Es noticia
'Oro' para tu jardín: conoce los beneficios que la cáscara de huevo aporta a tus plantas
  1. Alma, Corazón, Vida
Te lo van a agradecer

'Oro' para tu jardín: conoce los beneficios que la cáscara de huevo aporta a tus plantas

No es de extrañar que el huevo sea un básico en casi todas las culturas culinarias del mundo, pero esa parte de él que siempre acaba en la basura también puede serlo fuera de las cocinas

Foto: (iStock)
(iStock)

Hay pocos alimentos más versátiles que el huevo: cocido, frito, pasado por agua, revuelto, en frío o en caliente, separando la yema para una salsa o la clara para algún postre... Hay mil maneras de hacerlos y comerlos, con todos sus nutrientes, y lo mejor es que además muchas de ellas se hacen en un momento. No es de extrañar que sea un básico en casi todas las culturas culinarias del mundo, pero resulta que el huevo todavía puede ofrecernos mucho más, incluso fuera de las cocinas.

La próxima vez que rompas algunos huevos para preparar el desayuno o para hacer un bizcocho, no tires las cáscaras, sobre todo si tienes plantas. Aunque esta parte no podamos consumirla los humanos (a no ser que sea procesada), hay otros seres vivos a los que les va de maravilla: así como lo lees, no hay mejor aditivo orgánico para tu jardín.

Foto: (iStock)

Desde la Universidad de Antioquia en Colombia explican que una de las principales funciones de la cáscara de huevo es actuar como reserva mineral para el embrión si el proceso natural continúa. Para ello, retiene hasta un 96% de carbonato de calcio, como señalan en el portal EcologíaVerde. Se trata, por tanto, de una fuente muy rica en calcio que nosotros no nos llevaremos a la boca, pero que cualquier planta te agradecerá. ¿Que qué es lo que tienes que hacer? Presta atención, porque para esto el huevo también se vuelve versátil:

La alternativa más ecológica

Por un lado, puedes aprovechar esas cáscaras que iban a acabar en el cubo de la basura tal y como están, es decir, una vez que las abres (siempre y cuando la rotura sea más o menos uniforme y queden partidas en dos mitades similares). En este caso, su forma ya te lo está poniendo... A huevo: se trata de crear minimacetas con ellas, que los podrás usar para que unas semillas o plántulas enraícen y crezcan.

placeholder (iStock)
(iStock)

En efecto, es la alternativa más ecológica al famoso vaso de yogur, más si este es de plástico, y una forma económica y sostenible de tener tu pequeño o gran vergel. Lo primero que tienes que hacer, señalan en Gardenesque, es enjuagarlas bien. Una vez listas, con una aguja pequeña, haz un agujero en la base de cada cáscara de huevo para el drenaje.

Los expertos recomienzan utilizarlas como minimacetas para el germinado de hierbas aromáticas como la albahaca, el perejil, unos berros o cebollino

Con una cucharadita, agrega el abono necesario para enterrar las semillas que hayas elegido y listo. Cuando estas estén completamente cubiertas, solo toca regalar bien y esperar. Los expertos recomienzan utilizar para esta opción, por ejemplo, hierbas aromáticas como la albahaca, el perejil, unos berros o cebollino. Como soporte mientras tanto, de hecho, puedes usar el propio cartón en el que venían.

placeholder (iStock)
(iStock)

Por otro lado, también puedes colocarlas directamente sobre la tierra del interior de las macetas de tus plantas, aunque en este caso lo mejor es que tritures las cáscaras, así podrás esparcirla mejor por toda la maceta y se descompondrá más rápidamente en la tierra, agregar todos sus nutrientes nutrientes.

Como detallan desde el portal de Tiempo, no solo aportará "alimento" a la planta, también será un excelente repelente natural de plagas como babosas o caracoles, porque la textura afilada de las cáscaras trituradas actúa como una barrera natural. Y no acaba ahí: es un fertilizante de larga duración, pues una vez trituradas, las cáscaras de huevo se irán descomponiendo gradualmente en el suelo de la planta, liberando para ella los nutrientes esenciales a lo largo de todo ese tiempo. Durante el mismo, ajustará además el propio pH del suelo gracias al calcio.

Hay pocos alimentos más versátiles que el huevo: cocido, frito, pasado por agua, revuelto, en frío o en caliente, separando la yema para una salsa o la clara para algún postre... Hay mil maneras de hacerlos y comerlos, con todos sus nutrientes, y lo mejor es que además muchas de ellas se hacen en un momento. No es de extrañar que sea un básico en casi todas las culturas culinarias del mundo, pero resulta que el huevo todavía puede ofrecernos mucho más, incluso fuera de las cocinas.

Trucos Ecología Alimentos Estilo de vida
El redactor recomienda