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'Frozen II' y el reino de lo inexplorado: ¿es Elsa la primera princesa Disney lesbiana?
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LA CUENTA PENDIENTE DE DISNEY

'Frozen II' y el reino de lo inexplorado: ¿es Elsa la primera princesa Disney lesbiana?

Tras el éxito en taquilla de 'Frozen', Disney estrena este 22 de noviembre la secuela de un fenómeno que ha convertido 'Let It Go' en un himno LGTB+ y ha pedido una novia para Elsa

Foto: El tema estrella de 'Frozen', 'Let It Go', se ha convertido en un himno para los fans LGTB+ (The Walt Disney Company)
El tema estrella de 'Frozen', 'Let It Go', se ha convertido en un himno para los fans LGTB+ (The Walt Disney Company)

Han tenido que pasar seis años para que Disney amplíe el legado de 'Frozen' con una secuela: una más oscura y madura según algunos de los críticos que ya han podido ver la película en Estados Unidos. Esta vez, Elsa y Anna, las dos hermanas que llevan el timón de mando en Arendelle, llegan a la gran pantalla con la responsabilidad de romper la barrera de los 1.276 millones de dólares (más de 1.100 millones, según su conversión en euros) que recaudó su predecesora a nivel mundial.

[Los archivos secretos de Walt Disney]

'Frozen II' no solo se estrena este viernes, 22 de noviembre, bajo la sombra de lo que se consiguió durante el primer invierno del reino, sino que también lleva consigo la mochila llena de expectativas por lo que Elsa podría ser (o haber sido): la primera princesa de Disney abiertamente lesbiana dentro del abanico de intereses amorosos heterosexuales que la compañía de Micky Mouse ha ido cosechando desde que produjera 'Blancanieves y los siete enanitos', el primer largometraje de la factoría de animación.

El fenómeno 'Frozen' ha crecido desde su aparición estelar en la gran pantalla como si de una bola de nieve se tratase gracias, en parte, a los adultos que en su momento inundaron Twitter con el hashtag "Dadle a Elsa una novia", demandando que Disney hiciese de la reina de hielo una princesa lesbiana, de la que verdaderamente se mostrara su identidad sexual. Los mismos que han hecho suyo el tema de cabecera de la franquicia, 'Let It Go', como un himno LGTB+ y que convierte a Elsa en un personaje con el que sentirse identificados en la ficción.

Tanto es así que quienes ponen voz en el doblaje original a los personajes principales de la saga, Idina Menzel, Josh Gad y Jonathan Groff (los intérpretes detrás de Elsa, Olaf y Kristoff, respectivamente) se subieron el pasado fin de semana al escenario de un conocido bar de ambiente gay de Londres para entonar ante el público la canción insignia de 'Frozen', en la que era una sala entregada al tema compuesto por Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez, también compositores de las canciones originales de 'Coco', una de las más recientes producciones de Disney Pixar.

A pesar de la demanda de una mayor diversidad por parte de algunos seguidores de 'Frozen', "no hay en 'Frozen II' un romance explícito entre personas del mismo sexo" que muestre a Elsa como la primera princesa Disney lesbiana, tal y como explica Kate Erbland, la crítica del medio estadounidense Indiewire, en su reseña de la secuela, que a su juicio mostrará un drama mucho más oscuro que el de la película original, un conflicto que se aleja de lo que tradicionalmente se ha visto en películas de animación de la factoría.

En ese sentido, Erbland argumenta que la película, que se centra en qué fue de los padres de Elsa y Anna y en cómo el Norte quiere que la reina del hielo se adentre en lo desconocido, un mantra que recoge la canción 'Into the Known', que se postula como la heredera de 'Let It Go', es mucho más adulta y valiente de lo que se deseaba. No habrá una Elsa lesbiana, pero sí se profundiza en quién es realmente la heredera al trono de Arendelle. Si en la presentación de ese mundo de hielo Elsa acababa liberándose aparentemente de sus miedos y pensando que realmente había encontrado su lugar al convertirse en regente de esas tierras, esta entrega descubre a la verdadera Elsa: "'Frozen' pudo haber terminado con todo en su lugar correcto, pero el esperado trabajo de Chris Buck y Jennifer Lee [directores de 'Frozen II] demuestra que la secuela era necesaria, no porque fuera demandada, sino porque 'Frozen' no era el final correcto de esta historia".

Aunque, como ya es costumbre con cada reciente estreno de Disney, con 'Frozen II' también se ha dado el debate en torno a la "necesidad" de producir más continuaciones o 'remakes' de películas de la compañía, sí que hay 'quorum' entre la prensa estadounidense especializada a la hora de valorar el que la obra haya crecido en ambición y que plantee al público más adulto "cuestiones interesantes sobre lo que nos debemos unos a otros por los errores que cometieron las generaciones anteriores", un aspecto de la película del que se hace eco Collider y que entronca con los conflictos armamentísticos del mundo actual.

Como también sucediera con la versión en acción real de 'La bella y la bestia' y la supuesta homosexualidad de LeFou (interpretado por quien da vida a Olaf, Josh Gad), a la que se hacía alusión más bien en forma de chiste durante la escena del baile, Disney ha aprovechado los meses de promoción de 'Frozen II' para aupar la teoría de que Elsa sería lesbiana con pequeños vistazos en los tráilers a uno de los nuevos personajes femeninos que se introducen en el filme. Sin embargo, un interés amoroso — heteronormativo o no — nunca ha figurado entre los planes de la compañía de Micky Mouse. De acuerdo con lo que contaron a IGN los compositores de las canciones en la D23 Expo, la convención anual que realiza Disney para presentar las novedades de la factoría, "Elsa no está definida por un interés romántico. Hay muchas películas en las que se define a la mujer en función del amor romántico. Esa no es una historia que hayamos querido contar en este momento", explicaba este verano Kristen Anderson-Lopez.

placeholder Elsa y Anna, las hermanas protagonistas de 'Frozen II' (The Walt Disney Company)
Elsa y Anna, las hermanas protagonistas de 'Frozen II' (The Walt Disney Company)

Con la puerta abierta a un futurible romance para Elsa, 'Frozen II' se estrena este 22 de noviembre enmarcada en un tiempo de cambios: el que da ambiente a la propia trama, dominada en varias escenas por una estética otoñal en oposición a la nieve que sepultaba Arendelle en la primera película; y el que se traduce también de la propia definición de Elsa como personaje, que aunque no haya sido planteado (por el momento) como un personaje LGTB+, pisa terreno inexplorado en los clásicos de Disney. En una productora que ha perpetuado el amor romántico y heteronormativo con la mayoría de sus princesas Disney, se ahonda ahora, con el estreno de 'Frozen II', en una idea que ya se trató en 'Brave'. La de un personaje femenino no condicionado por la imposición de encontrar a una media naranja y a la espera de resolver, por sí sola, un conflicto personal.

Pese a eso, la tradicional historia de amor Disney sigue presente en esta producción, con la trama entre Anna y Kristoff en un segundo plano. No obstante, y a pesar de que la filmografía Disney se prodiga en las películas para los más pequeños, prevalece la relación entre hermanas, otro tipo de amor al que los de Mickey Mouse empezaron a prestar atención con el estreno de 'Frozen'. Ahora bien, la reina absoluta de esta historia sigue siendo la "verdadera" Elsa, esa que seguirá en 'Frozen II' el ritmo de Panic! At the Disco con la canción 'Into The Unknown'.

Han tenido que pasar seis años para que Disney amplíe el legado de 'Frozen' con una secuela: una más oscura y madura según algunos de los críticos que ya han podido ver la película en Estados Unidos. Esta vez, Elsa y Anna, las dos hermanas que llevan el timón de mando en Arendelle, llegan a la gran pantalla con la responsabilidad de romper la barrera de los 1.276 millones de dólares (más de 1.100 millones, según su conversión en euros) que recaudó su predecesora a nivel mundial.

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