Es noticia
¿Por qué nos resulta más difícil conciliar el sueño en la noche previa a un viaje?
  1. Alma, Corazón, Vida
Un problema muy compartido

¿Por qué nos resulta más difícil conciliar el sueño en la noche previa a un viaje?

Se conoce como cuenta regresiva, y vivimos dependiendo de ella constantemente. Cuando se trata de ponerse en marcha maleta en mano, esa cuenta se carga nuestro descanso

Foto: (iStock)
(iStock)

Dormir se está convirtiendo en algo así como un problema universal. Algo que debería ser de carácter básico, porque es, de por sí, básico para el funcionamiento del organismo humano, parece quedar relegado a un segundo plano, y a veces a un tercero si lo hay. La abundancia de tecnología y tecnologías, la aceleración de la cultura del trabajo y el sinfín de estímulos que esto conlleva, han tomado el tiempo a sus anchas; y, a menudo, el del sueño, ya no lo es para ello porque hay que responder mails, acabar cuanto antes la tarea, cuidar de los nuestros o, simplemente, apurar el escaso tiempo de ocio. Así, cada vez son más frecuentes los trastornos del sueño.

Viajar puede estar tan relacionado con nuestro tiempo de ocio como con el de trabajo. Sin embargo, sea cual sea el motivo que te lleva a coger un avión o un tren, seguro que si alguna vez te ha tocado madrugar para ir a la estación, en realidad, no has dormido nada. Se conoce como cuenta regresiva, y vivimos dependiendo de ella constantemente. Cuando se trata de ponerse en marcha maleta en mano, esa cuenta se carga nuestro descanso: toca viajar con el cansancio acumulado de las horas previas.

Foto: Dormir bien es imprescindible para tener una buena salud y rendir durante el día (Fuente: iStock)

La emoción, la ansiedad o el estrés, o todas a la vez, pueden afectar directamente al sueño previo a un viaje. Pero, ¿por qué se produce esto? ¿Qué nos lleva a dormir menos cuanto más parece que queremos y lo necesitamos? Dan igual las ovejitas, el punto fijo de tu habitación a oscuras, los pensamientos más estupendos… Quedan 8, 7, 6, 5, 4, 3 horas para salir de casa y tus ojos siguen como platos.

Dos hormonas bien conocidas

Resulta que la respuesta está en unas hormonas conocidas como cortisol y adrenalina. Te sonarán seguro, pero aún tienen que contarte mucho más de lo que crees. Cuando los niveles de estas se elevan en nuestro cuerpo, el ritmo cardíaco tiene a aumentar.

Es habitual cuando estás estresado o emocionado, pues es entonces cuando tu cuerpo crea más cortisol y adrenalina, también conocida como epinefrina

Según una investigación reciente, esto es habitual cuando estás estresado o emocionado, pues es entonces cuando tu cuerpo crea más cortisol y adrenalina, también conocida como epinefrina.

De noche, acaba significando la falta de sueño o la incapacidad de permanecer dormido. Además, estar emocionado te hace pensar en el día siguiente e imaginar diferentes escenarios. Eso requiere concentración, y la concentración solo es posible despiertos.

Lo que debes hacer para evitarlo

Mientras te acuestas, cansado, pero sin sueño, empiezas a imaginar lo agotado que te sentirás al día siguiente si tus ojos no se cierran de una vez por todas. Bienvenido, ahora estás pensando en tu propio insomnio, y cuanto más te concentras en él, más se acelera tu mente y menos sueño sientes. Duda resuelta, veamos cómo evitar que suceda.

placeholder (iStock)
(iStock)

Como señalan desde el portal de The Sleep Charity, lo primero que hay que hacer es asegurarse de ir a la cama a la hora habitual. Esto conlleva, por supuesto, dejarlo todo esté listo para el día siguiente más pronto que tarde.

No hay que irse a la cama con una lista de cosas aún por hacer, porque le estarás dando a tu cerebro el motivo perfecto para darle vueltas y vueltas. Adopta un enfoque preventivo e intenta completar todas las tareas que tengas antes de irte a la cama. Termina las maletas y coloca los billetes y otras cosas esenciales como tu documentación en el bolso.

Dormir se está convirtiendo en algo así como un problema universal. Algo que debería ser de carácter básico, porque es, de por sí, básico para el funcionamiento del organismo humano, parece quedar relegado a un segundo plano, y a veces a un tercero si lo hay. La abundancia de tecnología y tecnologías, la aceleración de la cultura del trabajo y el sinfín de estímulos que esto conlleva, han tomado el tiempo a sus anchas; y, a menudo, el del sueño, ya no lo es para ello porque hay que responder mails, acabar cuanto antes la tarea, cuidar de los nuestros o, simplemente, apurar el escaso tiempo de ocio. Así, cada vez son más frecuentes los trastornos del sueño.

Sueño Trastornos del sueño Estilo de vida Viajes
El redactor recomienda