La ingeniosa idea de un grupo de rock para dar un concierto en plena pandemia
La banda norteamericana Flaming Lips da un concierto para 100 personas que estuvieron en el interior de 100 burbujas individuales, al igual que los artistas
Al igual que sucede con la hostelería, la cultura es otro de los grandes sectores perjudicados por la pandemia. Se han cerrado cines, teatros y salas de conciertos y, cuando han permanecido abiertos, lo han hecho con grandes restricciones en cuanto al número de espectadores que podían acudir a los diferentes eventos en directo.
Ahora, una banda de rock norteamericana ha tenido una idea para tratar de seguir trabajando durante los meses que aún duren las restricciones con coronavirus. Se trata de dar conciertos en burbujas, es decir, tanto los artistas como los espectadores estarán encerrados en burbujas para que no haya posibilidad de contagio con el covid-19.
La ingeniosa idea salió de la mente del líder del grupo Flaming Lips. Se llama Wayne Coyne y ha adaptado una idea que ya usaba en sus conciertos. Solía rodar entre sus fans encerrado en una de esas cápsulas, por lo que pensó que sus seguidores también podrían ver los conciertosdesde el interior de una burbuja para que las medidas de seguridad fueran totales.
Más seguro que ir al súper
Flaming Lips ha dado dos conciertos en Oklahoma y a cada uno de ellos han podido asistir 100 seguidores. Había burbujas para hasta dos y tres personas, aunque estaban preparados con 100 burbujas para 100 fans, de tal manera que cada uno de ellos pudiera seguir el concierto de forma individual desde el interior de su burbuja.
Cada burbuja tenía una pancarta para avisar de necesidades básicas como "ir al baño"
Para que el sonido fuera perfecto, cada burbuja tenía instalado un altavoz de alta frecuencia, de tal manera que se pudieran escuchar las canciones perfectamente. Además, había una botella de agua y una toalla en cada burbuja, además de una pancarta que cada espectador podía utilizar para avisar de necesidades básicas como "tengo que ir al baño" o "hace mucho calor aquí dentro". Así recibirían asistencia directa por parte de uno de los asistentes de la sala.
Según ha explicado Coyne a la BBC, este sistema es "más seguro que ir al supermercado". Y aunque están acostumbrados a tocar para más seguidores, la experiencia ha sido positiva y la repetirán en otras ciudades. Quizás otros grupos podrían tomar nota de este concepto y adoptarlo a sus propios conciertos, de tal manera que puedan seguir en activo durante la pandemia.
Al igual que sucede con la hostelería, la cultura es otro de los grandes sectores perjudicados por la pandemia. Se han cerrado cines, teatros y salas de conciertos y, cuando han permanecido abiertos, lo han hecho con grandes restricciones en cuanto al número de espectadores que podían acudir a los diferentes eventos en directo.