Es noticia
Cómo prevenir la enfermedad de las encías, según un experto
  1. Alma, Corazón, Vida
Responde un periodoncista

Cómo prevenir la enfermedad de las encías, según un experto

Un estudio realizado en más de 500 pacientes confirma que las personas con enfermedades periodontales tienen más complicaciones si se contagian de covid-19

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Tras la revelación de que el coronavirus podía dejar huella en la lengua a través de manchas blancas (lengua covid), los estudios acerca de la relación entre el virus y la boca continúan.

La última investigación ha concluido que los pacientes con enfermedades periodontales tienen mayores complicaciones si se contagian de covid-19. El estudio, publicado en el ‘Journal of Clinical Periodontology’, se centró en examinar a 568 pacientes que habían contraído el coronavirus, de los cuales 258 tenían periodontitis. De este grupo, 33 tuvieron mayores complicaciones con el virus, mientras que tan solo 7 de los 310 pacientes con encías sanas tuvieron un diagnóstico grave.

Foto: Reapertura de las consultas. (EFE)

Por ello, se concluye que estas personas con el virus y periodontitis han tenido 3,5 veces más probabilidades de ser atendidos en la UCI, 4,5 veces más probabilidades de necesitar un ventilador y casi nueve veces más probabilidades de morir.

Para saber cómo prevenir la enfermedad de las encías El Confidencial se ha puesto en contacto con Jorge Ferrús, periodoncista y cofundador de la Clínica Dental Ferrus & Bratos de Madrid. El odontólogo da las siguientes claves para prevenir este tipo de problemas bucales.

La higiene: base de la salud bucodental

El mejor consejo para disfrutar de unas encías sanas es mantener una adecuada rutina de higiene en casa. Mantener la salud de la boca es un hábito diario que debe combinarse con la visita a un dentista de confianza periódicamente.

La superficie dental es la única de todo el cuerpo humano que no cuenta con la descamación, un mecanismo de defensa que protege los tejidos y consigue su regeneración. Es por ello que, si no lo impedimos, las bacterias y el sarro se acumulan en la superficie dentaria y pasarán, inevitablemente, a las encías. De ahí que cepillarse al menos dos veces al día sea imprescindible para disfrutar de una boca sana.

La técnica adecuada para limpiar la dentadura y la zona gingival es la de Bass, consistente es realizar movimientos de barrido con el cepillo, desde la encía hasta el final de cada pieza dental.

placeholder Foto: iStock
Foto: iStock

Si durante el cepillado experimentamos el sangrado de encías significa que ya tenemos un problema de gingivitis o periodontitis, por lo que es una señal a la que debemos prestar mucha atención. En estos casos, lo adecuado es acudir a un dentista de confianza para que pueda determinar en qué estado se encuentra la enfermedad periodontal.

Es importante matizar que si sangramos al cepillarnos los dientes, y al contrario de la creencia general, no hay que detener el cepillado. Los movimientos suaves en la encía ayudan a que la inflamación baje.

Aun así, si notamos las encías muy hinchadas o si sangran mientras llevamos a cabo las rutinas diarias de higiene oral, lo adecuado es consultar con un odontólogo.

Los espacios interdentales

Aunque nos cepillemos bien los dientes, encías e incluso la lengua, lo cierto es que hay una zona de la boca a la que no se le suele prestar la debida atención: los espacios interdentales (entre diente y diente).

Estos son los grandes olvidados en las rutinas de limpieza oral cuando, realmente, suponen el 40% de la boca. Es decir, aunque obtuviéramos una limpieza óptima con el cepillo, únicamente habríamos higienizado el 60% de la cavidad oral.

Para eliminar los restos de comida y placa bacteriana de estas zonas, lo ideal es emplear el hilo dental y los cepillos interproximales.

Foto: Aunque nos limpiemos los dientes todos los días, nuestros hábitos no son siempre los mejores. (iStock)

Estos utensilios permiten llegar a aquellos recovecos a los que el cepillo no alcanza y es conveniente usarlos una vez al día. Resultan especialmente útiles en pacientes que tienen prótesis dentales (como un implante) o están realizando un tratamiento de ortodoncia.

Estos aparatos dificultan la higiene diaria pero, además, la inflamación de las encías típicas de las enfermedades periodontales ralentizan los micromovimientos dentales planificados por el ortodoncista, por lo que el tratamiento se alarga.

Síntomas de problemas de encías

Los problemas de las encías no comienzan de un día para otro, sino que van evolucionando paulatinamente. Así, cuando hablamos de las enfermedades periodontales distinguimos entre la gingivitis (la fase inicial y reversible) y la periodontitis (cuando la enfermedad se vuelve crónica y se debe tratar en una clínica dental).

  • Gingivitis

Identificar la gingivitis es relativamente sencillo, pues sus síntomas son muy visibles: sangrado de encías con el cepillado diario o durante la masticación, inflamación de la mucosa bucal y enrojecimiento de las encías.

A pesar de que creamos que un leve sangrado no tiene importancia, mi consejo es que no se ignore si no desaparece a los pocos días. Para detener los efectos de la gingivitis, puede ser suficiente con acudir al dentista para realizarnos una profilaxis. Una vez que el especialista analice el estado de las encías, puede recetar algún producto específico durante una semana, como un enjuague con clorhexidina.

  • Guna

La gingivitis ulcerosa necrosante aguda (GUNA) es un tipo de gingivitis que aparece debido, principalmente, a una bajada de defensas y al aumento de situaciones de estrés. En este periodo de pandemia estamos recibiendo más casos de pacientes con GUNA. Se produce como consecuencia del sobrecrecimiento de un tipo de bacterias naturalmente presentes en la boca, llamadas espiroquetas.

placeholder Foto: iStock
Foto: iStock

La GUNA es fácilmente identificable debido a sus síntomas: mal aliento y picor de encías, aparte de la clásica inflamación y sangrado propias de las enfermedades periodontales.

  • Periodontitis

Cuando las bacterias de la boca continúan su avance, la gingivitis pasa a convertirse en periodontitis. En este estado, la enfermedad periodontal no se puede revertir únicamente con una correcta técnica de higiene o con una profilaxis, pues el sarro ya se ha empezado a acumular bajo la encía.

Para diagnosticar la periodontitis, el dentista realiza una prueba para determinar la profundidad de las bacterias en la zona subgingival y procede, según la gravedad, a higienizar la zona afectada.

El tratamiento indicado para devolver la salud a las encías suele ser un raspado y alisado radicular, procedimiento consistente en eliminar todo el sarro que hay bajo la encía.

Por eso, antes de llegar a este punto, es siempre conveniente que cuidemos a diario la higiene de dientes y encías. Esto, junto a las visitas periódicas con un dentista de confianza, asegurará el buen estado de la boca.

Revisiones odontológicas

Para asegurar la completa limpieza de la boca, así como de todos sus recovecos, es fundamental que los pacientes acudan con frecuencia a una revisión.

En caso de que la persona goce de una buena salud oral, las visitas al odontólogo están recomendadas cada 6 meses. Igualmente, conviene realizarse una profilaxis o higiene dental profesional cada 10 o 12 meses.

Si hablamos de pacientes que tienen o han tenido una enfermedad periodontal, la periodicidad de la profilaxis se puede reducir a cada 4 o 6 meses.

Tras la revelación de que el coronavirus podía dejar huella en la lengua a través de manchas blancas (lengua covid), los estudios acerca de la relación entre el virus y la boca continúan.

Médicos
El redactor recomienda