Hikikomori, la enfermedad nipona que padecen aquellos que deciden aislarse

Es bastante habitual que las personas sientan a veces deseos de esconderse de las tensiones y presiones del mundo exterior. De hecho, los periodos de aislamiento de corta duración reducirían las respuestas de estrés agudo y ayudarían a superar la enfermedad y el agotamiento. Asimismo, contribuirían en fases importantes del desarrollo, como la exploración de la propia identidad durante la adolescencia.

Sin embargo, algunos individuos permanecen constantemente en aislamiento. Pueden pasar décadas, logrando angustiarse a sí mismos y a los que les cuidan y apoyan. En Japón, este comportamiento tan común ha sido bautizado como 'hikikomori'. Los habitantes del país nipón llevan desde la década de 1990 llamando la atención sobre este aspecto.

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Esta franja de tiempo coincide con una crisis de Japón llamada 'edad de hielo' económica, que impidió a muchos jóvenes alcanzar sus objetivos. Algunos se decantaron por esconderse para evitar mostrar la vergüenza que sentían. Lamentablemente, muchos no pudieron salir de esta situación y vivieron su propio hikikomori (derivado del verbo hiki 'retirarse' y komori 'estar dentro').

¿Es una enfermedad mental?

Tal y como informa IFL Science, el psiquiatra nipón Tamaki Saito escogió este término para referirse al proceso en el que estaban inmersos muchos jóvenes que veía y no cumplían los criterios de diagnóstico de salud mental. A pesar de ello, mostraban un estado de retraimiento extremo y angustioso.

El hikikomori es actualmente un fenómeno de salud mental sociocultural

En la actualidad, el hikikomori es un fenómeno de salud mental sociocultural, más que una enfermedad mental distinta. Dado que un millón de personas están afectadas, el hikikomori es un problema social y sanitario importante. Asimismo, ha trascendido Japón y llegado a otros países.

Las personas que lo padecen permanecen aisladas en casa durante al menos seis meses, y presentan una angustia importante y un deterioro funcional, por lo que evitan las tareas en las que podría tener que interactuar con alguien u ocuparse de las necesidades básicas de autocuidado. Asimismo, muestran un distanciamiento psicológico extremo del mundo social.