Por qué es importante saber si eres realmente alérgico a la penicilina (y otros fármacos)

Es habitual que, cuando oímos hablar de reacciones alérgicas, tendamos a pensar en el polen o en alimentos. Pero hay otra causa muy común: hablamos de los medicamentos; de hecho, la sospecha de alergia a un fármaco es una de las consultas más frecuentes en los servicios de alergología de España.

Es importante entender que una reacción adversa no siempre es una reacción alérgica. Todos sabemos que, cuando tomamos un medicamento, podemos exponernos a diversos efectos no deseados; es el caso, por ejemplo, del dolor de estómago tras la toma de un antiinflamatorio o un cuadro de diarrea tras tomar determinados antibióticos. Así, una reacción adversa es cualquier efecto perjudicial, no deseado, que nos sucede tras la toma de una dosis habitual de un tratamiento.

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En ocasiones, no obstante, aparece de forma inesperada una respuesta alérgica. La doctora Lourdes Romualdo, responsable del Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Marbella, nos da las claves de las características de las reacciones alérgicas a medicamentos. En primer lugar, están mediadas por mecanismos inmunológicos. Asimismo, son reacciones impredecibles, específicas del fármaco inductor, y son independientes de la dosis administrada. Finalmente, suelen remitir al suspender el fármaco y volver cuando se reintroduce.

Las reacciones alérgicas a medicamentos se dividen básicamente en dos grupos de acuerdo con la rapidez de presentación: las de tipo inmediato, que se presentan dentro de la primera hora de la toma del medicamento, y las de tipo tardío, que se presentan transcurrida una hora, al menos, de la toma del medicamento (aunque a menudo pueden tardar semanas en desarrollarse).

¿Soy realmente alérgico?

Los principales grupos de medicamentos responsables de la mayoría de las reacciones alérgicas son, por orden de frecuencia, los antibióticos del grupo betalactámicos (penicilinas y cefalosporinas, principalmente), seguidos muy de cerca de los antiinflamatorios no esteroideos, los relajantes musculares y los contrastes yodados.

La experta señala que los antibióticos son unos de los medicamentos más utilizados en el hospital y también en atención primaria; por eso es tan importante considerar el historial de alergia a antimicrobianos antes de prescribir y proceder a su administración. En opinión de la doctora Romualdo, la precisión del diagnóstico es de gran importancia debido a la detección de un alto porcentaje de pacientes que creen erróneamente estar afectados de alergia a la penicilina.

"De las personas que creen ser alérgicas a la penicilina, menos de un 30% de los pacientes etiquetados de alérgicos realmente lo son; esto conduce a la utilización de fármacos menos eficaces, más tóxicos y costosos que los tratamientos de primera línea. En pacientes ingresados en el hospital, la etiqueta de alergia a la penicilina alcanza una mayor trascendencia, ya que condiciona el uso de fármacos alternativos".

Las consecuencias en este caso son claras, añade: "Puede suponer una menor eficacia en el tratamiento de las infecciones graves por microorganismos multirresistentes, pudiendo incrementar la morbimortalidad, una mayor duración de la estancia e incremento de los costes hospitalarios". Por este motivo, insiste en que el diagnóstico de alergia a penicilina debe ser lo más exacto posible al objeto de "retirar la falsa etiqueta de alergia penicilina que tienen el 80% de los pacientes restantes".

Otro dato relevante en la experiencia de la doctora es el impacto de los antiinflamatorios no esteroideos. Este grupo constituye la segunda causa más frecuente de consulta de alergia a medicamentos, siendo su estudio de gran relevancia por su implicación en procesos de analgesia, así como en el tratamiento sintomático de diversas enfermedades inflamatorias.

Por último, el estudio de las reacciones alérgicas a los contrastes yodados y a los relajantes musculares utilizados en las intervenciones quirúrgicas merecen una atención especial; es así por la importancia que estos medicamentos tienen tanto en fines diagnósticos como terapéuticos.

Cuando aparece una reacción, la especialista aconseja suspender de forma inmediata la administración del fármaco sospechoso. “En ese momento se han de instaurar las medidas de rescate, que en las reacciones de tipo inmediato incluyen adrenalina, corticoides y antihistamínicos, así como la aplicación de un tratamiento farmacológico para tratar los síntomas de los órganos más afectados: broncodilatadores, cardiotónicos…”, añade.

Finalmente, la doctora Romualdo recuerda que para evitar las reacciones alérgicas a los medicamentos es fundamental utilizar los fármacos de forma correcta, cuando sean necesarios y con prescripción médica.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Marbella​.