Esto es lo que ocurre si no lavas tu botella de agua reutilizable durante un mes

Desde que nos hemos concienciado con los plásticos de uso alimenticio y su peligro para nuestra salud cuando contienen BPA o Bisfenol A, un disruptor endocrino que afecta a la salud reproductiva y hormonal, nos hemos acostumbrado a cambiar los recipientes y las botellas de plástico por sus alternativas de cristal, metal o plástico reutilizable libre de BPA.

Es más, las propias botellas de plástico de agua del supermercado nos indican que “por seguridad, no reutilizar el envase”, por lo que razón de más para tener en casa un par de botellas que sí se puedan reutilizar. El problema viene cuando hemos rellenado nuestra botella reutilizable varias veces, ya sea de vidrio, plástico o metal, y no se nos ha ocurrido lavarla. Porque, sorpresa, también se debe lavar de vez en cuando.

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Muchas personas no lavan sus botellas de agua con frecuencia o no las lavan nunca. Esto es un peligro para la salud, porque las bacterias se acumulan en las botellas y pueden producir diferentes tipos de enfermedades. La lógica nos dice que solo es una botella de agua y no se ensucia nunca. Pero la realidad es diferente.

Salmonella o E.coli

Las bacterias pasan de nuestra boca a la botella cada vez que bebemos. Es por ello que, con el tiempo, tu botella puede oler mal y contener E.coli, Salmonella y Campylobacter, generando molestias gastrointestinales en casos leves y cuadros críticos en casos más graves. Además, la humedad de la botella permanentemente mojada puede provocar la rápida proliferación de moho.

Hay que lavar nuestras botellas a diario para prevenir la proliferación de bacterias

Si lo pensamos detenidamente, ¿por qué limpiamos y desinfectamos biberones y cantimploras y no nuestras botellas de agua diarias? La buena noticia es que, aunque llevemos sin lavar nuestra botella de agua más de un mes, todavía tiene solución. Lo recomendable es lavar la botella cada día con agua caliente y jabón. Si el recipiente lo permite, es buena idea frotar por dentro toda la superficie. Al terminar, deja que se seque antes de volverla a rellenar.

Si eres de aquellas personas que han descuidado la higiene de sus botellas y tienes alguna sin lavar más de un mes, puedes dejarla en remojo con unas gotas de lejía o de vinagre. Enjuaga bien antes de su uso y disfrutarás de una botella libre de bacterias.

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Por último, hay que tener en cuenta que hay botellas de agua más propensas a albergar bacterias dañinas, como las botellas que tienen boquilla o que tienen un caño estrecho, ya que son más difíciles de limpiar y acumulan más bacterias. Lo ideal es emplear botellas de vidrio, que son menos porosas que las de plástico o metal.