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La regla del ABCD para saber si debemos preocuparnos por una mancha en la piel
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La regla del ABCD para saber si debemos preocuparnos por una mancha en la piel

Esta regla de autoexploración tiene que ver con forma, color y tamaño, y es el primer paso para vigilar las marcas que encontramos en la cara y el cuerpo

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Es relativamente normal encontrar en nuestra piel pecas, lunares, manchas… Algunos nos acompañan desde nuestro nacimiento o bien aparecen a lo largo de nuestra vida. Lo cierto es que, aunque a veces no les prestemos demasiada atención, las manchas en la piel no son algo simple o banal. A veces, estas lesiones representan un riesgo para nuestra salud y tratarlas de forma inadecuada por un profesional que no está especializado conlleva un riesgo innecesario.

“Las manchas que pueda presentar nuestra piel abarcan un espectro amplio de lesiones cutáneas, desde una simple peca [efélide] hasta un melanoma”, explica la Dra. Lorea Bagazgoitia, dermatóloga del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo. Es muy importante estar atento a la apariencia de estas manchas y vigilar si su aspecto cambia, porque el melanoma —el cáncer de piel más peligroso— suele originarse a partir de ellas. Y el 90% de los casos se podría curar si se detectaran a tiempo.

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“En los últimos años, la incidencia de melanoma ha aumentado de forma muy alarmante y, de la misma forma, han aumentado el resto de las lesiones que se engloban dentro del cáncer de piel no melanoma (como el carcinoma basocelular). Estos cuadros precisan un tratamiento adecuado”, explica la Dra. Bagazgoitia.

Además, existen una serie de lesiones premalignas que también hay que tener en cuenta y tratar correctamente para evitar que progresen, como las queratosis actínicas, que parecen costras o manchas en la piel. Identificarlas y aplicar el tratamiento adecuado es fundamental para nuestra salud.

A grandes rasgos, la Dra. Bagazgoitia nos explica los casos más comunes que podemos encontrar en nuestra piel:

  • Léntigos: son marcas planas, sin volumen, de color marrón que aparecen en la piel. Estas manchas pueden aparecer "a lo largo de la vida del paciente y están producidas por la exposición solar que causa envejecimiento cutáneo [como en el caso de las manchas en las manos]". Es importante diferenciarlos de algunos tipos de melanoma.
  • Nevus melanocíticos: son también conocidos como pecas o lunares. Estos pueden ser comunes, "sin la mayor importancia [excepto estética] porque no tienen carácter maligno", pero también los hay "clínicamente atípicos, que pueden tener riesgo de malignidad y puede ser necesario extirpar para su estudio anatomopatológico".
  • Melasma: también conocido como cloasma, se presenta en forma de pigmentación mal definida y habitualmente suele encontrarse en la frente, los pómulos, el labio superior y/o el mentón. Es más frecuente en las mujeres y puede aumentar su intensidad con la exposición solar. “El melasma, en algunas ocasiones, se ha asociado a la toma de anticonceptivos y al embarazo”.

Aunque será el dermatólogo el que nos indique exactamente a qué tipo pertenece nuestro caso y nos prescriba el tratamiento a seguir, está demostrado que la autoexploración ayuda, y mucho, en el diagnóstico precoz del melanoma maligno. “Tenemos que fijarnos en las marcas que tiene nuestro cuerpo —subraya la especialista—, sobre todo en aquellas de aspecto irregular, las que no estamos seguros de cuándo han aparecido o las que han experimentado un cambio reciente”.

La regla del ABCD es bastante útil a la hora de determinar si tenemos que preocuparnos o no, ya que resume los principales signos de alerta de sospecha. En general, la gran mayoría de lesiones susceptibles de ser extirpadas cumplen más de uno de estos cuatro criterios:

A: asimetría (forma irregular).

B: bordes irregulares.

C: color. Cambios de color o la presencia de dos o más colores. “Los lunares benignos pueden ser de color marrón claro u oscuro, pero son homogéneos. En cambio, las lesiones malignas suelen tener dos o más tonos: marrón, rojizo, negruzco...”, apunta la doctora Bagazgoitia.

D: diámetro o medida superior a seis milímetros. Si es mayor, no lo pases por alto.

Lo recomendable en personas con pecas, lunares u otras manchas en la piel es acudir al dermatólogo una vez al año como mínimo para controlar las pecas y manchas de la piel, de carácter preventivo.

*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos para aclarar dudas referentes a mitos y creencias populares relacionados con la salud así como para combatir las falsas informaciones que se puedan generar en internet. Si tienes alguna duda sobre la consulta resuelta y quieres más información, puedes contactar con el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo.

Es relativamente normal encontrar en nuestra piel pecas, lunares, manchas… Algunos nos acompañan desde nuestro nacimiento o bien aparecen a lo largo de nuestra vida. Lo cierto es que, aunque a veces no les prestemos demasiada atención, las manchas en la piel no son algo simple o banal. A veces, estas lesiones representan un riesgo para nuestra salud y tratarlas de forma inadecuada por un profesional que no está especializado conlleva un riesgo innecesario.

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