No te la juegues: estos son los alimentos que nunca debes pedir en un restaurante
Seguro que tienes buen saque, pero cuando salgas por ahí, lo mejor que puedes hacer es evitar alguno de estos alimentos. Tu estómago te lo agradecerá
A menos que, por algún motivo en el que no vamos a indagar, te pases la vida comiendo en restaurantes, generalmente acudir a uno siempre es motivo de alegría o celebración. En España somos de buen comer y las reuniones suelen darse en estos lugares, tanto si son entre amigos que no se han visto en mucho tiempo o entre compañeros de trabajo que van a tratar un tema importante. Con pan las penas son menos.
Por eso, quizá cuando acudes a tu restaurante preferido no te sueles preguntar cuánto tiempo lleva ahí ese bote de kétchup sobre la mesa o cuánto de fresco es el pan que te han ofrecido hace un momento. Sin importar si es el establecimiento que tiene un montón de estrellas Michelín o la tasca a la que bajas todos los viernes, 'Eat this, not that' decidió enumerar todo aquello que no deberías tocar si quieres conservar un estómago de hierro durante muchos años.
¿Limón en la bebida? No, gracias
Es bastante corriente que te sirvan la sangría, el refresco de cola o cualquier otro sucedáneo con fruta en el interior. Limón, naranja, lima... aportan sabor a eso que estás tomando, pero quizá no es recomendable que lo comas. Según la bloguera gastronómica Michelle Stansbury, los camareros a menudo no tienen los mismos estándares sanitarios que la cocina, y es probable que esas rodajas no estén lavadas o permanezcan fuera días sin ser refrigeradas. ¿Alguna vez has visto al trabajador lavarse las manos para ponerte la lima en el vaso? Nosotros tampoco nos acordamos.
¿Alguna vez te has preguntado cuánto lleva ese bote de tomate en la mesa o si está fresco el pan?
Además, un estudio con 76 limones en 21 restaurantes diferentes, llevado a cabo en 'The Journal of environmental Health', descubrió que 53 de ellos contenían crecimiento microbiano, y al analizarlos profundamente, se descubrió que era E.Coli.
Brotes crudos
Típicos de la comida asiática y también la vegana. A veces se incorporan también en ensaladas y sándwiches, pero puede ser un error. Es posible que sean caldo de cultivo para Salmonella, Listeria y E.coli. Ñam, mejor no te la juegues.
Agua del grifo
Vale, sí, a todos nos fastidia un poco tener que pagar por una botella de agua cuando nos pueden dar gratis un vaso del grifo (o, en su defecto, una jarra). Pero a veces, según como sean las cañerías y la filtración del grifo, podrían ir acompañados de contaminantes dañinos como el cloro o el plomo. Si quieres saber más, puedes leer las señales de que la de tu casa puede estar mala.
Ostras
Si no te gustan, eso que te llevas, pero si siempre tienes ganas de tomar este (falso) afrodisíaco, quizá deberías saber que Candess Zona-Mendolla, editora de 'MakeFoodSafe.com', no las recomienda en absoluto: "Son portadoras de enfermedades espantosas producidas por bacterias como Vibrio. Especialmente ahora en verano". Pero ella puntualiza que se refiere únicamente a los moluscos crudos, si han sido cocinados están listos para comer.
El clásico buffet donde te pones las botas
Comes a dos carrillos y, por supuesto, repites varias veces hasta que pienses que vas a explotar porque "total, me va a costar lo mismo". Da la vuelta. Cualquier plato que haya estado expuesto ahí fuera demasiado tiempo es un caldo de cultivo para la intoxicación alimentaria.
Aunque en los últimos tiempos ha mejorado la calidad de estos alimentos, sí que continúan en riesgo de contaminación por parte de otros clientes o empleados. Sobre todo, asegúrate de evitar los platos de cuchara y recuerda que la comida caliente debe estar de esa manera.
No pidas pescado los lunes
El fallecido Anthony Bourdain, jefe de cocina y escritor, escribió en una ocasión que probablemente si eliges este plato un lunes tendrá tres días de antigüedad. Mejor esperarse unos días más, que tampoco pasa nada.
Quesos sin pasteurizar, tampoco
En el proceso de la pasteurización de la leche se calienta a una temperatura alta durante un período de tiempo determinado para proteger a las bacterias y matar a los organismos nocivos. Sin embargo, ciertos quesos blandos como el queso brie, el fresco o el camembert no tienen ese proceso. Ya sabes lo que puede significar eso.
Zumos recién exprimidos
La verdad es que suena muy apetecible para desayunar, pero igual has de reconsiderar la decisión por la misma razón por la que vas a pasar de agregar aderezos a tu bebida (vuelve al punto uno). Los zumos recién exprimidos a menudo están llenos de bacterias, a diferencia de los pasteurizados, así que no te la juegues.
A menos que, por algún motivo en el que no vamos a indagar, te pases la vida comiendo en restaurantes, generalmente acudir a uno siempre es motivo de alegría o celebración. En España somos de buen comer y las reuniones suelen darse en estos lugares, tanto si son entre amigos que no se han visto en mucho tiempo o entre compañeros de trabajo que van a tratar un tema importante. Con pan las penas son menos.