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Cosas que nuestros padres hacían para criar a sus hijos y que ahora nos horrorizan
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¿cualquier tiempo pasado fue mejor?

Cosas que nuestros padres hacían para criar a sus hijos y que ahora nos horrorizan

Mitificamos la infancia, pero quizá algunas de las conductas de nuestros mayores, a día de hoy, no estarían muy bien vistas o incluso serían penadas por la ley

Foto: Foto: iStock.
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La infancia es ese periodo que, una vez llegada la adultez, recordamos con demasiada nostalgia. En ocasiones tendemos a mitificar unos momentos que quizá no fueron tan increíbles, pero que quedan guardados para siempre en el baúl de los recuerdos. Ya sabes aquello que dicen de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Volviendo un poco la vista atrás, enseguida nos percataremos de que los tiempos han cambiado mucho. No solamente porque los niños de ahora se pasen el día pegados a la pantalla de la tablet, mientras nosotros negamos con la cabeza y decimos: "Qué desperdicio, antes los chavales siempre jugábamos en la calle", también porque nuestros padres cometían una serie de imprudencias o conductas poco adecuadas que, a día de hoy, no estarían bien vistas.

Aquí hemos recopilado una serie de actividades que, aunque recordemos con un velo de melancolía empañando nuestros ojos, es seguro que las nuevas generaciones no echarán de menos.

Viajar en coche sin cinturón

Seguro que te recuerdas yendo a la playa, en el Seat Panda, el Opel Corsa, el Ford o cualquier otra marca de coche que tuviera tu padre, con los millones de maletas detrás, sin aire acondicionado y con las ventanillas bajadas y, por supuesto, sin cinturón de seguridad.

A día de hoy las campañas de concienciación vial están mucho más arraigadas en la sociedad y sabemos lo peligroso que es el hecho de que los niños viajen sin cinturón, pero en su día nos parecía bastante normal hacerlo. Si te dejaban viajar en el asiento del copiloto (aunque no tuvieras la edad reglamentaria para hacerlo) te sentías el rey del mundo.

Todo el mundo fumaba

Hubo un tiempo en la historia del mundo en el que la gente fumaba en los vagones de metro, los cines, los hospitales e incluso los aviones. Ahora todo aquello nos suena a género fantástico, pero en realidad no hace tanto.

Nuestros padres cometían una serie de imprudencias o conductas poco adecuadas que, a día de hoy, no estarían especialmente bien vistas

La ley antitabaco en España entró en vigor en 2006, aunque hasta 2011 no vimos realmente lo que era no poder fumar en una discoteca. Antes, en las comidas familiares, era común que tu tío te echara el humo de su cigarro en la cara sin ningún pudor, e incluso algunas mujeres embarazadas seguían fumando durante el periodo de gestación. Por suerte, las cosas han cambiado en ese aspecto.

Te enviaban a la cama sin cenar

El cuidado de los niños era, sin duda, un poco diferente. Quizá ahora se les tenga entre algodones, según las generaciones que nos precedieron, pero hay cosas en las que, sin duda, hemos mejorado un poco. Por ejemplo, te acordarás del típico: "Como no hagas tal cosa te irás a la cama sin cenar".

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Sin embargo, muchos padres a día de hoy no verían conveniente este tipo de castigos. Muchos niños sufren problemas y trastornos alimenticios, así que según los nutricionistas lo mejor es ofrecer verduras y frutas, y en caso de que no quieran comer, dejarles.

La temida zapatilla (o cinturón)

Los castigos físicos también estaban mucho más a la orden del día, y era bastante frecuente que te acabaran dando con la zapatilla de estar por casa (o su versión más dura, el cinturón), si no te portabas como debías. Una bofetada a tiempo quita mucha tontería, suelen decir, pero lo cierto es que a día de hoy ya no es la mejor opción eso de pegar a los niños para enseñarles.

El transporte público

Hace algún tiempo, cuando teníamos más confianza los unos en los otros, no era raro ver a los niños pequeños viajando en metro solos. Muchos padres de hoy, sin embargo, se sentirían horrorizados ante la idea de enviar a sus niños en una "expedición" individual en transporte público.

La lactancia

Quizá tengas algún amigo que defiende que el periodo de lactancia debe alargarse hasta el infinito, recordándote un poco a Robin Arryn en 'Juego de Tronos', el niño prácticamente adolescente que seguía tomando el pecho de su madre. La Academia Americana de Pediatria recomienda, por norma general, que el periodo sea en los primeros seis meses de vida, aunque esa no siempre ha sido la práctica estándar para los padres.

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Probablemente tus padres te daban agua cuando eras bebé o incluso algunos alimentos que, a día de hoy, están terminantemente prohibidos (incluso durante el embarazo).

Los bebés en la cuna

El debate está servido. Si bien poner a los bebés a dormir boca abajo fue la norma a seguir durante muchas décadas, desde una campaña promovida en 1994 las cosas han cambiado mucho. Seguro que si tienes bebés en casa oirás decir a tu madre o abuela que los pediatras cada vez dicen una cosa, en cuanto a postura para dormir se refiere. A día de hoy, se alenta a los padres a colocar a sus niños boca arriba, y desde entonces el síndrome de muerte súbita infantil (SMSL) se ha reducido en más del 50%.

Dormías en casa de tu vecino

Aunque no os conocierais especialmente. Una fiesta de pijamas siempre era divertida, pero probablemente los padres de hoy en día tienen más reticencias a dejar a sus hijos solos, en casa de un desconocido, toda la noche. El enfoque actual es más conservador y suelen querer conocer a los padres antes de enviar a los niños a un ambiente desconocido y quizá, potencialmente peligroso.

Refrescos y alcohol

De la misma manera que con el tabaco, se hacía la vista gorda con las bebidas azucaradas. En los años 50, en Estados Unidos Seven Up fue anunciado como un suplemento saludable para la dieta de un bebé, algo un poco surrealista a día de hoy. De igual manera, en algunas casas era bastante frecuente calmar con bourbon u otras bebidas etílicas a los niños que sufrían algunos dolores. Imaginate qué sucedería ahora con los padres a los que se les ocurriese algo semejante.

La infancia es ese periodo que, una vez llegada la adultez, recordamos con demasiada nostalgia. En ocasiones tendemos a mitificar unos momentos que quizá no fueron tan increíbles, pero que quedan guardados para siempre en el baúl de los recuerdos. Ya sabes aquello que dicen de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

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