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Las anécdotas más sorprendentes de los peores dictadores de la historia
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Las anécdotas más sorprendentes de los peores dictadores de la historia

Los relatos curiosos en torno a estas figuras ególatras y crueles siempre suenan un poco a leyenda, debido a la propaganda y al miedo que suscitan

Foto: Adolf Hitler (Foto: EFE)
Adolf Hitler (Foto: EFE)

Hace unas semanas, Netflix sacó el documental 'Cómo se convirtieron en tiranos', una serie en tono sarcástico que repasa las biografías de algunos de los dictadores más famosos de todos los tiempos, para saber cómo llegaron al poder (y, aún más importante, cómo consiguieron mantenerse en él). Las historias en torno a estas figuras ególatras y crueles siempre suenan un poco a leyenda, pues la propaganda y el miedo parecen entrelazarse hasta formar anécdotas más propias de seres mitológicos que de verdaderos humanos.

Hemos elegido las historias más llamativas entre algunas de estas biografías sangrientas, peculiares y terroríficas, para conformar así pequeños retazos de la personalidad de estas figuras que en otro tiempo aterrorizaron a sus enemigos, fascinaron a sus seguidores y gobernaron sus países con puños de acero.

Las brutales represalias de Sadam Husein

Cuentan que el dictador iraquí murió con el Corán entre las manos aquel 30 de diciembre de 2006 en el que fue ejecutado, que tenía un Kaláshnikov de oro y que como muchos otros dictadores estaba obsesionado con el esplendor de antiguas civilizaciones: en concreto de la antigua Babilonia. Además, recibió las llaves de la ciudad de Detroit tras donar 250.000 dólares a una iglesia católica caldea de la ciudad.

placeholder Saddam Hussein
Saddam Hussein

Una de las anécdotas más sangrientas y terroríficas del iraquí sucedió en 1996: aquel año, los yernos de Sadam, (los hermanos Husein y Sadam Kamel, casados con sus hijas Raghda y Rana), huyeron a Jordania con sus respectivas mujeres e hijos, convencidos de que estaban en la lista negra del dictador y tarde o temprano podían acabar muertos.

Si el dictador era capaz de hacer eso con miembros de su familia, ¿qué sería capaz de hacer con los desconocidos que traicionaban al pueblo de Irak?

El propio Sadam los contactó telefónicamente ofreciéndoles el perdón y convenciéndoles de que regresaran a Bagdad. Y debió ser convincente, pues decidieron regresar: cuando llegaron a la frontera los detuvieron, obligaron a firmar el divorcio con las hijas de Sadam y los llevaron a la casa de Husein Kamel, que fue bombardeada tres días después. Toda la familia, incluidos los dos hermanos, su padre, una hermana y el hijo de esta, murió. La madre, única superviviente, fue descuartizada días después. Una prueba de que si el dictador era capaz de hacer eso con miembros de su familia, ¿qué sería capaz de hacer con los desconocidos que traicionaban al pueblo de Irak?

El niño que casi asesina a Benito Mussolini

Igual que Gavrilo Princip consiguió influir en la historia del mundo y propició la Primera Guerra Mundial, un niño de tan solo 15 años estuvo a punto de cambiar el devenir de los hechos asesinando al dictador Benito Mussolini. Se llamaba Anteo Zamboni, y en 1926 disparó contra el italiano durante el desfile del aniversario de la marcha sobre Roma. Sin embargo falló, y las represalias fueron terribles: inmediatamente fue linchado por un grupo de fascistas que lo estrangularon y dispararon, su cuerpo incluso presentaba 14 puñaladas cuando fue exhibido ante la multitud. Curiosamente, el hombre que lo identificó como autor del disparo fue el padre del director de cine Pier Paolo Pasolini, el oficial de caballería Carlo Alberto Pasolini.

Se llamaba Anteo Zamboni, y en 1926 disparó contra el italiano durante el desfile del aniversario de la marcha sobre Roma

Los motivos de Zamboni para llevar a cabo el asesinato nunca estuvieron claros, y aunque en un primer momento se le identificó como anarquista convencido, en realidad nunca pudo demostrarse tal cosa. Posteriormente surgieron otras teorías, como que no había sido el verdadero autor y todo apuntaba al fascista Leandro Arpinati. Pero para entonces, Zamboni ya estaba muerto y no podía defenderse, al igual que sus padres, que acusados de militantes anarquistas fueron condenados a 30 años de prisión.

Los múltiples excesos de Hitler

Mucho se ha escrito sobre Adolf Hitler, desde que era vegetariano (o flexitariano) a que el origen de su odio al pueblo judío radicaba en que era un artista frustrado. Su figura sigue creando polémica, y en los últimos años han aparecido libros en torno a su persona: Norman Ohler, autor de 'Blitzed' ('El gran delirio: Hitler, drogas y el III Reich' en su edición española de 2016), cuenta la relación que mantenía el Führer con los opiáceos como el Eukodal (oxicodona) o el Pervitín.

placeholder Hitler y Goebbels
Hitler y Goebbels

Además, perdió un testículo en la batalla de Somme en 1916, tras haber recibido el impacto de una granada, y según algunas teorías, la actriz alemana Renate Müller, fallecida en 1937, podría haber muerto después de que Hitler tuviera una relación sexual sadomasoquista con ella. Aunque también argumentan que pudo ser arrojada al vacío por la Gestapo cayendo desde un tercer piso, se suicidó o que quizá su muerte se debió a una fuerte adicción a la morfina. La versión oficial es que fue tras un ataque de epilepsia, pero lo del sadomasoquismo y los nazis siempre vende.

Stalin, el inventor del Photoshop

De primero de dictador: hay que terminar con todos aquellos que puedan hacerte sombra o conspirar contra ti. Los soviéticos lo sabían muy bien, y por eso utilizaban unas técnicas quizá ahora un poco rudimentarias, para hacer desaparecer convenientemente de algunas fotos a ciertas personas 'non gratas' para el régimen. De esa manera Stalin aparecía solo junto a Lenin, demostrando con ello el fuerte vínculo que supuestamente había unido a ambos líderes en vida. También 'agrandaban' a Iósif para que pareciera más alto, o incluso le mejoraban la piel al más puro estilo TikTok. Todo ello utilizando bisturí, pegamento y aerógrafos, además de mucha maña.

El genocida, bufón y carnicero de Uganda

Dicen que Idí Amín Dadá, el llamado carnicero de Uganda, considerado uno de los dictadores más crueles de la historia, vivía en un estado de ansiedad constante, no dormía dos veces en el mismo lugar y era prácticamente imposible contactar con él. Gobernó con mano de hierro de 1971 a 1979, con su portentoso físico de 1,91 metros y dejando tras de sí miseria y miles de cadáveres.

Se contaban muchas historias sobre él, que se comía el hígado de sus víctimas o que le gustaba azotar a sus enemigos con látigos de piel de cocodrilo

Se contaban muchas historias sobre él, que se comía el hígado de sus víctimas o que le gustaba azotar a sus enemigos con látigos de piel de cocodrilo. Obligó a más de 80.000 indios y paquistaníes que vivían en el país a abandonarlo en un plazo de 90 días. Sin embargo Occidente fue increíblemente clemente con él, viéndolo más como un payaso que como un genocida, e incluso llegó a aparecer en un medio impreso como "el mejor cómico desde Woody Allen".

El increíble nacimiento de Kim Jong-il

Si hay un país inexpugnable, del que en ocasiones nos llegan las anécdotas más enrevesadas, es sin duda Corea del Norte, una de las dictaduras que más ha conseguido extenderse en el tiempo (el actual presidente, Kim Jong-un, es el tercero de la llamada Dinastía Kim).

placeholder  Pyongyang en Año Nuevo, 2021. REUTERS
Pyongyang en Año Nuevo, 2021. REUTERS

La muerte de Kim Jong-il dejó a Occidente sin palabras en 2011, pero su nacimiento es aún más remarcable: según su biografía oficial, cuando nació se produjeron dos arcoiris en el cielo y una estrella fugaz lo surcó anunciando que ese 16 de febrero de 1942 era una fecha para no olvidar, allí en el Monte Paektu, en la frontera entre Corea del Norte y China. Otras fuentes menos fantasiosas señalan que probablemente nació en la Unión Soviética. Quédate con la versión que más te guste.

Hace unas semanas, Netflix sacó el documental 'Cómo se convirtieron en tiranos', una serie en tono sarcástico que repasa las biografías de algunos de los dictadores más famosos de todos los tiempos, para saber cómo llegaron al poder (y, aún más importante, cómo consiguieron mantenerse en él). Las historias en torno a estas figuras ególatras y crueles siempre suenan un poco a leyenda, pues la propaganda y el miedo parecen entrelazarse hasta formar anécdotas más propias de seres mitológicos que de verdaderos humanos.

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