Es noticia
¿Ya no sabes qué hacer para dormir mejor? Fíjate en cómo lo logran los niños pequeños
  1. Alma, Corazón, Vida
ZZZ...

¿Ya no sabes qué hacer para dormir mejor? Fíjate en cómo lo logran los niños pequeños

En la primera fase de la vida, se necesita dormir para algo tan fundamental como crecer y desarrollarse, por lo que recomiendan entre 11 y 14 horas de sueño. La clave (para ellos y para los adultos) está en cómo lo consiguen

Foto: (iStock)
(iStock)

Sabemos que estar en busca de un sueño más satisfactorio puede volverse todo un desafío, cuando no tergiversarse y situar a nuestro organismo a la defensa. Solo queremos dormir, pero nuestro cerebro a veces se niega a ello. Como un niño pequeño parece patalear y exigir atención, que mantengamos los ojos abiertos. Como un niño pequeño, parece no entender que al día siguiente debemos madrugar porque nos toca trabajar. ¿Qué hacer cuando esto sucede?

Antes de recurrir a libros, aplicaciones, entrenadores de sueño o uno de los muchos productos que prometen engañarlo (engañarnos) para entregarnos sin defensa a nuestra cama, quizás debes buscar respuesta en otro niño pequeño, uno de verdad. Observa a tu hijo, a tu sobrino, a tu nieto o hermano, porque tienen la solución.

Foto: (iStock)

Dormir es fundamental para muchas funciones del cuerpo humano. Investigaciones anteriores ya han demostrado que de reducir ese tiempo recomendado, todo empieza a empeorar: la disminución del sueño está asociada con un riesgo elevado de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad y depresión. Asimismo, recientemente, más también se la ha relacionado, cuando se da en adultos de entre 50 y 70 años, con el desarrollo de la demencia.

Una sola palabra: rutina

Lo que sucede es que la conciencia que tenemos de ello no nos exime de los efectos secundarios de tomárnoslo en serio en un mundo acelerado del que formamos parte. Según los expertos, los adultos deberían dormir al menos siete horas por noche.

placeholder (iStock)
(iStock)

No obstante, el sueño es aún más importante cuando somos niños. En esta primera fase de la vida, se necesita dormir para algo tan básico (biológicamente hablando) como crecimiento y desarrollarse. Es por eso que los pediatras suelen recomendar que los niños pequeños duerman entre 11 y 14 horas cada 24 horas. Pero, ¿cómo lidian estas pequeñas personas con demandas tan pesadas de sueño? Una sola palabra: rutina.

Para empezar, asociar una hora como la hora de acostarse es fundamental: los datos suelen demostrar que una regularidad así es lo que ayuda a mejorar el sueño de los niños pequeños. Pues bien, esto es igual de importante para los adultos. No hay excepciones, o no debe haberlas.

Tres pasos previos

Como explica Sara Kiley en Popular Science, una vez que se establece la hora de acostarse, se puede desarrollar una rutina en torno a ella. Kiley menciona en este caso una investigación realizada por la psicóloga Jodi Mindell y otros investigadores del Children's Hospital de Philadelphia (Estados Unidos), que "ha demostrado la utilidad de una rutina de tres pasos para la hora de acostarse".

Los niños pequeños que practican una rutina de tres pasos antes de dormir no solo se duermen más rápido, sino que además se despiertan menos durante la noche

Para llegar a esas conclusiones, los investigadores reunieron a 199 madres con sus hijos pequeños (de entre 1 año y medio a 3 años), y los dividieron en dos grupos de manera aleatoria. Un grupo siguió su rutina habitual a la hora de acostarse, mientras que el otro recibió instrucciones para implementar una rutina específica que consistía en darse un baño, aplicarse loción después y pasar no más de 30 minutos con alguna actividad tranquila.

placeholder (iStock)
(iStock)

Después de dos semanas, resultó que los niños pequeños que practicaron la rutina de tres pasos no solo se dormían más rápido, sino que además se despertaban menos durante la noche y, de hacerlo, volvían a conciliar el sueño sin dificultad. Curiosamente, cuando los investigadores analizaron más tarde a bebés y niños pequeños (de 7 meses al año y medio) siguiendo la misma rutina, encontraron que los efectos más significativos de la mejora del sueño aparecían en ellos tan solo tres días de implementarla.

Individualmente, cada uno de estos consejos respaldados por niños pequeños puede hacer mucho para mantener y mejorar su salud y también la de los adultos. Juntos, son un arma formidable para cualquiera que tenga dificultades para dormir, así que ya sabes.

Sabemos que estar en busca de un sueño más satisfactorio puede volverse todo un desafío, cuando no tergiversarse y situar a nuestro organismo a la defensa. Solo queremos dormir, pero nuestro cerebro a veces se niega a ello. Como un niño pequeño parece patalear y exigir atención, que mantengamos los ojos abiertos. Como un niño pequeño, parece no entender que al día siguiente debemos madrugar porque nos toca trabajar. ¿Qué hacer cuando esto sucede?

Sueño Trastornos del sueño Social Investigación
El redactor recomienda