¿Y si tu dolor de espalda no es postural? Cuándo saber si es grave

El dolor lumbar es uno de los padecimientos más antiguos y frecuentes de la humanidad, hasta el punto de que se estima que el 80% de la población lo padece en algún momento de su vida, según datos del estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología.

Este dolor puede responder a muchas y diferentes causas, desde el compromiso de las estructuras musculares, articulares y óseas de la espalda, hasta otros procesos que provocan un dolor irradiado a esa zona; puede ser, incluso, un signo de una posible enfermedad inflamatoria más grave.

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El tipo más común de dolor axial es el mecánico, también denominado lumbalgia mecánica; se trata de una de las dolencias más frecuentes en nuestro entorno y se caracteriza por un dolor dorsal o lumbar que se reproduce ante determinados gestos, posturas o movimientos. Según explica el doctor Javier Godo Brito, especialista del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, "este cuadro tiene que ver principalmente con los diferentes hábitos y estilos de vida, desde el cuidado personal y la actividad diaria laboral, hasta las posturas que adoptamos, por ejemplo, cuando nos sentamos a leer, a trabajar en el ordenador o a consultar esos dispositivos a los que dedicamos cada vez más tiempo".

Señales de alerta

Dada su frecuencia, en muchas ocasiones tendemos a no prestarle demasiada atención y a limitarnos a intentar aliviar este dolor con antiinflamatorios. Ahora bien, cuando el dolor lumbar es de tipo inflamatorio, puede comprometer la salud y calidad de vida del paciente. Por eso, es interesante que sepamos en qué casos es necesario acudir al médico para realizar un estudio diagnóstico. Un dolor persistente, que afecta al sueño y al descanso, y que además no mejora con medidas básicas (antiinflamatorios, calor/frío, reposo…) son las señales que nos alertan que debemos acudir a un especialista.

Este tipo de dolor, continúa el especialista, “tiene una importancia capital para la identificación temprana de enfermedades reumatológicas. Tiene una enorme complejidad, por lo que el médico debe estar preparado para reconocer los signos que hacen saltar las alarmas y obligan a tomar medidas rápidas, así como profundizar en estudios más específicos para confirmar un diagnóstico preciso y poder tratar al paciente de forma certera".

En cuanto al tipo de patologías a las que puede ir asociado, expone el doctor Godo, "hablamos de las espondiloartritis (EsP), que constituyen un conjunto de enfermedades reumáticas que comparten diversas características inmunogenéticas, clínicas, radiológicas y evolutivas, y que tienen en poblaciones europeas caucásicas una prevalencia del 0,2-1,2%2; además de un impacto socioeconómico importante”.

En España, alrededor de medio millón de personas padecen espondiloartritis, y cada año más de 3.000 personas reciben el diagnóstico. En este grupo se incluyen la espondilitis anquilosante (EA), las artritis reactivas, la artritis psoriásica (APs), la artritis asociada a las enfermedades inflamatorias intestinales y un subgrupo de la artritis crónica juvenil. En este sentido, es fundamental contar con un espectro de especialidades destinadas a tratar la patología axial, desde Reumatología hasta Traumatología, pasando por Rehabilitación y la Unidad del Dolor, "de la mano de profesionales con capacidad para dilucidar el origen del dolor y establecer múltiples opciones terapéuticas", concluye el doctor.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con la Fundación Jiménez Díaz​.