Estas son las zonas con más gérmenes de tu casa, y no son las que crees

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En la actualidad, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos de limpieza con capacidad bactericida, lejías y antisépticos que nos ayudan a desinfectar las superficies más empleadas del hogar, como la cocina o el baño. Pero no importa las veces que aseemos nuestra casa o los productos de limpieza que usemos, sigue habiendo gérmenes.

Esto es lo que ha demostrado Paul Dawson en un experimento realizado para la CNN y compartido en forma de vídeo. Dawson es un científico alimentario de la Universidad de Clemson, Carolina del Sur, EEUU, que investiga formas de mejorar la seguridad y la calidad de los alimentos. Para confirmar las zonas del hogar más propensas a acumular gérmenes, Dawson analizó cinco viviendas diferentes pertenecientes a trabajadores de la CNN.

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Las muestras se trataron como anónimas para evitar el sesgo en el experimento y se tomaron repetidamente durante cuatro días, justo después de ser limpiadas de manera habitual. Las zonas que se analizaron fueron las mismas en todos los hogares: el desagüe del fregadero, la encimera de la cocina, el asiento del inodoro, la manija del grifo del cuarto de baño y el suelo de la entrada del hogar.

La entrada del hogar, el lugar más sucio

Una vez en el laboratorio, los científicos aislaron las bacterias encontradas y las hicieron crecer en colonias para poder verlas a simple vista. “Es realmente asqueroso”, dice entre risas la redactora de la CNN, Clare Duffy, al observar la placa de Petri en la que han crecido las bacterias recogidas en la puerta de su casa.

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Si nos preocupa la acumulación de bacterias en la entrada del hogar, Dawson recomienda el uso de un felpudo que se pueda lavar con frecuencia. De esta manera, parte de la suciedad que traemos de la calle quedará en la entrada. Otra recomendación sería dejar las zapatillas de la calle en un mueble en la puerta principal, y calzar unas zapatillas de estar por casa limpias para no contaminar el hogar.

Lo que más sorprendió de este experimento es que el asiento del retrete es la parte más limpia de todas las que se analizaron. Eso significaba que las zonas de la cocina en las que preparamos nuestros alimentos están más sucias que un retrete. El científico recomienda desinfectar el fregadero y la encimera con lejía al menos una vez al mes, y cambiar el estropajo de los platos con frecuencia. A su vez, llama a la calma, ya que muchas bacterias del hogar son beneficiosas o inofensivas.