Mas prolonga hoy su cortejo a Rajoy sin pedir dinero ni dar ultimátum

Mariano Rajoy se reúne hoy con el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, en su primera entrevista oficial tras la formación del nuevo Gobierno del PP y tanto los ‘populares’ como CiU tienen calibrado el impacto del encuentro. Ninguno dirá nada tras la reunión que moleste al contrario. Será, como escenifican dirigentes de ambos partidos a El Confidencial, “un acto de cara a la galería” en el que Mas no exigirá cifras y dará a Moncloa un año y medio de plazo para negociar la ‘carpeta catalana’. Hay una cosa clara: el PP no necesita a CiU para gobernar en Madrid, pero CiU sí que necesita al PP para seguir teniendo el poder en Cataluña.

De todos modos, el PP no puede acaparar todo el poder para gobernar. Ha de visualizar que las medidas que tome no son del PP, sino que son transversales, que alguien más las apoya, que son compartidas y necesarias. CiU es el tercer grupo parlamentario. Y, por eso, no es un socio cualquiera al que se le ha de dar la espalda.

Los nacionalistas catalanes tampoco van a poner sobre la mesa un calendario y una ristra de exigencias. “Evidentemente, hay una parte económica en nuestras exigencias. Pero el problema de Cataluña no es de 100, 200 o 1.400 millones de euros. Lo que pretendemos es generar un clima de entendimiento, un espacio de trabajo con el Gobierno español. Es decir, no se trata de si el Gobierno ha de cumplir sus compromisos. Los tiene que cumplir, faltaría más. Para eso los ha firmado. Lo que queremos es saber si se puede hablar con el Gobierno sobre los temas que afectan a Cataluña”.

Las mismas fuentes añaden que CiU está dispuesta a contribuir a la gobernabilidad del Estado aunque le cueste algunas plumas por el camino. “Apoyaremos las medidas de reactivación económica, la reforma laboral y lo que haga falta. Pero, a cambio, queremos que se tomen medidas sobre austeridad y sobre Cataluña. Llevamos una carpeta que es única. Es un solo paquete. No hay reivindicaciones únicas. Todos los temas se han de negociar conjuntamente. Es el todo”, dicen las mismas fuentes. Ese paquete único es lo que ya se empieza a conocer como la ‘carpeta catalana’.

“Queremos saber si hay margen pata hablar de ella”, enfatizan las fuentes. Y ahí van incluidas muchas cosas. Por ejemplo, los débitos del Gobierno central a la Generalitat y las reivindicaciones que Artur Mas piensa plantear a Madrid, como el pacto fiscal, basado en un concierto económico similar al del País Vasco y Navarra. Su principal novedad es que la Generalitat recaude todos los impuestos y pague luego un cupo al Estado. en la actualidad, el Estado recauda la mayoría de los impuestos y luego paga a la Generalitat cuando puede. La cosa, pues, cambiaría mucho.

Pero las fuentes del Gobierno catalán advierten: “Que nadie piense que vamos a Madrid a pedir dinero. Ni vamos a plantear ningún ultimátum. Comprendemos que Rajoy no ha tenido tiempo de estudiar la situación. Y si nos dice que debemos esperar un año, lo comprendemos. Y si es año y medio, también. Pero más allá de este plazo, creemos que no se puede hacer nada. Madrid ha de escuchar los problemas de Cataluña. Si no es así, tiraremos por la vía de en medio y habrá problemas”, dicen las fuentes consultadas. En otras palabras, CiU comenzará un escoramiento abiertamente frentista y de enfrentamiento con el Estado español.

El tiempo apremia

Y ello, por una simple razón: “Nos quedan tres años para las elecciones. Lo que no podemos hacer es llegar a finales del 2014 y decir que no habido tiempo para hablar de las cosas que tenemos pendientes”. Y estas cosas son importantes: El Gobierno central le debe a la Generalitat 759 millones de euros por obras  de infraestructuras (conforme los acuerdos de la disposición adicional tercera del Estatuto) que estaban consignados en los presupuestos del año pasado pero que nunca pagó. El Gobierno catalán pide, además, 1.450 millones que le corresponden del Fondo de Competitividad que le corresponden pero que nunca pagó porque hubo un acuerdo con Rodríguez Zapatero para que no se hiciese efectivo hasta el 2013.

“Los factores que determinan nuestra postura son varios: la sentencia del Estatut [el Constitucional anuló algunos artículos de esta norma]; la manifestación del 10 de julio del 2010 contra la misma, que congregó a más de un millón de ciudadanos sólo en Barcelona, la editorial conjunta de todos los diarios catalanes, el acto del IESE [celebrado en marzo del 2007, en el que todas las instituciones cívicas y empresariales pidieron un menor centralismo y la gestión de las actividades aeroportuarias] y los resultados de las tres últimas elecciones, en las que los nacionalistas sacamos mayoría absoluta. Si después de esto nos quieren comprar con 759 millones de euros o con los que sea, sería una cosa muy barata. No queremos dinero. Queremos que nos paguen lo que nos deben y que nos dejen gestionar el territorio”.

De lo que no cabe duda es de que es una reunión importante. Y de la puede salir una entente que puede garantizar la estabilidad del Estado en los próximos años. El PP tiene mayoría absoluta, pero Artur Mas tiene claro que no irá a la reunión con Rajoy de pedigüeño. “En Madrid están acostumbrados a decir : ‘A los catalanes les das cuatro euros y ya los tienes contentos’. Pero esta vez vamos a Madrid no a pedir dinero. Cuando salgamos de la reunión, se preguntarán: ‘¿Éstos van en serio o lo que quieren son los cuatro euros?’.  Esta vez es diferente. No vamos a poner un precio”, dice a el Confidencial una fuente del Gobierno catalán.