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El Síndrome de La Habana: ¿ataque dirigido o sugestión masiva?
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¿ataques o enfermedad psicógena?

El Síndrome de La Habana: ¿ataque dirigido o sugestión masiva?

Los problemas de salud de diversos diplomáticos estadounidenses se han atribuido a ataques con radiofrecuencia pulsada dirigida, pero, ¿y si no fuera así?

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Sucedió en 2016. En la capital cubana comenzaron a detectarse docenas de casos entre diplomáticos estadounidenses y canadienses, así como entre sus familiares, que sufrían somnolencia, fatiga, dolores de cabeza y problemas de audición y visión (de hecho, algunos perdieron la audición de forma permanente). Eran muy parecidos a los relacionados con las conmociones cerebrales, solo que no desaparecen, solo disminuyen de vez en cuando para volver de nuevo.

Se lo llamó entonces el síndrome de la Habana, y ha vuelto a saltar a la palestra porque en Colombia (concretamente en Bogotá) se están investigando varios casos parecidos. La idea es que se trata de ataques contra estos diplomáticos que producen incidentes de salud anómalos. Según explicaba el informe, reportado por el 'Wall Street Journal', "la energía de RF (radiofrecuencia) pulsada dirigida, especialmente en aquellos con manifestaciones tempranas distintas, parece ser el mecanismo más plausible para explicar estos casos".

Hasta la fecha, este tipo de 'ataques' a funcionarios estadounidenses se han informado en más de una docena de países: China, Australia, Reino Unido, Uzbekistán, Colombia, Alemania, Austria, Vietnam y cerca de Casablanca. Sin embargo, el doctor Robert Bartholomew habla de que podrían tener menos de ataques y más de casos de sugestión: "La propagación no es sorprendente dado que los síntomas son tan vagos y comunes", explica en 'Psychology Today'. "Al advertir a los diplomáticos que estuviesen atentos a 'incidentes de salud anómalos', el gobierno de Estados Unidos ha creado un experimento global mediante el cual las expectativas negativas producen efectos negativos".

"Al advertir a los diplomáticos que estuviesen atentos a 'incidentes de salud anómalos', el gobierno de Estados Unidos ha creado un experimento global"

No sería la primera vez ni la última. Recordemos, al fin y al cabo, que el efecto placebo lleva funcionando desde el siglo XIX hasta el punto de que los estudios aseguran que, en general, tienen efectos clínicos poderosos. El hecho de que a casi tres millones de personas se les haya dicho que están alerta a incidentes de salud anómalos es una receta para un que un próximo grupo de incidentes de salud anómalos se encuentren bajo la etiqueta de 'Síndrome de la Habana'.

Según el doctor, una de las razones por las que se ha extendido la creencia de que 'el síndrome de la Habana' es causado por un arma secreta es la continua denuncia de desinformación. "Quizá el mayor mito es que muchas víctimas habían sufrido daño cerebral. Esto se popularizó después de la publicación de un estudio de 2019 en el 'Journal of the American Medical Association'. El estudio encontró anomalías cerebrales en los pacientes. Sin embargo, esto no es lo mismo que el daño cerebral, pero se informó ampliamente como tal". De hecho, se han observado anomalías similares por la exposición al estrés a largo plazo, que es lo que estaba experimentando el personal de la embajada después de que se difundieran los rumores de que estaban siendo blanco de ataques sónicos utilizando un arma secreta.

Se han observado anomalías similares por la exposición al estrés a largo plazo, que es lo que estaba experimentando el personal de la embajada después de que se difundieran los rumores de que estaban siendo blanco de ataques

Un informe, realizado por un grupo de científicos especialistas que asesoran en temas de seguridad nacional consideró que las afirmaciones antes señaladas de radiofrecuencia pulsada (que provoca el llamado Efecto Frey) eran inverosímiles. Este efecto implica la producción de 'chasquidos apenas audibles', que no correspondían con la afección de los diplomáticos. Sin embargo, los sonidos que escucharon los diplomáticos en Cuba no se parecían al Efecto Frey. Además, se realizaron más de una docena de grabaciones durante los "ataques". El análisis reveló que fueron identificados como los sonidos de grillos y cigarras. Los hallazgos de un segundo informe, elaborado por la Unidad de Análisis de Comportamiento del FBI, se filtraron recientemente al periodista ganador del Premio Pulitzer Adam Entous. Concluyó que las víctimas estaban experimentando una "enfermedad psicógena masiva".

¿A quién creer? Habrá que seguir esperando.

Sucedió en 2016. En la capital cubana comenzaron a detectarse docenas de casos entre diplomáticos estadounidenses y canadienses, así como entre sus familiares, que sufrían somnolencia, fatiga, dolores de cabeza y problemas de audición y visión (de hecho, algunos perdieron la audición de forma permanente). Eran muy parecidos a los relacionados con las conmociones cerebrales, solo que no desaparecen, solo disminuyen de vez en cuando para volver de nuevo.

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