaVid19 lo deja claro en su libro —y también en su 'timeline' de Twitter—, que los virus no tienen ideologías, aunque sus opiniones parece que pueden diferir de esta afirmación. "Los virus no tenemos ideologías, como sí la tienen muchas instituciones. Todo ser humano la tiene. A Mario le hubiera parecido deshonesto no decantarse ideológicamente, así que lo digo: esto es lo que soy, al que le guste bien y al que no...", afirma, en un evidente ejercicio de transparencia. "No quiero que nadie se lleve una decepción", afirma. Y con ello, reconoce que probablemente "poca" gente de derechas leería su libro. Precisamente por esta inclinación ideológica, pero más por el humor negro que ha enarbolado los últimos meses, ha tenido algún rifirrafe tuitero, especialmente con perfiles de personas "muy escoradas hacia un lado".

"He recibido muchos mensajes, hay gente que me ha criticado por bromear con las víctimas, cuando ellos en su 'timeline' tenían frases de Hitler. ¿Qué legitimidad tiene eso?". Los virus no se enfadan, aunque a @CoronaVid19 parece molestarle especialmente el comportamiento de esas personas que, en palabras de Edu Galán en su libro 'El síndrome Woody Allen', enmascaran "en causas muy honestas otras muy deshonestas". "Los virus no nos centramos en el dolor, y yo me he centrado en la conducta humana, no en la tragedia. Vienen con banderas anticonstitucionales a decirme que no hable de las víctimas. Claro que es muy feo decirle a alguien que deje de poner tuits porque van en contra de su ideología, es más fácil ampararse en una causa honesta, como es defender el honor de las víctimas".

placeholder Varios centenares de negacionistas, convocados por la Plataforma Policías por la libertad, en una manifestación en Madrid (EFE)
Varios centenares de negacionistas, convocados por la Plataforma Policías por la libertad, en una manifestación en Madrid (EFE)

Es el mismo comportamiento que siguen los negacionistas. "Promueven salud, como lo hace la ciencia, pero lo hacen aprovechando resquicios donde la ciencia reconoce su propia limitación, para promover que la gente no se vacune. La causa, la salud, es honesta", explica, por lo que estamos en un momento en el que "toca volver a hacer pedagogía de la salud". "La viruela fue asesinada por la ciencia, siendo una pandemia superletal. Es una prueba de que la ciencia siempre gana". Y volviendo a los virus, el Coronavirus de Twitter reconoce que la viruela es su pandemia favorita —"los virus, como los humanos, valoramos más a los que ya no están"—, pero aún no sabe si él tendrá el mismo destino, la erradicación gracias a un gran plan de vacunación, o hará su propia versión del Guadiana, apareciendo y desapareciendo.

Sabe que hay otras pandemias sin solución efectiva como la malaria (que en realidad es una endemia) que mata a cerca de medio millón de personas cada año y afecta especialmente a niños menores de cinco años y a mujeres embarazadas, pero cree que su destino es distinto. En parte, y aprovecha para lanzar otra crítica, porque él ha afectado al mundo desarrollado, mientras que esas otras enfermedades que afectan a países donde las farmacéuticas no tendrán ningún retorno económico dejan de importar, y la salud de esa gente pasa a ser "importante 'de aquella manera'". Los orígenes de la malaria moderna tienen en torno a 20 millones de años. "¡Y yo en diez meses ya tengo una vacuna!". "Hay científicos que dicen que seré erradicado, y otros que seré como una gripe común. Es difícil saberlo, porque sufrimos mutaciones, variaciones... es impredecible mi futuro. Es la ciencia la que nos tiene que ilustrar e iluminar, pero parece que voy a dejar de ser tan letal. ¡Y eso que no he sido la peor pandemia!".

Enero de 2020, Wuhan (China): desconcierto en la inmensa ciudad asiática, con más de once millones de habitantes, donde semanas antes había ingresado un joven con una neumonía vírica de origen desconocido. Pocos se esperaban que aquello fuera a acabar en lo que aún no ha acabado: una pandemia de un coronavirus hasta la fecha desconocido que ha afectado a todo el planeta, sin excepción. España caminaba por la tradicional 'cuesta' posvacacional del inicio de año, mirando de reojo hacia el este a la espera de información que explicara por qué uno de los eventos tecnológicos más importantes del año, el Mobile World Congress, decía adiós y bajaba la persiana alegando que la situación derivada del nuevo virus cambiaba "muy rápidamente". En febrero Italia empezaba a ser un caso preocupante, pero en España aún no cundía el pánico. Y fue ahí donde Mario de Diego, un madrileño afincado en Barcelona, decidió convertirse en @CoronaVid19.

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