La Feria del Libro de Madrid arranca empapada y en medio del caos
La gran avenida literaria que atraviesa el Parque del Retiro de lado a lado presentaba un aspecto totalmente desangelado en su primer día
Ya hace unas horas que las primeras casetas de la Feria del Libro de Madrid han abierto sus contraventanas, aunque muchos no apostaban por ello. La megafonía anuncia las primeras firmas de autores —"en la caseta 339 de Dolmen editorial la autora Sandra Broa estará firmando ejemplares de su libro 'Se me pasa el arroz pero no el conejo'"— pero la gran avenida literaria que atraviesa el Parque del Retiro de lado a lado presenta un aspecto totalmente desangelado: los pocos visitantes que se mueven entre los puestos no llevan muchas bolsas en la mano —los paraguas hoy tienen preferencia—, mientras algunos palés y plásticos flanquean el camino y el pavimento sigue empapado. Pero al menos ha comenzado, más o menos como estaba previsto —aunque con la tradicional visita de la Casa Real postpuesta— la 77 edición de la Feria, la más accidentada que se recuerda.
Alrededor de las 14.30 horas del jueves, a menos de veinticuatro horas de la inauguración de la Feria y cuando la mayor parte de las librerías recibían sus cargamentos y acababan de montar las casetas, el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid ordenaba el cierre del Parque del Retiro por la amenaza de vientos de hasta 89 km/h. Y a muchos libreros les pilló a contrapié y con la casa por barrer. Desde prensa de Feria del Libro explican que después del desalojo "no tuvieron ninguna otra notificación del Ayuntamiento del levantamiento de la alerta" hasta que por la mañana han recibido una información de que se había notificado a la Policía de que abrieran las puertas del parque". Hasta las 6.30 de la mañana de este viernes los libreros todavía no sabían si iban a poder abrir sus puestos.
"Ayer era el día en el que nosotros montábamos y nos avisaron al mediodía", explica Roger Horta, de Malpaso Ediciones. "Simplemente nos llegó el aviso de que se cerraba el parque. Evidentemente, todo el mundo afuera estaba muy inquieto y esperábamos a ver qué nos decían para abrir. Yo esta mañana, a las seis de la mañana, me he despertado con un 'tuit' de la Feria del Libro de que lamentablemente todavía no habían levantado la alerta roja, con lo cual ya era como para volverse uno a la cama. Pero media hora después han dicho que ya estaba abierto y hemos venido a montar".
"El desalojo fue muy de película. Nosotros ya habíamos terminado en las casetas y estábamos tomando algo dentro del Retiro y empezaron a acordonar partes del parque para que no se entrara, y un coche con megáfono avisaba que había que desalojar. Parecía que iban a venir los zombis", cuenta entre risas Aldara Sánchez desde el expositor de Blackie Books. "Fuimos como hordas hacia la salida, con tranquilidad pero confluyendo en los caminos. Y a mí me pasó que, como no salí por una de las puertas principales, fui por la de Mariano de Cavia —porque vivo por allí—y resulta que estaba cerrada. Y nos encontramos como 30 ó 40 personas sin saber qué hacer. Había gente que decía: '¡Bueno, pues nos saltamos la valla!'. Al final alguien conocía a alguien y lo llamamaron y vino a abrirnos".
Sin embargo, para otros libreros el inicio de la Feria no ha sido tan divertido. A Inmaculada González, copropietaria de la Librería Méndez, no le dio tiempo a terminar de organizar la caseta antes de que los desalojasen. "Sí que nos habían llegado ya los libros pero con cuentagotas, porque este año nos han puesto muchas pegas porque no se podía acceder con los vehículos y no podían acceder los camiones del reparto. En fin, muchas trabas. Y nosotros, que venimos de hacer muchas ferias [32, para ser exactos], nos hemos quedado un poco impresionados. Esto no había pasado nunca".
Algunos libreros han tenido que llevar los libros a pulso por un cambio de normativa respecto a la entrada de vehículos en el Retiro
"La persona que lleva Medio Ambiente y dirige Retiro ha decidido que el Retiro es un paraje natural que hay que cuidar y, por lo visto, haciendo la Feria aquí nos lo podemos cargar. A nosotros, Librería Méndez, no nos han dejado en dos días acceder con el coche, así que hemos tenido que dar mil vueltas y aparcar en Menéndez Pelayo, y pagarlo de nuestro bolsillo, cuando eso en teoría va en el coste de la caseta", prosigue González. "Hemos tenido que traer los libros a pulso, con carretilla, y en muy malas condiciones, con lo que eso supone de desgaste. La verdad es que el comienzo ha sido bastante desagradable".
Desde el gabinete de prensa del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento explican que efectivamente "se ha prohibido el acceso de vehículos particulares y privados al Retiro de forma tajante". Pero "sí que se ha permitido entrar a los coches de los distribuidores para descargar los libros". "Además que el Retiro lo han abierto a las seis de la mañana para que pudieran entrar cuando normalmente este tipo de descargas se hacen a partir de la 7.30 de la mañana. Hay unos horarios de carga y descarga y en lugar de aplicarlos se ha dejado a la Feria que decidiera cuándo tenían que abandonar el paseo los vehículos".
En el Grupo Contexto han tenido que colocar 7.500 ejemplares en dos o tres horas
Para el creador del sello Nórdica Editorial, Diego Moreno, el arranque de la 77 edición de la Feria tampoco ha sido el ideal: en su caseta, que pertenece al grupo Contexto —que aglutina los sellos Libros del Asteroide, Impedimenta, Periférica, Sexto Piso y Nórdica— han tenido que colocar 7.500 ejemplares en tres o cuatro horas. "Supongo que en unas horas se nos habrá pasado la sensación de rareza porque ayer lo que había que montar no pudimos, y hoy hay poco público y llueve. Hoy se ha unido todo: problemas organizativos a lo mejor del Ayuntamiento y luego la climatología, porque como ves está toda la Ferie empapada, pero bueno. Es un arranque atípico pero lo importante será lo que pase a partir de esta tarde y de mañana".
A Moreno, la forma de la que los desalojaron fue "precipitada" y "un poco excesiva". "Sobre todo porque con una hora u hora y media más nos habríamos podido arreglar". Pero tras la muerte el pasado mes de marzo de un niño después de que uno de los árboles del Retiro se le cayese encima, la precaución del Ayuntamiento estaba justificada. "Yo entiendo también esa parte y que hay un riesgo y que el Ayuntamiento también tiene que velar por la seguridad de la gente. Pero también entendemos que hay cosas que se pueden y se deben mejorar. El problema es que nos están llegando muchas noticias diferentes y no sabemos muy bien a qué atenernos".
Los libreros recomiendan
A pesar de la frialdad con la que ha comenzado la Feria, Moreno es optimista. "Cada día que llueve en la Feria se nota en las ventas. Pero la Feria es muy larga y no dependemos, afortunadamente, de un día bueno o un día malo. Yo creo que va a ser buena Feria, seguro, porque hay mucha gente con ganas de comprar después de un año que no ha sido muy bueno, de manera que mucha gente espera a la Feria para consumir. Es una buena noticia puntual; el problema es el conjunto del año". "Y mira, esta es una noticia que nos acaba de llegar ahora mismo. A este libro, la edición del centenario de 'Cuentos de la selva' de Horacio Quiroga, le acaban de dar hoy el Premio Nacional al Libro mejor editado en España en el año pasado".
¿Y, de su catálogo, cuáles son las recomendaciones de este editor? "Además del de Quiroga, 'Mujeres en la ciencia' viene muy bien con el espíritu de la Feria y es un libro del que llevamos vendidos 15.000 ejemplares. También de Juan Eduardo Zúñiga, 'Fábulas irónicas', uno de los grandes escritores, que tiene 99 años y al que le haremos un homenaje en la Feria el próximo domingo, que creo que lo merece.
"Nosotros hemos traído todos los libros que hemos podido, pero recomiendo 'Solenoide', de Mircea Cărtărescu, que es el que más nos ha gustado", recomienda Inmaculada González. "También uno de Libros del Asteroide que se llama 'El tiempo regalado' que es un libro que va sobre la espera en la vida a todos los niveles. Es una joya literaria. El de Manuel Vilas, 'Ordesa', me ha encantado. Ha sido un fenómeno editorial importante porque es un libro muy atrevido, muy personal y muy valiente, porque parte a raíz de su separación. Y 'El club de los mentirosos' de Mary Karr".
"De Malpaso Ediciones te tengo que recomendar 'El hundimiento del muelle', de Mark Haddon, que es la primera recopilación de relatos de Haddon, que es el autor de 'El curioso incidente del perro a medianoche'. Son nueve cuentos muy del estilo del libro que lo encumbró y la crítica internacional pone estos relatos al nivel al que nos tiene acostumbrados", propone Roger Horta. "De Jus Ediciones, que es nuestra editorial más pequeñita y con la que tenemos la intención de recuperar autores latinoamericanos o anglosajones que por razones inexplicables nunca se hayan publicado en España o que se hayan publicado poco, tenemos 'Mujeres en la cama', que una recopilación de relatos de Gina Berriault, una de las escritoras más reconocidas del siglo XX en Estados Unidos. Y, por último, 'Shinrin-Yoku' de Lince Ediciones, que es una terapia que viene del Japón y que consite en baños de bosque para curar el estrés o curar enfermedades".
Cristina Murcia, de Planeta, propone autore más comerciales. "Recomiendo 'Las hijas del capitán' de María Dueñas, el de César Brandon de poesía y acabamos de sacar el último de Lorenzo Silva, 'Lejos del corazón', y el de Carme Chaparro, que salíó ayer, y el anterior, 'No soy un monstruo', que fue Premio Primavera, funcionó muy bien".
Ya hace unas horas que las primeras casetas de la Feria del Libro de Madrid han abierto sus contraventanas, aunque muchos no apostaban por ello. La megafonía anuncia las primeras firmas de autores —"en la caseta 339 de Dolmen editorial la autora Sandra Broa estará firmando ejemplares de su libro 'Se me pasa el arroz pero no el conejo'"— pero la gran avenida literaria que atraviesa el Parque del Retiro de lado a lado presenta un aspecto totalmente desangelado: los pocos visitantes que se mueven entre los puestos no llevan muchas bolsas en la mano —los paraguas hoy tienen preferencia—, mientras algunos palés y plásticos flanquean el camino y el pavimento sigue empapado. Pero al menos ha comenzado, más o menos como estaba previsto —aunque con la tradicional visita de la Casa Real postpuesta— la 77 edición de la Feria, la más accidentada que se recuerda.