4 formas útiles y divertidas de reutilizar los cartones de huevos que te sobran

Reciclar va más allá de saber separar nuestros residuos y tirarlos al contenedor adecuado porque, a veces, podríamos no tirarlos. No nos referimos a residuos orgánicos (para los cuales también existen formas de aprovecharlos como el famoso compost), sino que hoy hablamos de los residuos de cartón, concretamente de uno que seguro que tiras con más frecuencia de la que crees (porque usas con más frecuencia de la que crees): las cajas de huevos.

El verano es el momento perfecto para tareas de manualidades como esta, que no cambian los estragos futuros de un mundo que no deja de avisarnos de que nos comportamos mal con él, sobre todo en verano, pero sí forma parte de la tendencia necesaria a cambiar nuestra conciencia con respecto a ello: los niños tienen vacaciones, tiempo libre, se aburren, y de paso comemos más en casa, lo que también puede significar que desperdiciamos más.

TE PUEDE INTERESAR

Ideas útiles y prácticas para reciclar los botes de vidrio y decorar tu casa

El Confidencial

Convertir las cajas de huevo en algo que les permita seguir teniendo utilidad puede ser, además, una forma divertida de mantenerse entretenido. Las opciones son muchas, y el resultado, desde luego, elijas la opción que elijas, seguro que te sorprenderá. Aquí te dejamos 4 de ellas:

Para plantar

La jardinería puede parecer un pasatiempo complejo, pero todo puede empezar con algo tan simple como uno de estos cartones. A la hora de sembrar semillas, se trata de sustituir las bandejas de plástico por estos, una vez que queden. Su tamaño y el material mismo son perfectos para que esa semilla tome forma con unos cuidados adecuados.

Lo primero que tienes que hacer es separar la caja en sus dos partes y crear algunos agujeros pequeños en el fondo de una de esas partes, uno por cada compartimento. Puedes poner la otra tapa debajo, para que atrape el agua que se desprenda de la otra a través de los agujeros.

Luego, llena cada compartimento de sustrato, siempre hasta la mitad. Ahora sí, pon algunas semillas en cada uno y luego cúbrelas hasta arriba con más sustrato. Ya solo queda repetir el proceso todas las veces que quieras y no olvidar regarlas lo suficiente para mantener la tierra húmeda (sin empaparla). Una vez que los brotes empiecen a surgir y sus raíces lleguen al fondo de la caja, muévelos a una maceta más grande.

Ayuda a los pájaros

Ayudar a otros animales con los que compartimos el entorno nunca está de más. Si bien los cartones de huevos no nos servirán en este momento del año para ofrecer, por ejemplo, agua a las aves (lo que puedes hacer utilizando otros recipientes), sí que pueden hacer las veces de comedero.

Se trata de una manera fácil y económica de nutrir a los pájaros, utilizando el cartón de huevos completo o solo una parte del mismo. Simplemente corta la parte superior de la caja. Luego haz un agujero en las esquinas. Pasa un hilo a través de ellos y cuélgalo así en alguna ventana o cualquier lugar al aire libre como un árbol si tienes la opción. Llénalo con alpiste y espera a que lo encuentren.

Para un poco de organización

Las cajas de huevos también pueden ser objetos de decoración o, en este caso, de organización. Pero, ¿y por qué no ambas? Una caja a modo de joyero siempre queda bien sobre un mueble. Para conseguirla solo necesitarás pintura acrílica y un diseño claro.

Píntala a tu gusto y déjala secar. Una vez lista, podrás guardar en ella desde pequeñas joyas a complementos para el pelo hasta elementos de papelería si lo tuyo es más este terreno: chinchetas, clips, gomas de borrar... Así no lo tendrás todo por medio en tu mesa de trabajo.

La aliada de los campings

Incluso si te pilla en un camping este verano puedes reutilizar los cartones de huevos, porque resulta que su cartón es perfecto para iniciar un fuego. De hecho, puedes hacerlo con más elementos reciclados: simplemente llena 3/4 cada compartimento de la caja con las pelusas de la secadora, por ejemplo, o aserrín o trozos de algodón.

Luego, prende fuego al cartón y listo. No obstante, también puedes derretir una vela vieja o algún otro tipo de cera que tengas por casa en una cacerola. Una vez derretida, vierte con cuidado la cera sobre la pelusa o el aserrín. Deja que se enfríe, y, cuando esté listo para usar, rompe las secciones de cartón y enciende el exterior.