Pensó que había ganado 3 euros a la lotería, pero eran más de 66 millones

El sábado era un día normal como otro cualquiera para Ryan Hoyle cuando recibió un correo electrónico de la lotería nacional británica. Era el típico mensaje que le llegaba cuando había ganado algún premio en cualquiera de los sorteos que participaba, así que no le dio mas importancia, pensando que se trataría de un reintegro que no llegaría a los 3 euros.

Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Ryan abrió el mensaje y comenzó a ver un montón de dígitos. Su premio no era el reintegro del sorteo de Euromillones en el que había participado el día anterior, ni siquiera unas cuantas decenas de libras por haber acertado varios números de la combinación ganadora: era el único acertante de primera categoría.

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Ryan había ganado 58 millones de libras, el equivalente a más de 66 millones de euros al cambio. Este británico de 38 años se alzaba con el bote acumulado en el sorteo de Euromillones, un premio con el que ni siquiera había llegado a soñar, que le va a cambiar la vida y que ya es uno de los más altos en la historia de la lotería del Reino Unido.

Celebración comedida

Ryan Hoyle ha reconocido a la BBC que cuando abrió el correo electrónico procedente de la lotería no entendía nada: "Había una gran cantidad de números y no podía comprender nada... No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, mi cabeza no era capaz de reaccionar". Así que decidió marcharse y buscar una segunda opinión que confirmara lo que estaba sucediendo.

Su mente no asimilaba lo que le estaba pasando, así que se fue a casa de sus padres para ver si era real

El afortunado ganador cogió su coche y fue a casa de sus padres: "Estaba temblando y realmente necesitaba una segunda opinión, así que conduje hasta la casa de mis padres Me mantuve a una distancia de dos metros por seguridad y les pasé el teléfono por la ventana para que ellos mismos revisaran el correo electrónico que había recibido".

La respuesta fue la misma que la que Ryan se había dado a sí mismo pocos minutos antes, pero que su cerebro no era capaz de asimilar: "Era real, había ganado 58 millones de libras". Una noticia casi increíble que quiso celebrar con el resto de su familia, por lo que llamó inmediatamente a sus hermanos y los citó a todos para comunicarles lo que le había pasado.

Cuando llegaron sus hermanos, Ryan les explicó que debían mantener la distancia de seguridad por el covid-19. Pero, a continuación, les dio la noticia: se acababa de convertir en millonario. El ganador explica que "nos mantuvimos a más de dos metros de distancia, pero necesitaba hablar con ellos... y realmente esa conversación me ayudó a superar el shock".

Un futuro sin preocupaciones

Una vez que Ryan Hoyle asimiló la noticia y la compartió con su familia, llegó el momento de hacer planes. El ganador vive en Rochdale, una ciudad de 220.000 habitantes de los alrededores de Manchester. Es un gran seguidor del Manchester United, así que piensa darse el capricho de hacerse socio del equipo de sus sueños y comprar por primera vez un abono anual para sus partidos.

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Pero, además, también piensa dar un giro total a su día a día: ahora vive en un pequeño apartamento de alquiler de una sola habitación, que dejará lo antes posible para trasladarse a una nueva casa. Ya está pensando en qué zona de la ciudad le gusta más para comenzar a ver propuestas que le lleven a cambiarse de casa lo antes posible y estrenar su nuevo hogar.

También quiere cambiar de coche, ya que tiene uno muy viejo, y desea llevar a su hija de 11 años de vacaciones a Florida. Pero lo que más ilusión le hace es garantizar la jubilación de toda su familia: que sus padres y sus hermanos puedan dejar de trabajar cuando quieran sin tener que pensar en el dinero durante el resto de su vida, ya que se lo puede permitir.

Quiere garantizar la jubilación de toda su familia: que sus padres y sus hermanos puedan dejar de trabajar cuando quieran sin pensar en el dinero

Él, por su parte, terminará sus encargos. Ryan trabaja como carpintero y estaba en pleno proceso remodelando la casa de uno de sus hermanos. Pero una vez que finalice ese trabajo, tiene claro que no volverá a trabajar. 58 millones de libras, más de 66 millones de euros, son el pasaporte para poder dedicarse el resto de su vida a vivir sin preocupaciones.