Ha perdido 100 kilos en dos años y nos muestra absolutamente todo

La industria de la pérdida de peso es una de las protagonistas de nuestra época. Llevamos una vida sedentaria y es difícil sacar tiempo y ganas de hacer ejercicio. Muchos que tienen trabajos físicamente duros tampoco consiguen adelgazar. Salen agotados, necesitados de un capricho de azúcar y de horas en el sofá. Los círculos viciosos en que caemos nos frustran y buscamos ayudas externas por las que pagamos mucho dinero: entrenadores personales, productos 'light' (o supuestamente 'light'), pastillas, tratamientos 'detox', cremas y hasta sesiones de hipnosis.

Siempre he luchado con mi peso y he recurrido a dietas de usar y tirar con las que volvía a ganar los kilos nada más perderlos

A juzgar por los consejos de los nutricionistas, plantearse objetivos y comprometerse con uno mismo a largo plazo es mucho mejor que someterse a dietas milagro en pocas semanas, que vuelven a engordarnos por el 'efecto rebote' y pueden llegar a poner en peligro nuestra salud.

Lo que hizo Simone Anderson, de Nueva Zelanda, nos asombra cuando lo vemos en conjunto, sobre todo porque lo ha documentado con fotos de 'antes' y 'después' que quitan el aliento, pero en realidad no tiene nada de milagroso. Ha pasado de 169 kilos a 77 desde el 29 de agosto de 2014 hasta el mismo día de 2016 siguiendo los consejos de los médicos: cuidar su alimentación e introducir mucha actividad a la semana, en su caso gracias al gimnasio. Si el cuerpo es importante para ti y verte obeso está lastrando tu vida, puedes intentarlo. Incluso si no resulta tan espectacular, mejorarás tu bienestar y tu imagen.

Pasen y vean

La novedad en el caso de Anderson es que no ha idealizado su viaje hacia un cuerpo perfecto. Ha subido a internet sus fotos favorecedoras pero también ha sido abierta compartiendo las dificultades. Si has experimentado bajadas de peso espectaculares alguna vez, sabrás que no es oro todo lo que reluce: la piel cuelga y es otra tentación (más) para abandonar tus metas. Una conclusión posible es que conviene ahorrar un poco para las cirugías.

Así hablaba de sus intentos anteriores al embarcarse en el reto: "Siempre he luchado con mi peso y a menudo he recurrido a dietas de usar y tirar con las que volvía a ganar los kilos nada más perderlos, y hasta más. Hacer público este viaje me ayudará mucho a motivarme y a mantenerme responsable de mis acciones". También nos dice: "No tengo un plan específico ni una forma concreta de comer. Como de todo y pruebo distintas combinaciones para no aburrirme. No tomo comida basura y trato de mantenerme lejos del azúcar procesado. El resto es solo sentido común, todo con moderación, etc."

Lo has adivinado: eso significa que se ha tomado muy en serio el ejercicio. Y sigue haciéndolo. Dos horas todos los días pero, igual que con la comida, no se aburre gracias a la variedad. Hace voleibol, baloncesto y waterpolo y va a clases de grupo en el gimnasio. Si te sobran cien kilos, mejor que no lo dejes todo a la estimulación eléctrica sin salir de la cama y a los masajes mágicos con baba de caracol.

No se ha guardado nada, todo está en su Facebook, 'Simone's Journey to Health' ('El viaje de Simone hacia la salud'): vídeos de cada etapa del proceso, los ejercicios que ha elegido, las operaciones que se ha hecho y los comentarios que recibe cada día. Gracias a ella, otros muchos se han animado a recorrer el camino.