Las claves de la extraña siesta nórdica: ¿por qué hacen que los bebés duerman así?

En los últimos tiempos corren por TikTok vídeos que dejan boquiabiertos a muchas madres y muchos padres, sobre todo a aquellos que residen en lugares del mundo donde el frío es más bien una cuestión anecdótica. ¿Qué hacen tantos bebés en terrazas y otros exteriores en lugares repletos de nieve?

Antes de que te lleves las manos a la cabeza, o si lo has hecho ya, déjanos decirte que quizás no es tan contraproducente como te puede parecer. De hecho, se trata de una fórmula habitual que siguen madres y padres en los países escandinavos para dormir a sus criaturas y al que no le falta sentido.

TE PUEDE INTERESAR

¿Ya no sabes qué hacer para dormir mejor? Fíjate en cómo lo logran los niños pequeños

ACyV

En rincones del planeta como Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia o Islandia, más te vale acostumbrarte rápido al termómetro bajo cero. Y tan rápido lo hacen que desde que nacen aprenden a convivir con esos inviernos infinitos con técnicas como esta.

"Duermen más"

La llaman la siesta nórdica, y es que aunque no lo creas, los pequeños se duermen rápido en el exterior, y también lo hacen por más tiempo ¿Pero por qué? La clave está en el frío y, por supuesto, en que estén bien abrigados.

De hecho, si alguna vez has estado en alguno de dichos países, es probable que te hayas topado con una estampa tan peculiar como la de muchos carritos en la calle, a la entrada de establecimientos como tiendas o incluso bares. Quizás has pasado sin percatarte de mucho más, pero resulta que dentro de esos carritos seguro que hay un bebé durmiendo.

Pero de nuevo no, no hay que llevarse las manos a la cabeza. La investigadora finlandesa Marjo Tourula ha llevado a cabo un estudio en el que recoge las particularidades y el significado de este gesto que se repite de generación en generación, además de llevar a cabo una encuesta a un grupo padres que aseguran que "los bebés duermen más estando afuera que adentro".

Con tan solo dos semanas

Tourula que, en parte, esto se debe probablemente a la restricción de movimientos que provoca llevar tanta ropa encima, lo que únicamente es posible en ambientes muy fríos. De lo contrario, nos sobrecalentamos. Según la mayor parte de los padres encuestados, es frecuente empezar a sacar a los bebés al exterior de manera gradual para que se vayan acostumbrando a partir de las dos semanas de nacido.

Lo hacen siempre bajo control (incluso en guarderías y escuelas) con el fin, además, de evitar enfermedades. Se supone que los niños expuestos al aire libre tienen menor riesgo de contagio de infecciones frecuentes, por eso tratan de que durante un buen tramo de tiempo al día no compartan espacios muy reducidos con otros bebés.

Según el trabajo de esta investigadora, -5° C es la temperatura ideal para una siesta como esta al aire libre, aunque algunos padres con los que habló practicaban este método incluso a -30° C. Otros estudios, en términos generales, aún no han llegado a un acuerdo claro sobre ello.