Las 7 costumbres decorativas típicas de España que no entienden en el extranjero

En cuestión de decoración, como en todo en general, la globalización nos está llevando a tendencias y estándares muy comunes en casi cualquier rincón del planeta. El origen de las modas o la apuesta por un determinado estilismo se propaga con gran rapidez algo que, por un lado, puede resultar enriquecedor y, por el otro, puede terminar mutilando la idiosincrasia y el encanto particular que cada país tiene acumulado a lo largo de la historia.

A pesar de la globalización, cada país trata de conservar su propia identidad y eso, decorativamente hablando, da pie a ciertas particularidades y manías que los habitantes de otras regiones les puede llegar a entender. En el caso español nos vienen a la mente un gran número de costumbres que son muy difíciles de ver fuera de nuestras fronteras, como tener un jamonero en la cocina o usar persianas. Veamos las más llamativas.

Costumbres decorativas españolas

1.- Habitaciones y salones llenos de objetos: los españoles somos muy dados a guardar. Nos cuesta tirar todo aquello que nos trae buenos recuerdos y muchas veces escogemos las vitrinas y estanterías de habitaciones y salones para exponerlos, dando la sensación de parecer más un museo que una casa minimalista, como es la tendencia en casi todo el resto de Europa, en especial, en los países nórdicos.

2.- Poca luz ambiente: la iluminación es un aspecto que suele descuidarse bastante en los hogares españoles. No arriesgamos a jugar y crear luz ambiente que cambiaría por completo la atmósfera de la habitación. Quizás, todo se deba al exceso de luz natural respecto al resto de nuestros vecinos europeos.

3.- No nos descalzamos al llegar a casa: en algunas culturas, como la japonesa, no quitarse los zapatos al llegar a casa es una falta de respeto. Pero no son los únicos: Finlandia, Alemania, Turquía, China, Indonesia o Arabia Saudí, también cumplen esta premisa. En España no nos descalzamos hasta el momento de desvestirnos y, algunos, incluso llevan el mismo calzado en la calle que en casa.

4.- Usamos cortinas y visillos: quizás por ser uno de los países más cotillas del planeta, intentamos guardar celosamente nuestra intimidad de miradas indiscretas. Para evitarlo usamos cortinas o visillos, aunque estas también se usan para protegernos de la luz solar directa y que no dañen otros elementos de la casa, como los muebles o el suelo de madera. En otros países no existen y puedes ver lo que hace cada vecino en su casa sin ningún tipo de temor.

5.- Las persianas: este gran invento, es muy poco frecuente en cualquier otro país del mundo. Si has viajado con frecuencia al extranjero sabrás de qué hablamos y, como mucho, utilizan un estor o una cortina traslúcida. En España eso es impensable, en gran parte debido a que somos uno de los países más soleados. Nos gustan y nos protegen de la luz y del calor mientras dormimos, evitando desvelarnos antes de tiempo. Además, dan intimidad y nos aíslan del ruido. Sin duda, la envidia de muchos.

6.- La lavadora en la cocina: en España este electrodoméstico siempre está en el mismo sitio: en la cocina, junto al fregadero y el lavavajillas. Sin embargo, en la gran mayoría de países de Europa, sobre todo en los países nórdicos o anglosajones, la lavadora se instala en el baño o en una lavandería comunitaria, lo que hace que no tengan lavadora de uso propio.

7.- Camas abarrotadas de elementos y capas: cubre canapé, protector de colchón, sábana bajera, sábana encimera, manta, colcha, almohadas y cojines o peluches decorativos. Nada práctico en la realidad, ya que en otros países se busca simplificar y usan un nórdico con su funda para vestir la cama.