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¿Cómo podemos cambiar el metabolismo para conseguir adelgazar? Las claves para entenderlo
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¿Cómo podemos cambiar el metabolismo para conseguir adelgazar? Las claves para entenderlo

Es eso que pasa mientras vas y vienes del trabajo, mientras haces tus tareas cotidianas, pero también mientras tus células trabajan cuando parece que no haces nada

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El interés más popular en el metabolismo basal se centra en las formas de mejorarlo y aumentar nuestro uso de energía sin hacer absolutamente nada, con la perspectiva de perder peso en el proceso. Lo habrás escuchado más de una vez en otras palabras: "Aumenta tu metabolismo".

La industria de los suplementos prometen píldoras para que esto suceda, la de la dieta sugiere que alguna de estas acelerará su ritmo, y probablemente la mayoría de nosotros, rondando los 30, pensamos que el envejecimiento ya está reduciendo la eficiencia de nuestro motor metabólico. Resulta que no es así.

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Una percepción común es que tener un metabolismo más alto o más rápido significa que siempre podrás comer de más y hacer de menos, porque hagas lo que hagas tu peso se mantendrá invariable. Pero el asunto va mucho más allá... ¿De dónde vienen estas creencias? Y, sobre todo: ¿De verdad podemos cambiar nuestro metabolismo cuando lo deseemos?

"El zumbido de estar vivo"

Lo primero que tienes que saber es que el metabolismo es eso que pasa mientras tus células trabajan cuando parece que no haces nada. "Es el zumbido básico de estar vivo", como dice Emily Willingham en Scientific American. Gracias a este funcionamiento silencioso, nada se detiene: la sangre circula, el corazón bombea, los pulmones funcionan. Desde la Harvard Health Publishing, lo explican así: "Funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana para mantener tu cuerpo en movimiento, incluso cuando está descansando o durmiendo, convirtiendo los alimentos y los nutrientes que consumes en la energía que necesitas para sobrevivir".

Cuando estamos quietos también quemamos "calorías por minuto", nada más y nada menos que alrededor del 50 al 70% del total de las totales cada día

Para conseguirlo, el tejido de nuestro cuerpo se vale de eso que llamamos calorías. En términos de lo que en la cultura del ejercicio enfocado a la pérdida de peso se refiere, cuando estamos quietos también quemamos "calorías por minuto", nada más y nada menos que alrededor del 50 al 70% del total de las que quemamos cada día. Esto, eso sí, señala Samuel Urlacher, antropólogo y biólogo evolutivo humano de la Universidad de Baylor en Texas, depende de la edad.

"Cuanto mayor eres, más cantidad de células tendrás en funcionamiento y, por tanto, más energía quemas durante el día", dice por su parte en este sentido Herman Pontzer, antropólogo evolutivo del Instituto de Salud Global de la Universidad de Duke. La cantidad de energía que usa cada una de estas células depende de la función que desempeñe en el cuerpo. Así, por ejemplo, "las células que forman los músculos, los nervios o el tejido hepático utilizan más energía que las que forman la grasa".

De músculos y células

Además, otros factores pueden verse implicados. "Las personas pueden tener un metabolismo rápido, lento o promedio, independientemente del tamaño y la composición de su cuerpo", sostiene Chih-Hao Lee, profesor de genética y enfermedades complejas en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard. En cualquier caso, las células generalmente funcionan a un ritmo suficiente para su función.

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El problema es cuando queremos cambiar ese proceso sin tener todo esto en cuenta. En palabras de Pontzer: "No existe un método concreto para impulsar el metabolismo 'de una manera duradera o real'. Hay cosas que son peligrosas e ilegales y cosas que son tonterías, y probablemente deberías evitar ambas". Según los expertos, más que cambiar hay que hablar de empujar la aguja del metabolismo. Para ello hay que fijarse en los músculos.

Más músculo significa más células musculares metabólicamente exigentes, es decir, lo que puedes cambiar es la cantidad de algunos tipos de células mediante la construcción de más músculo que se traduce en un mayor metabolismo en reposo. No obstante, siempre habrá diferencias individuales en esta masa porque no existe dos metabolismos iguales (no existen dos cuerpos iguales). "Dos personas con el mismo peso corporal, pero diferentes proporciones de masa grasa pueden comer la misma cantidad de calorías y aun así tener diferentes resultados de aumento de peso. Eso es porque las células metabólicamente hambrientas usarán más de esas calorías que las células menos hambrientas".

El interés más popular en el metabolismo basal se centra en las formas de mejorarlo y aumentar nuestro uso de energía sin hacer absolutamente nada, con la perspectiva de perder peso en el proceso. Lo habrás escuchado más de una vez en otras palabras: "Aumenta tu metabolismo".

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