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Spike Lee: "Cristóbal Colón fue un terrorista"
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estrena 'infiltrado en el kkklan' el día 31

Spike Lee: "Cristóbal Colón fue un terrorista"

El director afroamericano más combativo de Hollywood ha presentado en Madrid su última película, 'Infiltrado en el KKKlan'

Foto: Spike Lee el pasado mes de septiembre en Milán. (Efe/Flavio Lo Scalzo)
Spike Lee el pasado mes de septiembre en Milán. (Efe/Flavio Lo Scalzo)

Spike Lee le precede una fama de hombre arisco y hueso duro de roer que, al menos en su última visita a Madrid para presentar su película 'Infiltrado en el KKKlan', se ha demostrado bastante lejos de la realidad. Es un hombre delgado y algo encorvado, pequeño y aparentemente inofesivo, sonriente y muy locuaz, y viste con una chaqueta vaquera llena de parches reivindicativos: "Defiende Brooklyn", reza uno en la pechera, donde cuelgan también dos cadenas de oro, una rematada con una cruz y otra con una especie de 'ojo que todo lo ve'. Se ha quitado sus famosas gafas de pasta y bebe tranquilamente un té al limón, y habla pausado y reflexivo hasta que salta como un resorte a cualquier mención a Trump o de 'la historia del mundo contada para blancos'.

'Infiltrado en el KKKlan', que se estrena en España el próximo 31 de octubre, es la reivindicación de esa otra historia que no se cuenta en los colegios. Un reconocimiento (en clave de a ratos comedia y a ratos 'thriller' policial) de la labor de Ron Stallworth (interpretado por John David Washington), el primer oficial de policía afroamericano y detective en el Departamento de Policía de Colorado Springs, una pequeña localidad cercana a El Paso, que se hizo pasar al teléfono por un blanco que odiaba "a negros, judíos, mexicanos y asiáticos" y logró infiltrarse dentro de la organización racista Ku Klux Klan y que acabó por casualidades (o más bien por la saña de sus superiores) asignado también como guardaespaldas de David Duke, cabecilla y 'gran mago' del Klan.

placeholder John David Washington y Laura Harrier en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)
John David Washington y Laura Harrier en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)

Lee arrastra la etiqueta de cineasta político, pero aunque no concibe la existencia de un cine que no sea político, reniega de esta taxonomía. "Si eres un artista, ya sea músico, poeta o cineasta, cuando decides que tu trabajo no tenga una carga política, ya estás tomando una decisión política", defiende. "Si decides no incluir cuestiones políticas, ya sea en tu película, en tu libro o en tu canción, ya hay una decisión política ahí mismo. ¿Cómo podría el arte no ser político? Pero también el artista tiene derecho a contar la historia que quiera. Voy a cumplir casi cuatro décadas como director de cine y he dirigido alrededor de una treintena de largometrajes. Y no me considero un cineasta político, sino un contador de historias".

El Ku Klux Klan estaba acabado, prácticamente desaparecido, hasta que se estrenó la película de D.W. Griffith ‘El nacimiento de una nación’

En 'Infiltrados en el KKKlan', Lee, entre otras cosas, reflexiona sobre el poder del cine como motor de cambio social. Para bien y para mal. Mientras los manuales consideran 'El nacimiento de una nación' (1915) de D.W. Griffith como una obra maestra del cine primigenio, el director apunta a las nefastas consecuencias sociales que conllevó su estreno. "Como dice el personaje de Harry Belafonte en ‘Infiltrados en el KKKlan’, el Ku Klux Klan estaba acabado, prácticamente desaparecido, hasta que se estrenó la película de D.W. Griffith ‘El nacimiento de una nación’", explica. "Eso produjo la resurrección del Klan. Y por ende, condujo al linchamiento de afroamericanos. A asesinatos. Así que el dilema está en si en una gran obra de arte puede obviar la crítica desde un punto de vista político".

placeholder Spike Lee dirige a Adam Driver en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)
Spike Lee dirige a Adam Driver en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)

"Nadie duda de que D.W. Griffith es el responsable de grandes inovaciones dentro del arte del cine, cosas que nunca antes se habían hecho, pero una película que provocó linchamientos…", cuestiona. "Otro ejemplo es Leni Riefenstahl con ‘El triunfo de la voluntad’ (1935). Si ves esa película y ves ‘Star Wars’ encuentras cosas iguales. De ahí las sacó George Lucas. Así que Leni Riefenstahl era una directora maravillosa. Por supuesto puede venir y decir después que era Goebbels quien la obligó a hacerlas. Pero la pregunta que prevalece es si el público es capaz de separar la persona de la obra. ¿Puede gustarte la canción de alguien pero no él o ella por sus ideas políticas?".

¿Puede gustarte la canción de alguien pero no él por sus ideas políticas?

El director, con voz apesadumbrada, cuenta lo que por ejemplo para él supone la película de Griffith. "Yo acabé mi grado de cine en 1982. En el primer año, el primer film que vimos fue ‘El nacimiento de una nación’. Y nos dijeron lo gran cineasta que era D. W. Griffith y lo que supusieron sus innovaciones. El problema fue que no nos dijeron que esta película provocó que mucha gente negra fuera linchada, asesinada. Así que, si vamos a poner ‘Lo que el viento se llevó’ (1939) o ‘El nacimiento de una nación’, al menos contemos la historia completa".

placeholder Lee, Topher Grace y Driver en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)
Lee, Topher Grace y Driver en 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)

Porque para Lee, el gran problema es que la historia del mundo se sigue contando hoy en día desde una perspectiva casi exclusivamente blanca. "La historia de Estados Unidos está basada en una mentira. La narrativa es una mentira. Nos vendemos como la cuna de la democracia, pero es una mentira. La verdad en la que yo creo es que los cimientos de los Estados Unidos de América se han erigido sobre el genocidio de los nativos y la esclavitud. Le robaron la tierra a los nativos y robaron a mis ancestros de sus hogares en África para que trabajaran esa tierra que habían robado. La gente negra ha construido los Estados Unidos de América. Trabajaron desde la oscuridad de la mañana hasta la oscuridad de la noche. Y ahora los nativos americanos son prácticamente invisibles. Están relegados en, no lo llamaría reservas, si no campos de concentración. Pero eso no se enseña en las escuelas. Los primeros cinco presidentes de Estados Unidos (aunque no tomes la cifra de cinco como exacta exacta, tendría que comprobarlo), los primeros cuatro o cinco presidentes de Estados Unidos tenían esclavos. No te hablan de los esclavos de George Washington; te hablan de si cortó un cerezo y no sé qué mierdas. De que si nunca dijo una mentira".

La historia se cuenta para perpetuar el supremacismo blanco

También habla de la Conquista de América, contada siempre desde el punto de vista de los conquistadores, jamás desde el de los conquistados. "Igual que cuando se habla de 1492. Y no os enfadéis por lo que voy a decir. “En 1492 Colón atravesó el océano azul”, te cuentan en el colegio. ¡Y una mierda! Cristóbal Colón fue un terrorista. Seamos sinceros, ¡un terrorista! Pero es que la historia se cuenta para perpetuar el supremacismo blanco. Y te enseñan eso en clase desde el primer día. No te enseñan que el primer americano que murió en la Guerra de la Independencia contra los británicos fue un afroamericano. ¿Lo sabíais? Su nombre era Crispus Attucks. Pero estas cosas no se enseñan. Todo en la narrativa oficial es supremacismo blanco, supremacismo blanco y supremacismo blanco".

placeholder Adam Driver y John David Washington en un momento de 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)
Adam Driver y John David Washington en un momento de 'Infiltrado en el KKKlan'. (Universal)

Pero para Spike Lee la lucha por la igualdad no se limita a la reivindicación de los derechos de los afroamericanos. Justo el próximo jueves, la activista marxista, antirracista y feminista afroamericana Angela Davis estará en La Casa Encendida de Madrid impartiendo la conferencia 'El feminismo será antirracista o no será'. Y Lee enseguida pide que inviten a la exafiliada del Partido Comunista de Estados Unidos a la presentación de su película. "Es que el personaje de Patrice en 'Infiltrado en el KKKlan' está basado en Angela Davies y Kathleen Cleaver, dos mujeres negras y fuertes que formaron parte de la parte discursiva de los Black Panther", confiesa. El feminismo y la lucha antirracista tienen que ir de la mano porque, "¿cómo puedes ser progay y luego ser racista?". "Lo que la gente olvida es que de lo que hablamos es de un movimiento por los derechos civiles, de que la lucha de los afroamericanos fue los cimientos sobre los que se construyó el movimiento por los derechos de los homosexuales, para los derechos de las mujeres. Todo va unido. El objetivo es que la gente sea libre; no puedes elegir uno sí y otro no. No puedes ser feminista y antigay, ¿cómo funciona eso?".

Los movimiento antirracistas, feministas y pro derechos de los homosexuales tienen que ir de la mano

"Tenemos a un tipo en la casa Blanca, cuyo nombre no voy a decir (yo lo llamo 'Agente Naranja'), que quiere aprobar una ley que no reconoce a los transexuales", critica Lee. "Es peor que decir que no existe el calentamiento global. Estos días tenemos el peor presidente de los Estados Unidos de la historia". Precisamente, su película termina con un recordatorio del asesinato de la manifestante antirracista Heather Heyer atropellada por un simpatizante de la ultraderecha supremacista de la marcha 'Unite the Right'. "Esto ocurrió el 12 de agosto; nosotros empezamos el rodaje en septiembre. Estábamos en la preproducción. Y creo que haber metido esas imágenes ha hecho que 'Infiltrado en el KKKlan' sea una película mucho más potente de lo que era".

Spike Lee le precede una fama de hombre arisco y hueso duro de roer que, al menos en su última visita a Madrid para presentar su película 'Infiltrado en el KKKlan', se ha demostrado bastante lejos de la realidad. Es un hombre delgado y algo encorvado, pequeño y aparentemente inofesivo, sonriente y muy locuaz, y viste con una chaqueta vaquera llena de parches reivindicativos: "Defiende Brooklyn", reza uno en la pechera, donde cuelgan también dos cadenas de oro, una rematada con una cruz y otra con una especie de 'ojo que todo lo ve'. Se ha quitado sus famosas gafas de pasta y bebe tranquilamente un té al limón, y habla pausado y reflexivo hasta que salta como un resorte a cualquier mención a Trump o de 'la historia del mundo contada para blancos'.

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