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¿Por qué huele tan mal mi congelador si a simple vista parece que está limpio?
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TRUCOS PARA EVITARLO

¿Por qué huele tan mal mi congelador si a simple vista parece que está limpio?

El problema no solo puede provenir de no haber cerrado bien los envases o que haya restos de comida por sus paredes. ¿Cuáles son los otros factores a tener en cuenta?

Foto: Foto: iStock.
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El congelador es un electrodoméstico imprescindible para conseguir que los alimentos perduren más allá de su fecha de caducidad o preservar su calidad cuando sabemos que no los vamos a ingerir de inmediato. Pero muchas veces, aunque lo limpiemos de manera frecuente y estén cerrados todos los envases con comida, parece que despide un mal olor nada más abrir la puerta. Un olor que, además, no coincide con el de ningún alimento, ya que están perfectamente congelados. Tal vez provenga de algo que ya está caducado, pero si al hacer la revisión y ver que todo sigue fresco, ¿qué ocurre?

La mayoría de las causas de este mal olor tiene que ver con tres agentes muy concretos: bacterias, levaduras y moho. Aunque un congelador ralentiza drásticamente y de manera efectiva la mayoría de los microbios presentes en los alimentos, algunos pueden llegar a prosperar si la temperatura sube por encima de los 18 grados bajo cero (la temperatura media o recomendada para la mayoría de estos aparatos). Esto puede suceder fácilmente si metes un táper que todavía está caliente (ya sea porque lo calentaste hace unos minutos) o también si ha habido un corte eléctrico que ha apagado su sistema de forma estrepitosa.

Tampoco conviene recongelar aquello que previamente ya se ha descongelado

También influye mucho de cara a que haya un mal olor el hecho de que se derrame el fluido de algunos recipientes o que estén mal cerrados. Esto es muy fácil de evitar, tan solo falta con asegurarse de que el táper está bien cerrado y que no haya restos de comida en su parte exterior. Tampoco conviene recongelar aquello que previamente ya se ha descongelado.

Los COV

Cuando un alimento o plato se empieza a descomponer, suele desprender olores intensos como fruto de esa liberación de grasas y sustancias químicas, conocidos como compuestos orgánicos volátiles (COV), los cuales están presentes en toda materia orgánica. Estos se llaman así porque liberan muy fácilmente vapores o gases, a diferencia, como es lógico, de las sustancias inorgánicas. Por tanto, esta es la primera causa, exclusivamente biológica, de que pueda oler el congelador como fruto del error de no haber tapado bien los recipientes.

Foto:  Visita el impresionante dúplex de este "millonario" golden retriever (iStock)

Por otro lado, se dan otros procesos químicos que no tienen que ver con el proceso de descomposición de los alimentos, sino con el de congelación. En concreto, uno muy curioso que menciona en un artículo la revista IFL Science, que se conoce como "rechazo de la sal". Todos los alimentos tienen agua que, al congelarse, tiende a deshacerse de sus sales y minerales, al igual que hace un iceberg en mitad del mar, el cual si pudiéramos extraerlo y derretirlo descubriríamos que está compuesto de agua dulce. En cambio, si recogiésemos el agua de alrededor y que no está gelificada, esta tendría un sabor mucho más salado e intenso que la que hay a varios metros del iceberg. Esto también sucede con los compuestos químicos de los alimentos: al congelarse el agua de los alimentos, estos despiden hacia fuera sus sustancias químicas, adhiriéndose a la superficie más cercana, en este caso, el táper o las paredes del congelador.

Revisa los conductos de aire

Otra de las razones por las que puede que tu congelador huela mal a pesar de que todos los envases estén cerrados o no haya habido derramamientos por el electrodoméstico es el frigorífico que suele ir encima o debajo. Ambos compartimentos comparten una única fuente de energía de refrigeración y una canal de aire. Por tanto, es posible que la causa provenga de su "hermano", por decirlo así. Asegúrate de mirar si hay algún alimento en mal estado o un envase mal cerrado dentro del frigorífico.

Nada como una buena limpieza a fondo para que el electrodoméstico quede como nuevo y libre de olores

¿Qué hacer si ya has comprobado que todos los envases están bien cerrados y la comida no se ha puesto mala? Nada como una limpieza para que el electrodoméstico quede como nuevo y libre de olores. Para ello, retira todos los productos del congelador, desechando todo lo que esté caducado o demasiado congelado. Deja que se deshaga el hielo apagando el aparato, y después limpia las paredes bien con agua y jabón, asegurándote de que no queda ningún resto de comida por las paredes. Si los olores no se eliminan tras esta limpieza, es posible que el electrodoméstico necesite de una limpieza más profunda, lo que te llevaría a apagarlo por completo, dejándolo reposar unos días. Después coloca un poco de bicarbonato de sodio antes de volver a encenderlo, ya que este absorbe los olores residuales.

El congelador es un electrodoméstico imprescindible para conseguir que los alimentos perduren más allá de su fecha de caducidad o preservar su calidad cuando sabemos que no los vamos a ingerir de inmediato. Pero muchas veces, aunque lo limpiemos de manera frecuente y estén cerrados todos los envases con comida, parece que despide un mal olor nada más abrir la puerta. Un olor que, además, no coincide con el de ningún alimento, ya que están perfectamente congelados. Tal vez provenga de algo que ya está caducado, pero si al hacer la revisión y ver que todo sigue fresco, ¿qué ocurre?

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