La cronificación del trastorno está relacionada con la tasa de pacientes que, presentando insomnio, no acuden al especialista, lo que provoca que muchos casos queden sin tratar
En los últimos tiempos, se han sucedido los estudios que evidencian la importancia de mantener una buena calidad de sueño. De hecho, su privación se relaciona directamente con un mayor riesgo de sufrir enfermedades psiquiátricas, diabetes, obesidad y envejecimiento de la piel, entre otros. Además, esta condición incrementa sustancialmente la probabilidad de sufrir accidentes laborales o de tráfico.
El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente, manteniéndose como el motivo de consulta más habitual en las Unidades del Sueño. A pesar de ello, únicamente el 9% de las personas que lo padecen acude al especialista. Se han llevado a cabo múltiples estudios para conocer la prevalencia de esta patología: dependiendo de los parámetros empleados en las investigaciones, el porcentaje de un insomnio duradero en la población general oscila entre el 5% y el 50%.
La doctora Odile Romero, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Barcelona, explica que “el insomnio necesita de tratamiento cuando, durante tres semanas consecutivas y más de tres veces por semana, tardamos más de media hora en dormirnos, somos incapaces de dormir más de cinco horas seguidas y, sobre todo, si ello se ve agravado por alteraciones durante la vigilia, como deterioro en el funcionamiento social, ocupacional o conductual. En el caso de que el problema persista durante más de tres meses, hablaríamos de insomnio crónico”.
Dicho esto, según datos de la Sociedad Española del Sueño, aproximadamente un tercio de la población considera que sufre de insomnio atendiendo únicamente a los síntomas nocturnos (dificultad para iniciar o mantener el sueño). Sin embargo, esta cifra se reduce hasta el 10% cuando se tienen en cuenta las alteraciones diurnas. De esta forma, el porcentaje de población afectada por insomnio crónico clínicamente significativo se encuentra entre un 6% y un 10%.
La cronificación del trastorno está íntimamente relacionada con la elevada tasa de pacientes que, presentando insomnio, no acuden al especialista, lo que provoca que muchos casos queden sin tratar o sean incorrectamente atendidos. Para evitarlo, es fundamental, según la doctora Romero, "consultar con el especialista en trastornos del sueño cuando los síntomas del insomnio se prolonguen durante más de cuatro semanas consecutivas para así valorar el caso de forma personalizada y poder realizar un tratamiento individualizado".
El porcentaje de población afectada por insomnio crónico clínicamente significativo se encuentra entre un 6% y un 10%
El diagnóstico de insomnio se establece mediante visita médica orientada llevada a cabo por un especialista en la materia que, en caso de duda, se podrá ayudar de técnicas complementarias para descartar otro tipo de patologías del sueño. La exploración más completa o 'goal standard' es la polisomnografía. Para llevarla a término, el paciente deberá pasar una noche en el hospital bajo monitorización de las constantes relacionadas con la respiración, el sistema cardiovascular y los estadios del sueño.
El tipo de insomnio más prevalente es el denominado insomnio psicofisiológico: ansiedad sobre el sueño, dificultad para dormirse o extrema facilidad para despertarse. El tratamiento de elección recomendado actualmente es la terapia cognitivo-conductual, basada en la reeducación de técnicas de comportamiento y cognición, con el objetivo de restablecer el correcto funcionamiento de los procesos normales del sueño. En algunos casos, es necesario combinar esta terapia con fármacos, siempre bajo prescripción y supervisión médica, puesto que los hipnóticos no están exentos de efectos secundarios, como la aparición de tolerancia y dependencia a los mismos, necesitando, como consecuencia, cada vez más dosis de fármaco para obtener el mismo efecto. En esta categoría también hablamos de sustancias como la melatonina que, en su forma de liberación rápida, se comercializa como complemento alimenticio y requiere una correcta indicación para conseguir los efectos deseados.
Consejos para conciliar el sueño
Para evitar el insomnio y conseguir un sueño reparador, se pueden seguir algunas recomendaciones como:
1. Fijar la hora de acostarse y levantarse en vez de intentar controlar el sueño 'a voluntad':
Limitar el tiempo que pasamos en la cama a la cantidad de horas que realmente durmamos.
Mantener, incluso en fin de semana, la regularidad de los horarios de acostarse y levantarse.
Evitar las siestas durante el día.
Foto: Unsplash.
2. Reducir las actividades que interfieran en el sueño. Esto permitirá asociar la cama, la hora de acostarse y el entorno del dormitorio con la sensación de relajación, somnolencia y sueño:
Acostarse solo cuando se tenga sueño.
Si en 10-15 minutos, no se consigue dormir, levantarse y probar a leer, tomar un vaso de leche caliente, etc. En definitiva, relajarse hasta recobrar la sensación de sueño y cansancio para volver a la cama.
La cama y el dormitorio son solo para dormir. En ningún caso para ver la televisión, escuchar la radio, comer o leer.
Mantener un estilo de vida saludable, caracterizado por una dieta mediterránea, deporte regular, ausencia de tabaquismo y consumo de bebidas alcohólicas.
3. No preocuparse en exceso. Cuando la molestia del insomnio se alarga, se tiende a entrar en un círculo vicioso en el que uno se levanta pensando que le va a ser imposible conciliar el sueño la noche siguiente y así sucesivamente. Ello solo conducirá al agravamiento de la situación.
*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos para aclarar dudas referentes a mitos y creencias populares relacionados con la salud así como para combatir las falsas informaciones que se puedan generar en internet. Si tienes alguna duda sobre la consulta resuelta y quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Sur.
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