Sí, los monos también tienen acentos distintos, según una investigación
La investigación analizó la manera de comunicarse de dos especies diferentes de monos que viven en la Amazonía brasileña: el tití rojo y su primo, el cabeza blanca
Lo bueno de España (y que suele decirse a menudo) es que tiene un crisol de culturas, con distintas gastronomías, paisajes, gentes y, por supuesto, acentos. Ya seas fan del acento canario o del sevillano, no puedes negar que aunque compartimos un mismo idioma en la península (en algunos lugares se comparten varios), la manera de expresarse cambia sobremanera de un destino a otro. ¿Quién no ha pasado las vacaciones en otra comunidad y ha vuelto a casa sorprendido porque se le había pegado el acento?
Pues no somos los únicos a los que les sucede algo así. Los parientes más cercanos que tenemos, los monos, también son capaces de adquirir nuevos 'acentos' para mostrarse más amigables con sus vecinos.
Los parientes más cercanos que tenemos, los monos, también son capaces de adquirir nuevos 'acentos' para mostrarse más amigables con sus vecinos
Así lo asegura un estudio publicado a principios de mayo en la revista 'Behavioral Ecology and Sociobiology', que analizó dos especies diferentes de monos que viven en la Amazonía brasileña: el tití rojo y su primo, el cabeza blanca. Son diurnos y arborícolas.
Ambas especies de monos comparten un repertorio limitado de llamadas, que conocen desde que nacen. Estas llamadas van desde advertencias contra depredadores hasta llamadas de apareamiento, explica 'Science Alert'. Aunque hablan un "idioma" similar, la especie hace estas llamadas de una manera ligeramente diferente, como podrían hablar un argentino y un español, por ejemplo.
Ambas especies de monos comparten un repertorio limitado de llamadas, que conocen desde que nacen. Pueden ser advertencias contra depredadores o llamadas de apareamiento
Los científicos descubrieron que cuando los monos comparten el mismo entorno cambian la frecuencia y duración de sus llamadas para imitar el acento de sus 'primos', esto probablemente ayude a las especies a entenderse entre sí y a regular las disputas territoriales mientras comparten el mismo entorno.
Lo bueno de España (y que suele decirse a menudo) es que tiene un crisol de culturas, con distintas gastronomías, paisajes, gentes y, por supuesto, acentos. Ya seas fan del acento canario o del sevillano, no puedes negar que aunque compartimos un mismo idioma en la península (en algunos lugares se comparten varios), la manera de expresarse cambia sobremanera de un destino a otro. ¿Quién no ha pasado las vacaciones en otra comunidad y ha vuelto a casa sorprendido porque se le había pegado el acento?