Dormir bien los días previos aumenta la efectividad de la vacuna de la gripe

Estamos en plena campaña contra la gripe y ahora descubrimos un pequeño truco para que la vacuna sea más efectiva: dormir bien antes de recibirla.

Así lo sostiene el especialista en sueño Matthew Walker, de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos) en declaraciones a CNN. "Un sueño insuficiente durante la semana anterior a la aplicación de la vacuna contra la gripe puede llevar a la producción de menos del 50% de la respuesta normal de los anticuerpos, una reacción que haría que la vacuna contra la gripe fuera en gran medida ineficaz", explica.

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A. Gómez

Walker cita un estudio de 2002 y uno más reciente, de 2020, publicado en la revista científica 'International Journal of Behavioral Medicine' que respaldan esa afirmación, sugiriendo que dormir en las noches previas a la vacunación podría ser crítico para la eficacia de la vacuna.

Nos "reparamos" de noche

Según Walker, están en marcha varias investigaciones que analizan la relación entre el sueño y la inmunidad y futuros estudios planificados para investigar el sueño y las eficacias de las vacunas.

"Los individuos que duermen menos de siete horas tienen tres veces más probabilidades de infectarse con el rinovirus o el resfriado común"

Este tipo de estudios podrían representar un gran avance para nuestra resistencia al coronavirus. "Deberíamos estudiar si existe esa misma relación entre el sueño y la inmunización contra el Covid-19, porque si la hay, eso también podría cambiar las cosas", añade.

Está demostrado que el sueño fortalece nuestro sistema inmunológico, ya que el cuerpo se está reparando y restaurando a nivel celular mientras se duerme.

"Los individuos que duermen menos de siete horas tienen tres veces más probabilidades de infectarse con el rinovirus o el resfriado común", apunta Walker. "Sabemos que los individuos que duermen cinco horas o menos por noche son 70% más propensos a contraer neumonía".

Debemos dormir entre siete y diez horas cada noche, dependiendo de la edad. Una variedad de condiciones de salud, como los cambios de humor, la paranoia, la depresión, la presión arterial alta, un sistema inmunológico debilitado, el aumento de peso y un menor deseo sexual, se han relacionado con la falta de sueño. También se ha asociado con un mayor riesgo de algunos cánceres, demencia, diabetes, ictus y enfermedades cardiovasculares.

Casi el doble de riesgo de morir

Dormir menos de la cantidad recomendada de forma regular podría incluso duplicar el riesgo de morir prematuramente, según un estudio en el Reino Unido. En el mismo, las personas que redujeron su sueño de siete a cinco horas o menos por noche tenían casi el doble de probabilidades de morir por cualquier causa, pero sobre todo por enfermedad cardiovascular.

Esto toma importancia sobre todo en esta época, en la que la inestabilidad económica y la ansiedad por contraer el virus han contribuido significativamente a un aumento en la interrupción del sueño.