Un empresario gasta un millón para intentar vivir 180 años: "Alguien tenía que hacerlo"

Dave Asprey viajaba por el Tíbet en el año 2004 para aprender a meditar. Trabajaba como ejecutivo de tecnologías de la información en Silicon Valley, la meca de las empresas tecnológicas, pero su salud no estaba bien y había llegado a pesar 136 kilos. Durante una ruta de senderismo por las montañas le ofrecieron un café con mantequilla de yak, un enorme mamífero que vive en Asia. Aquello le iba a cambiar la vida.

Dave se sintió mejor después de tomar aquel brebaje. Semanas después volvió a California y decidió que iba a crear su propia versión de aquella bebida que había tomado en las montañas. Tras años de experimentos, en 2012 nació Bulletproof, una marca que se ha hecho famosa en Estados Unidos y cuya base es la de mezclar tres ingredientes: café, mantequilla y aceite de coco.

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Bulletproof vende esos tres ingredientes ‘mágicos’ con los que Dave Asprey se ha convertido en una persona nueva. El empresario explica a la BBC qué sucedió cuando probó por primera vez ese brebaje en las montañas del Himalaya: "Después de tomarlo me di cuenta de que mi cerebro se sentía mejor". Desde que comenzó a beberlo a diario adelgazó 45 kilos y asegura que se ha convertido en un hombre nuevo. Tanto, que ahora planea vivir hasta los 180 años.

Vivir 180 años

Asprey no cree que sea imposible. Se ha autodenominado “el primer biohacker profesional del mundo” ya que quiere piratear su propio cuerpo usando la ciencia y la tecnología existente. Y lleva años haciéndolo, con tratamientos que algunos calificarían de locura y que, de momento, le han llevado a gastarse un millón de dólares: "Alguien tiene que hacerlo y yo estoy dispuesto a morir intentándolo".

Para tratar de vivir más del doble de lo normal le extraen parte de la médula ósea cada seis meses. Así consigue células madre que luego se inyecta de nuevo por todo el cuerpo. Además, pasa parte del día en una cámara de crioterapia, usando nitrógeno para enfriar su cuerpo. Y para completar la ‘terapia’, recibe "baños" de luz infrarroja y se coloca electrodos en la cabeza.

La base de su bienestar es esa mezcla de café, mantequilla y aceite de coco. Asegura que antes “tenía artritis en mis rodillas y síndrome de fatiga crónica. Tenía disfunción cognitiva y estaba bajo el riesgo de un ataque al corazón. Era pre-diabético y me sentía muy mal todo el tiempo. Logré cambiar todo eso”.

Tenía artritis en mis rodillas, síndrome de fatiga crónica, disfunción cognitiva y estaba bajo el riesgo de un ataque al corazón. Logré cambiar todo eso

Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con su receta mágica. Aisling Pigott, nutricionista y portavoz de la Asociación Británica de Dietética, señala que "nunca recomendaría el café Bulletproof, porque tiene calorías y grasa extra sin proveer ningún otro valor nutricional. No hay ningún beneficio en agregarle mantequilla al café".

Para Jonny Forsyth, investigador de mercados, "la ciencia detrás de los beneficios para la salud del producto sigue siendo difusa, pero tiene una poderosa narrativa para los consumidores". Eso es lo que le ha llevado al éxito y a ganar millones de dólares que ahora quiere invertir en vivir 180 años. Está convencido: "No creo que sea ciencia ficción".