Consigue adelgazar 30 kilos a la tercera: este fue el truco que utilizó

Ashley Buckingham tiene 35 años y vive en Greenville, una pequeña ciudad de Carolina del Sur, en Estados Unidos. Trabaja para el sistema judicial de su estado, pero, además, también es dueña de un negocio de fotografía. Sus problemas de peso comenzaron en 2004, cuando sufrió una agresión sexual en la universidad: eso le hizo abandonar los estudios y volver a casa.

Por aquel entonces pesaba 72 kilos, pero aquel trauma la hizo comer a cualquier hora del día y apenas se movía, ya que no quería salir de su habitación. Por si fuera poco, se embarcó en una relación poco saludable con la persona con la que terminó casándose, por lo que, sin apenas darse cuenta, engordó rápidamente llegando a sobrepasar la barrera de los 100 kilos.

Por si tuviera pocos problemas, en el año 2007 le diagnosticaron el síndrome de ovarios poliquísticos, un problema reproductivo y hormonal que afecta a mujeres en edad fértil. Toda su vida era un auténtico caos hasta que decidió dar un puñetazo encima de la mesa para enfrentarse a sus problemas: decidió adelgazar y volver a ser la persona que era anteriormente.

Adelgazó tres veces

En 2009 tomó la decisión de dejar a su marido y, a base de dieta y ejercicio, consiguió adelgazar 25 kilos y ponerse por debajo de la barrera de los 80. Sin embargo, los traumas seguían alrededor de su cabeza y volvió a utilizar la comida "como mecanismo de supervivencia", por lo que no tardó en volver a engordar. Era su primer intento para perder peso y no tuvo éxito.

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Dos años más tarde, en 2011, Ashley se quedó embarazada. Entonces pesaba 80 kilos, pero la depresión, el estrés y el propio embarazo le llevaron a coger más de 50 kilos en apenas 9 meses. De esa manera, cuando nació su hija, había tocado techo en la báscula, alcanzando los 131 kilos. En ese momento tomó la decisión de adelgazar por segunda vez.

Primero comenzó a andar por los alrededores de su casa. Cuando fue capaz de caminar un kilómetro sin fatigarse comenzó a seguir vídeos de zumba con la Wii, lo que le cambió la vida. Le gustó tanto su nueva pasión que se convirtió en monitora de zumba y creó sus propios vídeos. En poco más de dos años, entre 2012 y 2014, perdió 40 kilos, pero tampoco esta vez iba a ser la definitiva.

La primera vez perdió 25 kilos, pero después cogió 50; la segunda vez adelgazó 40 kilos, pero tampoco fue la definitiva

En los tres años siguientes volvió a engordar 35 kilos y en noviembre de 2017, cuando pesaba 115, decidió ponerse en contacto con una clínica para valorar la posibilidad de someterse a una operación de pérdida de peso. Necesitaba esperar seis meses, un tiempo en el que recibiría asesoramiento para adelgazar. Pero Ashley se planteó que podría comenzar ya mismo y no tener que alargar su sufrimiento, por lo que introdujo algunos cambios en su estilo de vida.

Adelgazó 30 kilos

Se rodeó de las personas que la querían y les contó que cambiaría para siempre: utilizaría la comida para alimentar a su cuerpo "y no como una forma de recompensa y castigo". Se olvidó de la cirugía y en el primer año adelgazó 10 kilos, algo que puede parece una cantidad limitada, pero que para Ashley marcó el camino del éxito: era más amable con ella misma, se cuidaba y, al mismo tiempo, adelgazaba por su hija.

Para lograrlo, se fijó en algunos aspectos estratégicos de su vida: se centró en mejorar su salud mental, que había sufrido mucho a lo largo de los años; comenzó a pesar los alimentos que ingería para controlar el tamaño de las raciones y el número de calorías que comía; y aceptó que no necesitaba ser perfecta, solo seguir adelante ante las adversidades de la vida.

Y, lo más importante, es que se alimentó de manera sana y equilibrada. Un ejemplo de su menú diario es así: para desayunar toma unos 50 gramos de claras de huevo, 100 gramos de batatas, 1 taza de frutos rojos y un café; para comer, unos 100 gramos de carne sin grasa (generalmente pollo), una ración de verduras, un poco de queso y algún carbohidrato saludable, como batata o arroz; y para cenar, de nuevo 100 gramos de carne magra con una ensalada. Por la noche siempre trata de evitar los carbohidratos pesados.

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Con ese menú y haciendo ejercicio, ya sea con sus vídeos de zumba u otros vídeos de deporte en la playa, logró adelgazar 30 kilos y convertirse en la persona nueva que es hoy. Su antiguo cuerpo ya es historia y, tal y como ha contado a Women's Health, solo piensa en seguir adelante con su nueva vida en la que el trabajo diario y la alimentación saludable son las bases de su éxito.