Coleccionaba botellas de whisky sin gustarle la bebida y logra venderlas décadas después

Brian Marshall es un hombre de Northamptonshire, en Inglaterra, que comenzó a coleccionar miniaturas de botellas a finales de la década de 1980. Ahora, ha vendido en una subasta su colección de más de 4.000 botellas por un precio superior a 34.000 euros. "Pensaba que por toda la colección podría obtener entre 8.000 y 9.000 euros como máximo, así que es una bonificación navideña muy agradable", ha confesado a la BBC.

Sin embargo, los subastadores calcularon que esta selección podría venderse por hasta 42.000 euros. Aunque la mayoría de las botellas tienen su origen en Escocia, algunas proceden de Estados Unidos, Iraq, Uruguay y Australia. De este modo, habrían sido fabricadas en lugares que no son especialmente conocidos por elaborar esta bebida. Sin embargo, esto no quitaría su singularidad.

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Lucía Franco

Marshall ha señalado que comenzó a adquirir estos objetos al mismo tiempo que un colega acumulaba jarras de whisky. “Volvió de sus vacaciones con tres miniaturas de whisky y me dijo: 'Puedes empezar a coleccionarlas'”. Brian confiesa ahora que ya no disponía de espacio suficiente para guardar la colección después de mudarse con su pareja.

¿Cuál es el origen de la afición?

"Empecé a catalogarlas y no me di cuenta de que tenía tantas", ha señalado. Las botellas estaban todas sin abrir. "No me gusta el whisky, es horrible", asegura el inglés. El subastador Will Gildings, con sede en Market Harborough, Leicestershire, considera que esta era una "oportunidad única para los coleccionistas".

Sostiene que estaba "encantado de haber conseguido un resultado tan bueno para" Marshall. Alrededor de 100 lotes quedaron sin vender en las dos subastas, y se volverán a ofrecer a los compradores en el nuevo año. Ahora solo queda esperar a saber qué próximo objeto coleccionará Brian.