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Los chistes y bromas que un español nunca debe hacer cuando sale al extranjero
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Los chistes y bromas que un español nunca debe hacer cuando sale al extranjero

Una guía de bolsillo para esquivar momentos espinosos fuera de la madre patria

Foto: Los personajes típicos de Alfredo Landa lo tendrían mal en el extranjero.
Los personajes típicos de Alfredo Landa lo tendrían mal en el extranjero.

Lejos de casa, puede que las ganas de adaptarte y ser simpático te animen a bromear más de lo normal. Cuidado porque algunas cosas fuera de España no tienen maldita gracia. Veamos algunos ejemplos.

[Lea aquí: “¿Cómo distingues a un español?” Los chistes que cuentan de nosotros]

​Alemania

Seguro que ya te han contado, o has visto por ti mismo, que en Alemania las gracietas sobre cierto dictador no son tan bien recibidas como aquí o en Estados Unidos. Puede que España sea una de las culturas que más se ríen de su propia historia reciente -Franco como objeto de burla solo incomoda a quienes lo sufrieron en sus carnes-, así que tenemos poca costumbre de contenernos y la posibilidad de meter la pata hasta el corvejón en este tema de viaje por allí es muy alta. En cierta forma se sienten culpables en bloque por lo ocurrido en Europa, y además -extraño, ¿verdad?- no ven qué hay de gracioso en el Holocausto.

[Lea aquí: 'El chiste sobre alemanes más divertido del gran festival del humor y los 9 finalistas']

Esto puede estar empezando a cambiar por fin. Si nosotros tuvimos 'Vaya Semanita', con ingeniosos guiones sobre ETA y el mundo abertzale que hicieron respirar de alivio a muchos en el País Vasco, allí ha triunfado recientemente un libro en clave de comedia sobre Hitler: 'Ha vuelto', del autor Timur Vermes. El personaje más odiado del mundo occidental se despierta de repente en el Berlín actual y no sabe desenvolverse. Han hecho incluso una adaptación cinematográfica al estilo de 'Borat': cámaras ocultas de gente reaccionando a la aparición de este tipo con bigote que les suena de algo.

Tráiler de 'Ha vuelto'.

Marruecos

Ya se sabe que para el mundo árabe en general la imagen de Mahoma no resulta, digamos, divertida, pero un amigo marroquí nos aclara que incluso allí, siendo como es de los países más abiertos del entorno, no se pueden hacer bromas sobre religión. Ninguna. Nada de imanes cayéndose por escaleras, nada ni remotamente lejano a nuestros chistes sobre curas pederastas y ningún tema vale cuando se trata de reír dentro de las mezquitas. La religión es sagrada de verdad para todo el mundo, al menos como tema de chufla.

[Lea aquí: 'Cabu, el dibujante que se atrevió a burlarse de los fanáticos']

Hay una excepción posible, los niños. El mismo amigo nos cuenta que su pandilla de la infancia aprovechaba el momento en que ponían la frente en el suelo de la mezquita para hacerse cosquillas unos a otros o decir tonterías en voz alta aprovechando que no se les veía la cara: "¡Medio kilo de boquerones, boquerones en oferta, boquerones!". Eso sí, si les descubrían los echaban ipso facto. No te aconsejamos que lo hagas a los treinta años.

India

En el lejano Oriente es muy difícil entenderse haciendo bromas siendo occidental. Tienden a ser, en palabras de una amiga, viajera empedernida, "tan joviales, faltos de sarcasmo y en cierta forma ingenuos" que lo único con opciones de funcionar, al menos desde nuestra tradición cultural, es el humor físico o muy blanco: hacer como que te caes, poner una cara exagerada o reírte (sin mucha crueldad) de algún defecto. No te pierdas en referencias porque manejan otras totalmente distintas.

[Lea aquí: '9 chistes que cambiaron la historia del humor (y tres contribuciones españolas)']

México

Desde aquí nos llama poderosamente la atención la relación que tienen con la muerte; se ríen de ella de una forma descarnada, como si miraran de tú a tú a un viejo conocido al que no respetan. Hasta hace poco contaban por ejemplo con una revista llamada 'Alarma!', en la que aparecían fotos de muertes violentas actuales en portada, a menudo acompañadas por textos chistosos. A un buen hombre lo decapita un tren, hay foto con sangre a todo color y un titular del tipo: "¡Perdió la cabeza!" en grandes mayúsculas.

Sin embargo, qué vida esta, les parece tremebundo y escandaloso cómo abusamos los españoles de los tacos. Todo lo que tiene que ver con el "culo" les suena a porno duro y muy brusco, así que no lo metas en un chiste si puedes evitarlo (en Chile igual, nada de culos en ningún contexto, por favor, y menos en presencia de niños).

En Italia está fatal visto reírse de la madre de uno o de los demás, "la mamma non si tocca"

Ah, y aún no nos han perdonado de todo las matanzas de Hernán Cortés, así que nada de colonialismo como cosa de risa. Lo sentimos, amigos mexicanos, como dirían en 'El chavo del Ocho', "¡fue sin querer queriendo!".

Italia

En Italia es particularmente fácil confiarse demasiado porque sentimos su cultura muy cercana, pero cuidado, necesitan más espacio vital que nosotros y no les parecerás simpático dándoles dos besos si te los acaban de presentar, les parece muy invasivo. Eso sí, si lo ven inevitable y responden, es fácil chocar y acabar besándolos en la boca, porque cuando se besan en un saludo lo hacen en las dos mejillas pero de derecha a izquierda, 'en dirección contraria'.

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Importante: nunca hagas chistes sobre madres si no tienes mucha intimidad, o mejor no los hagas nunca. Está fatal visto reírse de la madre de uno o de los demás, "la mamma non si tocca". Si no quieres verte como Ray Liotta en 'Uno de los nuestros', aplacando a Joe Pesci para evitar una paliza o un balazo, mejor deja a las santas madres en paz. La jugada podría no salirte "de puta madre".

Francia

Otro sitio donde alucinan con "madre" y "puta" todo junto -bueno, esto ocurre en casi todas partes menos aquí- es en Francia. Y otro tema, además del toqueteo excesivo, que les pone nerviosos es el sueldo de cada cual. No se habla de dinero con la alegría de aquí, así que cuidado con las bromitas sobre cuánto ha costado el coche o cómo tal otra persona se puede permitir ciertas cosas.

Reino Unido

Es por fortuna muy difícil ofender a un británico con un buen chiste, por escandaloso o negro que sea. Estamos en la tierra del humor como forma de arte. El famoso texto satírico "Una modesta proposición", de Jonathan Swift, donde el escritor irlandés -conocido aquí sobre todo por 'Los viajes de Gulliver', que muchos creen una historia para niños y está llena de turbador sarcasmo- propone, para solucionar el problema del hambre, que los ricos se coman a los niños de los pobres, es una influencia importante en las islas.

[Lea aquí: 'Británicos en verano: lo que dicen y lo que de verdad quieren decir']

placeholder (Montypython.com)
(Montypython.com)

Allí más que ofenderse es probable que tu humor no se entienda o que resulte de brocha gorda. Sin embargo, sorprendentemente, algunos católicos aún pueden sentirse incomodados por 'La vida de Brian', según nos cuenta una amiga admiradora de Monty Python. Mientras muchos identificamos a todo el país con este genial grupo de cómicos, para otros son una pequeña vergüenza nacional.

Suecia y Noruega

Probablemente que los veamos como una sola entidad ya de entrada no les haría ninguna gracia, pero nos dicen que la experiencia para un español interesado en el humor puede resultar similar: desde nuestra óptica, no parecen tenerlo. Ellos no son de 'Borat' ni de Monty Python, son de Bergman.

En comparación con nuestra informalidad y falta de elegancia internacionalmente famosas, parecen sufrir algo similar a una neurosis con los temas de protocolo y pueden mirarte como a un extraterrestre por usar el cuchillo equivocado en la mesa. Imaginamos que por eso mismo puede ser un buen tema para el humor (la comedia necesita transgredir), pero ante la duda no lo intentes: seguramente no les ofendas, pero nos tememos que quedes como un imbécil.

China

Como con India, nos cuesta por lo general compartir el humor chino, y a ellos el nuestro, que es a sus ojos bastante agresivo. Normalmente te ignorarán sin más, aunque por puro sentido común te aconsejamos que no los confundas con los japoneses bajo ningún concepto.

En Colombia no les gustan las referencias a gente desnuda ni los chistes con mujeres rebeldes o alocadas

Recuerda que, aunque a nosotros nos parezca lo más el "chino cudeiro" de 'El Castillo de Takeshi' (en España, 'Humor Amarillo' y olé), en realidad es japonés hasta la médula. Como curiosidad, el "humor amarillo" para ellos es otra cosa muy distinta. Llaman chistes amarillos a los sexuales porque lo relacionan con el color de la piel desnuda. ¿A que no te lo esperabas?

Colombia

Aunque todos van bastante destapados y los escotes son muy generosos, la desnudez explícita no les gusta nada y, añade una amiga de allá, en general son muy poco comprensivos con todo lo que suene a comportamientos alocados o rebeldes por parte de mujeres. Allí ser mujer y cómica es muy transgresor. Aquí todo esto nos parece machista, allí somos nosotros los que parecemos no tener respeto por nada y no proteger a nuestras damas.

Y paramos ya, pero solo porque el tema no tiene fin. Ríanse en los comentarios cuanto quieran, aquí y ahora no hay límites del humor.

Lejos de casa, puede que las ganas de adaptarte y ser simpático te animen a bromear más de lo normal. Cuidado porque algunas cosas fuera de España no tienen maldita gracia. Veamos algunos ejemplos.

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