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Los límites que debes establecer con tus suegros para que no se pasen de la raya
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Los límites que debes establecer con tus suegros para que no se pasen de la raya

Aunque creas que van de buen rollo y tenéis ideas similares, no te puedes confiar. Si no pones unas barreras para que no se entrometan, los conflictos estarán al caer

Foto: Foto: iStock.
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A la pareja la eliges, pero a sus padres no. Cuando alguien va a dar el importante paso de casarse, suele remitirse a la preocupación de cómo solventar los posibles conflictos que puedan surgir entre los cónyuges. Pero pocos reparan en los que pueden venir fomentados o indirectamente ocasionados por sus familiares más próximos, es decir, los futuros suegros. Y, a decir verdad, seguramente sean unos cuantos los que se arrepintieron de pasar por el altar si sabían la larga lista de problemas que le traería ser el yerno de ciertas personas.

Los suegros pueden tener ideas muy dispares sobre política o formas de vida que chocan no solo con las de quien va a ser el esposo o esposa en cuestión, sino también con la pareja al completo. Y, a su vez, pueden generar la sensación de demasiada familiaridad y luego, pasado el tiempo, de repente te das cuenta de que detrás de esa sonrisa y esas buenas intenciones hay algo verdaderamente problemático. Por ello, dependiendo de la impresión que te generen desde que les conoces, hay que ser cautos y establecer una serie de límites fijos para que no se entrometan en tu relación o generen demasiados conflictos. La revista Best Life ha reunido algunos de ellos para que los tengas en cuenta.

Las normas del hogar

Cada pareja es un mundo y sus costumbres, manías y obsesiones tienen un núcleo: el hogar que han decidido compartir. Por ello, es de vital importancia que las dos partes de la pareja respeten el espacio personal del otro, así como que cumplan una serie de normas pactadas sobre limpieza o el orden de los objetos. Y si esto es imprescindible para los miembros de la pareja, lo es aún más para sus padres cuando vengan de visita.

"Aclara qué zonas de tu hogar prefieres mantener fuera de su alcance o establece pautas sobre cuándo deben avisar antes de presentarse"

Por ejemplo, no te parece bien que se presenten sin avisar o demasiado tarde. "Acuerda los límites con tus suegros en lo que concierne a sus visitas y a tu privacidad personal", asegura Sanan Hafeez, neuropsicólogo neoyorquino. "Aclara qué zonas de tu hogar prefieres mantener fuera de su alcance o establece pautas sobre cuándo deben avisar antes de presentarse".

Cuidado con las llamadas

Es posible que te irrite el hecho de que tus suegros estén continuamente llamando hasta sin motivo, hasta el punto de sentir que se están entrometiendo demasiado en la vida privada que tenéis tú y tu pareja en común. A veces, se pueden poner un poco pesados, por lo que no estaría de más que, junto con la colaboración de tu cónyuge, les paréis los pies para evitar problemas. "Este límite debe establecerse si las llamadas son muy frecuentes y siempre se dan en momentos poco apropiados", sentencia Jennifer Kelman, terapeuta familiar. Por ejemplo, cuando ya habéis acostado al niño.

Que no se entrometan en vuestros problemas

Los padres de tu pareja pueden asesorar y acompañar, pero nunca entrometerse demasiado en los problemas que tenéis en común, ya que evidentemente se acabarán posicionando a favor de su hijo o hija. Si crees que se están metiendo de lleno en vuestras discusiones o conflictos, aunque sean pequeños, házselo saber antes de que sea demasiado tarde.

Foto: 'Venga tronca, dime, ¿lo peta o no mi camisa hawaiana?'. Estás en su territorio, aprende a complacerla. (iStock)

"Una vez se rompe este límite, no hay marcha atrás, y al final acabarás escuchando consejos sobre cómo gestionar vuestros problemas", asevera Kelman. "Por ello, es crucial poner una barrera desde el principio, ya que será muy difícil ponerla cuando se establezca una dinámica". Habla con tu pareja, lo primero, para hacerle ver que no está bien y que tenéis que gestionar vuestros problemas juntos, sin sus intromisiones. La empatía es esencial para afrontar esta situación.

Que no se entrometan en vuestra economía

Nada hay tan incómodo como los asuntos de dinero. Mucho más aún con los suegros, los cuales deben apartarse de las decisiones financieras que sus hijos quieran tomar a no ser que sean manifiestamente malas. Del mismo modo, cuidado con los obsequios, regalos o préstamos. Vienen muy bien llegado el momento, pero luego es posible que sientan que tienen que ser devueltos. "Si bien es fácil aceptar favores a corto plazo, ten cuidado con las condiciones que puedan surgir en el futuro", advierte Kelman. El más común suele ser la entrada de la hipoteca: aunque lo hacen para ayudaros y de manera interesada, es posible que luego te lo recuerden para que les compenses por ello.

A la pareja la eliges, pero a sus padres no. Cuando alguien va a dar el importante paso de casarse, suele remitirse a la preocupación de cómo solventar los posibles conflictos que puedan surgir entre los cónyuges. Pero pocos reparan en los que pueden venir fomentados o indirectamente ocasionados por sus familiares más próximos, es decir, los futuros suegros. Y, a decir verdad, seguramente sean unos cuantos los que se arrepintieron de pasar por el altar si sabían la larga lista de problemas que le traería ser el yerno de ciertas personas.

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