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La manera más efectiva de que tu hijo escuche todo lo que le dices
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La manera más efectiva de que tu hijo escuche todo lo que le dices

Prestar atención es algo que deberíamos aprender, igual que caminar. Te dejamos algunos consejos importantes para que enseñes a los más pequeños

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Si tienes hijos, sobrinos o amigos cercanos con niños pequeños sabrás que la habilidad de escuchar no es la que más reluce. Cuando se ponen guerreros y se les mete algo en la cabeza no hay quien los convenza de lo contrario. Lloros, gritos, berrinches, berridos y todo un abanico de acciones que te hacen saber que no va cumplirá nada de lo que le digas.

Al igual que hablar o caminar, aprender a escuchar es algo que necesitamos enseñar a los más pequeños para el desarrollo correcto de sus capacidades. Desde 'Mom' han querido mostrar cómo deben actuar los padres y madres para que los niños empiecen desde muy pequeños a hacerles caso y prestar atención a lo que dicen.

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Para aprender a hacer esta acción, los niños deben ser capaces de discriminar y dirigir su atención auditiva a los sonidos que les interesen. Para conseguir esto lo primero que hay que hacer es pararse a pensar y reflexionar sobre lo que estamos escuchando. Parece complicado para alguien de menos edad, ¿verdad? Presta atención.

Motivación

Lo primero: no te estreses ni les grites. Si empiezas dando voces lo único que vas a conseguir es asustarlos y que se convierta en una situación insostenible. La mayoría de ellos reaccionarán enfadándose y tendrás un alboroto innecesario durante un rato. Nadie quiere eso. Los niños, como la mayoría de los seres humanos, responden mejor a una actitud amable y positiva.

Utiliza gestos para captar su atención. Tal vez no entienda una palabra, pero si la acompañas de algún movimiento o expresión, seguirá escuchando

¿Qué es lo mejor que se puede hacer? Para conseguir captar la atención de los niños lo mejor es hacerlo mediante un juego. Aprender y enseñar a escuchar puede ser un divertido pasatiempo para todos. Puedes empezar a hacerles preguntas para que se fije en lo que le estás diciendo. Señala lo que estás haciendo: si estáis con un libro con imágenes podéis hacer una especie de concurso para que le ayude a retener.

Intenta no repetirte mucho. Nadie quiere pasar la infancia de su hijo siendo un pesado o una molestia. La atención negativa envía mensajes equivocados. En vez de castigarles por no hacerte caso y escuchar, trata de recompensarlos cuando lo hagan bien. Y sobre todo no grites desde la otra punta de la casa. Si quieres que de verdad presten atención, establece contacto visual, agáchate y habla cara a cara.

Capta su interés

Dile lo que quieres de la manera más clara y concisa posible. No preguntes, afirma. No hay elección en lo que le estás exponiendo, así que debe acatar la norma. Regañar no funciona y dar explicaciones tampoco porque son demasiado pequeños. Puedes ofrecer una pequeña recompensa cuando escuche por primera vez: así aprenderá que esa acción tiene beneficios.

Lee con ellos en voz alta. Esta labor les hace aprender a escuchar. Pon diferentes tonos y haz efectos de sonido. Haz que algunas palabras destaquen y no repitas mucho la misma historia o cuento porque una vez que se lo sepan, dejarán de prestar atención. Susurra alguna vez porque así deberán estar muy atentos a lo que les estás contando.

En vez de castigarlos por no hacerte caso, trata de recompensarlos cuando lo hagan bien

No amenaces si después no pasa nada porque perderás toda la credibilidad. Trata de decir lo que quieres y continúa. Pasa de los berrinches y los pucheros y sigue con las consecuencias. No dejes que tu hijo te interrumpa en medio de una conversación importante. Si estás hablando por teléfono y te reclama insistentemente, explícale que ahora no puede hablar contigo, que tiene que esperar a que termines de hablar. Sabrá que la comunicación implica saber esperar y respetar un turno.

Utiliza gestos para captar su atención. Tal vez no entiendan una palabra, pero si la acompañas de algún movimiento o expresión del rostro, seguirá escuchando. Es cuestión de paciencia. Poco a poco, cuando vaya creciendo, irá entendiendo que prestar atención es una parte importante de la comunicación.

Si tienes hijos, sobrinos o amigos cercanos con niños pequeños sabrás que la habilidad de escuchar no es la que más reluce. Cuando se ponen guerreros y se les mete algo en la cabeza no hay quien los convenza de lo contrario. Lloros, gritos, berrinches, berridos y todo un abanico de acciones que te hacen saber que no va cumplirá nada de lo que le digas.

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