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Más de un año de espera para divorciarse: el colapso de los juzgados de familia
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CALCULAN UN AÑO DE ESPERA SI SE VA A JUICIO

Más de un año de espera para divorciarse: el colapso de los juzgados de familia

Con el confinamiento, han aumentado los conflictos familiares o con exparejas, que se suman al colapso que ya había en estos juzgados y que los abogados califican de "avalancha"

Foto: Primer juicio plenamente telemático en Galicia. (EFE)
Primer juicio plenamente telemático en Galicia. (EFE)

Si usted quiere divorciarse ahora y va a juicio, seguramente no conseguirá estar oficialmente separado hasta dentro de un año. Lo mismo para un cambio de una pensión alimenticia o una modificación en un régimen de visitas si, ante la falta de acuerdo, es necesario ir a un juzgado de familia que medie entre las dos partes.

La fecha orientativa que dan los abogados a sus clientes es eso, orientativa, porque realmente no saben cómo ni cuándo podrán dar salida a los casos que se amontonan en sus despachos a medida que los problemas provocados o surgidos durante la crisis del coronavirus aumentan.

“El panorama es dantesco. Antes de la pandemia, los juzgados de familia ya estaban sobrepasados. Para medidas urgentes y cautelares, te citaban ya a tres, cuatro o cinco meses vista”, se queja Álvaro Iraizoz, abogado de familia de Madrid. “Todo eso ahora se ha quedado suspendido y cuando se reanude la actividad judicial, que tardará, habrá que retomar todos los asuntos suspendidos más todas estas nuevas demandas que va a haber por estos problemas. Va a ser tremendo…”.

Cuando se reanude la actividad judicial, habrá que retomar todos los asuntos suspendidos más todas estas nuevas demandas

El principal problema que se están encontrando es una “avalancha” de peticiones para rebajar las cantidades económicas de las pensiones alimenticias y compensatorias. Progenitores que se han visto afectados por despidos o ERTE y que ya no pueden aportar la misma cantidad mensual de manutención. “La situación está siendo angustiosa para muchos, que de repente no pueden pagar las pensiones para sus hijos o la hipoteca y no saben cuándo les modificarán esa cantidad”, cuenta Beatriz de Pablo, abogada de Pamplona. “Si una persona pagaba de pensión 700 euros pero ahora solo puede pagar 300, tiene un problema, porque la sentencia no saldrá hasta dentro de unos meses y todo ese dinero lo va a ir debiendo. Por eso estamos pidiendo que, aunque la resolución salga más tarde, tenga efectos retroactivos”.

El 28 de abril, el Gobierno aprobó el Real Decreto-ley 16/2020 de “agilización de la Justicia para hacer frente al covid-19” para solucionar los problemas judiciales derivados de la crisis sanitaria y social. Sin embargo, los abogados de familia califican esta medida de brindis al sol y cuestionan que vaya a servir para hacer frente a todos los conflictos que se avecinan. “Es imposible que con el volumen que hay ahora y los jueces que tenemos se pueda hacer rápido. La crisis ha evidenciado que no estamos preparados. Se podría hacer telemáticamente, pero es que no había ninguna infraestructura para hacerlo”, denuncia María Dolores Lozano, presidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa). “En España, tenemos un sistema de cuello de botella en el que todo tiene que pasar por un juez, y si no hacemos algo, los juzgados van a colapsar porque, especialmente en familia, esto viene de antes”. Según datos que aporta la asociación, España cuenta con tan solo 12 jueces por cada 100.000 habitantes, frente a los 21 de la media europea.

Este martes, el Consejo de Ministros aprobó que los plazos procesales se reanuden a partir del 4 de junio, aunque no se sabe todavía cómo lo harán ni qué medidas habrá que tomar. “Estamos bastante desanimados, no sabemos ni qué decir a los clientes, porque no tenemos respuestas de nadie. El Consejo General de Poder Judicial está haciendo protocolos, pero hasta ahora nada”, cuenta Lozano.

placeholder El primer juicio telemático se ha celebrado en Galicia.
El primer juicio telemático se ha celebrado en Galicia.

Compensaciones por el tiempo no disfrutado

Sin embargo, las modificaciones en medidas económicas no serán el único problema derivado del coronavirus que van a protagonizar los juzgados de familia. También tendrán que hacer frente a las compensaciones por el tiempo perdido entre padres e hijos a causa del confinamiento en aquellos lugares donde los juzgados decidieron que las visitas no eran una excepción al confinamiento, en torno al 23%, según un estudio facilitado por Aeafa. Así, en Málaga, Alicante, Baleares o Valencia, por ejemplo, los progenitores no están pudiendo ver a sus hijos en el régimen de custodia que les corresponde, mientras que en Zaragoza, Madrid o Barcelona, sí tienen esa posibilidad. “No tiene sentido que aquí los niños puedan ir a los parques pero no irse con su otro progenitor”, cuenta Inmaculada Marín, abogada de Málaga.

En los juzgados donde no ha sido así, ahora los progenitores agraviados están empezando a solicitar la compensación por todo ese tiempo que han perdido, ya sea añadiéndose a las vacaciones o ampliando los periodos habituales que les correspondían. Es decir, si se deben cuatro fines de semana con los menores, se puede añadir uno a cada mes hasta que se salde la deuda o sumarse a las vacaciones que correspondan.

En torno al 77% de los jueces consideró que las medidas de confinamiento no afectaban a las custodias

“Sobre todo, en lo que estamos insistiendo muchísimo es en que la gente llegue a acuerdos para no tener que ir a juicio y que el proceso se alargue hasta no sabemos cuándo. Además, muchas situaciones son transitorias y es la mejor opción”, considera Lozano. De hecho, según Beatriz de Pablo, la abogada de Pamplona, está viendo más conciliación entre exparejas que nunca: “Personas que han tenido conflictos muy enraizados, sin poder llegar a acuerdos durante mucho tiempo antes del confinamiento, lo han ido solucionado entre ellos, sobre todo cuando ha habido niños de por medio”. Los abogados recomiendan que los acuerdos que se lleven a cabo entre las dos partes queden de alguna manera documentados en un papel o incluso mediante correo electrónico para evitar conflictos futuros.

Pero no siempre las dos partes están tan dispuestas a conceder licencias, ni siquiera en tiempos de pandemia. “Hay algunos casos, especialmente mal avenidos, que se intentan hacer la puñeta usando la pandemia como pretexto, no dejando ver a los hijos aunque las circunstancias lo permitan. Han estado dando negativas injustificadas y arbitrarias, alegando riesgo de contagio cuando vivían cerca y era mínimo”, dice Iraizoz. “Esas situaciones ahora nos generan muchos problemas, porque el cliente está desesperado, no ve a sus hijos, y la solución judicial que le puedes ofrecer es muy limitada. Es que directamente no nos citan del juzgado, es imposible”.

También ocurre el caso contrario: “Ayer me llamó una chica contando que su pareja no había querido tener a los hijos en todo el confinamiento... Pues ahora que se compense. Y eso también tiene consecuencias económicas: si tienes una custodia semanal pero no la asumes durante dos o tres meses, tienes que asumir más gastos”, cuenta De Pablo.

Estamos insistiendo en que la gente llegue a acuerdos para no tener que ir a juicio y que el proceso se alargue

Otro problema que ya están viendo en las custodias es quién se hace cargo de los hijos ahora que no van al colegio y los progenitores tienen que seguir trabajando, o bien si se paga a una persona externa. “Son muchas situaciones, porque cada familia y cada persona es un mundo”, añade la letrada navarra.

Durante esta pandemia, los abogados reconocen estar ejerciendo no solo de representantes o mediadores, también de psicólogos. “Mira, tengo ahora un caso de un señor que he llevado toda la vida, como de la familia, y que ha fallecido por coronavirus dejando un hijo discapacitado. Están pendientes del cambio de tutela, de las medidas de protección, de la herencia… Tienen todo parado, y es que no sé qué decirles, te genera mucha impotencia y te acaba afectando también”, cuenta Inmaculada Marín.

Aumento de los divorcios

El confinamiento también ha tenido otro efecto predecible: el aumento de los divorcios. “A partir de la quinta semana, empezaron a subir este tipo de consultas”, confirma Lozano, de Aeafa. “Es lo que suele pasar después de temporadas de convivencia continuada, como verano o Navidad, donde sube el conflicto. O también puede pasar que no hay nada de nada, ni discusiones, el vacío”.

Foto: Niños con su madre. (EFE)

Ante el bloqueo de la Administración, recomiendan que se llegue a acuerdos también en los divorcios, ya que por la vía consensual se pueden ratificar por separado en el juzgado y obtener la separación en 10 o 15 días. “Si no, hay que ir a juicio, con testigos, las dos partes, pruebas… Y eso no sabemos cuándo se va a poder hacer. Y cuando se pueda, igualmente habrá que repartir salas, controlar aforo, mantener distancia… Se van a espaciar los juicios todavía más”, comenta Lozano.

Esta semana, se ha celebrado en el juzgado de lo social 2 de Vigo, en Galicia, el primer juicio totalmente telemático sobre un conflicto laboral a raíz de un ERTE. Sin embargo, todavía faltan garantías para ampliar este proceso a todos los casos. “Los juzgados no están preparados para hacerlo y no hay seguridad jurídica por videoconferencia, porque no hay interrogatorio de las partes y por tanto no hay prueba”, explica Iraizoz.

Habrá que ver si la nueva normalidad en lo que a litigios se refiere pasa también por vernos a través de la pantalla.

Si usted quiere divorciarse ahora y va a juicio, seguramente no conseguirá estar oficialmente separado hasta dentro de un año. Lo mismo para un cambio de una pensión alimenticia o una modificación en un régimen de visitas si, ante la falta de acuerdo, es necesario ir a un juzgado de familia que medie entre las dos partes.

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