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Lo que le sucede a tu cuerpo cuando has tenido muchas resacas
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¿puedes evitarla?

Lo que le sucede a tu cuerpo cuando has tenido muchas resacas

¿Por qué sientes ese terrible dolor de cabeza acompañado de ganas de vomitar? Y, más importante aún, ¿hay algún remedio?

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Citando a Dickens: era el mejor de los tiempos (la noche en la que te emborrachas) y era el peor de los tiempos (la mañana siguiente). Es algo bastante común, llegamos a una fiesta y comenzamos a beber como si lo fueran a prohibir, a veces por timidez, porque no controlamos bien o simplemente porque creemos que la noche será mucho más inolvidable de esa manera (aunque generalmente sucede lo contrario). ¿El problema? La mañana siguiente, claro, cuando te despiertas con dolor de cabeza, náuseas y deseando no haber hecho excesivamente el ridículo la noche anterior.

Después de pensar "mátame camión" te preguntas para qué te metes si no sabes torear. La respuesta es sencilla: tendemos a beber porque en dosis bajas el alcohol es euforizante y te hace sentir más feliz. El cuerpo libera dopamina y endorfinas, pero después de un tiempo, cuanto más bebes, ralentiza la actividad cerebral, el corazón y la respiración, informa 'The Conversation'. Por supuesto, hay muchas etapas entre una pequeña dosis con la que te crees mucho más ingenioso y guapo de lo que eres, y una más grande, que puede llegar a ser mortal, pero entre ambas experimentas excitación, dificultad para hablar o falta de equilibrio.

No existe un remedio mágico para tratarla, aunque aconsejan beber un vaso de agua antes de acostarte para reducirla

El alcohol también es un vasodilatador, lo que significa que ensancha los vasos sanguíneos, desviando la sangre a las extremidades (y consiguiendo que tus mejillas y tu nariz luzcan más rojas de lo debido). Además, se absorbe increíblemente rápido, ya que parte se hace en el estómago (en lugar del intestino delgado). Luego se extiende por todo el cuerpo y se distribuye a todos los órganos, incluidos el cerebro y el hígado, entonces el cuerpo hace un valiente intento de descomponer y eliminarlo. Para ello produce enzimas que tienen que descomponer el alcohol (etanol) en acetaldehído (etanal), que luego se descompone en ácido acético (etanoico) y luego en dióxido de carbono.

placeholder  Esto acaba en resacón. (iStock)
Esto acaba en resacón. (iStock)

Los alcohólicos a menudo obtienen la mayor parte de sus calorías del alcohol y comen muy poco, por lo que pueden, paradójicamente, estar desnutridos y aun así tener sobrepeso porque consumen calorías vacías que no contienen vitaminas ni proteínas. En tu caso, es probable que con las navidades, la copa de después, y en general los excesos que propician estas fechas habrás experimentado varios resacones propios de las Vegas, y, ¿por qué te encuentras tan mal?

El día de después

¿A qué vienen esas terribles náuseas? El producto de descomposición de la primera etapa, el etanal o acetaldehído, es un emético, lo que significa que te dan ganas de vomitar. A medida que bebes (y te vuelves más eufórico) tu nivel de etanol en sangre está siendo monitoreado por el área postrema, la parte de tu cerebro que 'revisa' la sangre en busca de cosas que no deberían estar allí. Si comes algo que causa vómitos y diarrea, es tu postrema la que le ha indicado a tu cuerpo que elimine aquello que puede causarte daño. El etanal tiene el mismo efecto.

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Además del vómito, no sabemos exactamente por qué nos sentimos tan mal cuando tenemos resaca, pero se cree que es otro efecto del etanal y los congéneres, el desorden químico no alcohólico que es un subproducto de la fermentación. Estos incluyen aceites, minerales y otras formas de alcohol, como el metanol (alcohol de madera), que puede causar ceguera en altas dosis. Las bebidas que son oscuras tienen más cantidades de congéneres, y por eso la resaca de vino tinto es bastante peor que la de vodka, la cual es más 'indulgente'.

Si últimamente estás teniendo muchas resacas, solo podemos decirte que, desafortunadamente, no existe un medicamento para tratarlas. Solo queda esperar. Eso sí, para ayudar a reducirla aconsejan beber un vaso de agua antes de acostarte. El alcohol detiene la glándula pituitaria y produce la hormona antidiurética vasopresina, que normalmente restringe la producción de orina. Esto significa que terminas perdiendo más agua de la que ingieres, lo que provoca deshidratación que irrita los vasos sanguíneos y provoca dolores de cabeza.

Citando a Dickens: era el mejor de los tiempos (la noche en la que te emborrachas) y era el peor de los tiempos (la mañana siguiente). Es algo bastante común, llegamos a una fiesta y comenzamos a beber como si lo fueran a prohibir, a veces por timidez, porque no controlamos bien o simplemente porque creemos que la noche será mucho más inolvidable de esa manera (aunque generalmente sucede lo contrario). ¿El problema? La mañana siguiente, claro, cuando te despiertas con dolor de cabeza, náuseas y deseando no haber hecho excesivamente el ridículo la noche anterior.

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